Capítulo XI

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Los tres volaban hacia la corporación, por el camino se encontraron a Krilin y a Gohan, quienes habían sentido la energía de Vegetto y fueron al encuentro.

Estos sólo dijeron que hablarían todos juntos en casa de la peliazul.

—Así que una máquina del tiempo. Creí que era imposible aún, pero veo que supe como construir una muy funcional.

Ya habían llegado a la Corporación, y una vez todos juntos, Piccolo les informó todo, obviando algunos detalles como el nombre del muchacho y su origen.

—Sí, no es para aumentarte el ego, niña nerd. Estamos hablando de que dos androides quieren venir a matarnos pero no se lo vamos a permitir otra vez—Habla Vegeta, que parecía emocionado.

—Ustedes son unos tarados.

—No englobes, Bulma—Pide Krilin, quien solo había estado escuchando.

—Cierto, el tarado es Vegeta—Reafirma Bulma.

—¿Qué dijiste?—Se gira hacia ella, con una bola de energía en una de sus palmas.

—Atrévete y desactivaré el sistema de la cámara de gravedad. Además, entre cuatro yo creo que te van a hacer entrar en razón.

—Sólo porque esperas al niño o te mandaba a volar.

—Sí, como sea...

—Oye, Bulma... espero no ser grosero contigo pero... ¿Estás...?

—¿Embarazada? Sí—Su expresión cambia al pensar claro en porqué Krilin llegó a esa conclusión—Te diste cuenta... ¡Ay no, seguro parezco una vaca!

—¡No, no quería que lo tomes así!

—¿Por qué lo dices? Si no tienes manchas, ni cuernos.

—Los cuernos sí los tiene—Se burla Vegeta. Teniendo conocimiento de esa situación amorosa que vivía Bulma antes de tener su encuentro pasional.

—Cierra la boca, príncipe de pacotilla. Esto es culpa tuya.

—¡Oye! Cállate.

—¿Culpa suya?—Mira a Vegeta y luego de nuevo a Bulma—¡¿Acaso...?!

—¡No!—Niega Vegeta en un intento en vano.

—Sí—Dice segura la peliazul, quien miraba molesta al príncipe.

—¿Y si ese chico es... tu hijo, Bulma?

—Mmh... ¡Puede ser!

—No. No lo es—Dice Piccolo—No tenía un sólo rasgo tuyo, Bulma.

—¿En serio? ¿Pero se parecía a Vegeta?

—Hey, ahora que dices eso. Sí, se parecía también a ti, Vegeta.

—Sabes que eso es imposible, ¿no?

—Creo que... tienes razón. Pero admite que se parecía a ti. Tenía cabello como el tuyo.

Vegeta tan sólo rueda los ojos.

Sí, en realidad al verlo creyó que él era su padre, pero reveló que era Goku, así que ya no le tomó mucha importancia a su apariencia.

Aunque el muchacho no dijo quien era su madre. Pero seguramente era la esposa de Kakaroto.

—Bueno, la cuestión aquí es que deberían buscar como hacer para evitar que una tragedia ocurra.

—Lo único que sabemos es cuando ocurrirá y qué pasará si no entrenamos adecuadamente. Moriremos.

—Waoh, qué alentador eres Piccolo. ¿Algo más para animarnos?—Reclama Bulma al Namekiano.

—Vean la realidad. Sin entrenamiento estaremos acabados y todos lo saben.

—Piccolo tiene razón—Mira a Gohan—Vamos, hijo. Hablaremos con tu mamá para que te permita seguir entrenando conmigo.

—Está bien. Señor Piccolo, ¿usted quisiera entrenar con nosotros?

El Namekiano iba a negarse, pero después de todo lo que vivió con ese pequeño no podía decir que no.

—Está bien... iré con ustedes.

—Perfecto—Mira a sus amigos—Nos veremos dentro de tres años. Entrenen mucho y así venceremos a quien se ponga en nuestro camino.

Los tres se van.

—Yo también me voy. Iré a avisarle a Yamcha y a Tien Shin Han.

—Está bien. Nos vemos.

—Adiós, cuídense.

Dejó solos a Vegeta y Bulma.

—Oye, Vegeta.

—¿Qué quieres?

—¿Me podrías ayudar con algo?

—Depende.

—Te gustará. Pero debes venir a mi habitación.

—¿Para qué exactamente?

—Bueno... las hormonas me tienen algo distinta estos días—Se acerca a él y hace que se agache un poco para susurrarle al oído.

—Ya te dije que no volverá a pasar. Te dije que fue un deslíz mío.

—¿Es en serio?

—Sí, hablo en serio. Además, no tengo ganas, peor ahora que debo ser el más poderoso para no tener que morir a manos de nadie.

—¿Seguro?—Pasa sus dedos por su espalda baja, como si caminaran, yendo hacia arriba.

Un escalofrío lo recorrió de pies a cabeza.

—Oye, no hagas eso.

—Ese día descubrí que eres muy sensible cuando te rozan aunque sea un poco la espalda.

—Basta, Bulma—Se da la vuelta para tenerla de frente—No quiero, ¿Ok? Te dije que te cuidaría y al niño también, pero no habrá nada más entre nosotros.

—¿Ni por diversión?

—No quiero cometer más equivocaciones y tampoco quiero meterte a ti en ellas.

—Está bien. No te molestaré más.

—Espero que sí.

Vegeta le dio una última mirada a Bulma y se encaminó hacia dentro de la casa.

Iba por los pasillos, directo hacia su habitación.

Ya había hablado de eso con ella.

No quería tener más problemas de los que ya tenía.

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"Insecto" 《Goku x Vegeta》Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin