Capitulo XIV : Besos robados

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Siente su cabeza doler, al igual que otras partes de su cuerpo. Sus ojos se sienten pesados ¿Acaso murió? No, si estuviese muerta no habría dolor. Con enorme dificultad abre sus ojos. Puede ver a dos personas a su lado, intenta acostumbrarse a la luz y finalmente las reconoce; el rostro preocupado de Sukuna y de su sensei. Ella sonríe; si está a punto de morir, verlos por última vez es una buena forma de morir. Ellos mueven los labios pero ella no entiende nada de lo que dicen. Cierra sus ojos de nuevo y lo último que siente es como la levantan.

Vuelve a recuperar la conciencia. Está vez ya no se siente tan mal como la última vez que despertó. Se da cuenta que se encuentra en el bosque, sino que se encuentra en la enfermería de la escuela. Suelta un suspiro, su cuerpo se siente un poco más liviano, pero también cálido. Siente algo cálido en su mano. Voltea y se encuentra una mano entrelazada con la suya. Sus cabellos blanquecinos están desordenados, pero se mira extremadamente bien, sus ojos se mantienen cerrados. Se nota que no ha dormido mucho, las ojeras en sus ojos lo delatan. Ella aprieta su mano con un poco de fuerza, al instante el se levanta y la mira con sorpresa. Satoru había estado despierto por tres días. Pensó que al verla a punto de morir sentiría lo mismo que con los demás, pero no; cuando la vio sintió que su mundo se fracturaba, sentía que su cordura desaparecía con cada momento que ella agonizaba, sentía que su mundo entero se le iba entre sus manos y se sintió impotente; nunca antes se sintió de esa manera, sintió que su poder y grandeza no valía nada porque no era capaz de salvarla; nunca en su existencia pensó que podría sentir una desesperación tan densa y profunda, sentia que se volvía loco. Sin pensarlo dos veces el la abrazo con fuerza, como si su entera existencia dependiera de ella, sintió que ella es el lugar correcto, la persona correcta, el amor correcto. Ella también se abrazo a él, porque el la había salvado de nuevo, había confiado en ella y le hace sentir paz, le hace sentir que su vida entera está en el lugar correcto. Entonces algo pasa; se dan cuenta del amor que sienten por el otro. Y si es cierto, sus recuerdos están bloqueados, pero sus sentimientos nunca lo estuvieron, incluso aunque no recuerdan su historia pasada, eso no importa, porque se encontraron como alumna y maestro, chocaron al instante pero también se complementaron perfectamente, con el tiempo ese odio se convirtió el amor; un amor que nunca se fue, solamente estuvo allí, esperando a salir y aflorar en sus cuerpos y almas; justamente lo que estaba pasando en esos momentos. El se alejo de ella un poco y coloco su mano en su mejilla limpiando las lágrimas que caían en ellas. El le sonrió; ella se ve hermosa, incluso cuando llora se ve como la criatura más hermosa que sus ojos han visto. No le cabe duda alguna; la ama, aunque sea una mocosa insoportable, aunque sea más débil que el y le rete a cada momento; la ama, porque también es dulce en ocasiones y tímida cuando quiere, porque también es fuerte y perseverante, jamás vio a nadie lograr lo que ella en tan poco tiempo, la ama porque ella es TN, la chica que lo hizo sentir humano, con ella no se siente el más poderoso o un héroe, con ella se siente un hombre capaz de perder el juicio por ella, incapaz de no sentir celos cuando ella está con alguien más, se siente vulnerable y con miedo, pero eso no se siente tan mal como pensó, se siente feliz de ser vulnerable si estará ella para cuidar de su corazón.

-. TN. - susurro ella, la chica siente como la respiración de su maestro en sus labios, ella sabe que no debería, pero quiere, desea con desespero ser besada por el.

-. Sa-satoru. - susurra ella. El siente un calor inundar lo; jamás pensó que su nombre podría sonar tan bien en una voz ajena.

-. No hagas eso. - susurra el con la voz entrecortada.

-. ¿Qu-que cosa? - cuestiona ella nerviosa. El se acerca más a ella hasta rozar sus labios.

-. No me llames por mi nombre, me vuelves loco y no podré contenerme y te besaré aquí mismo. - susurra el. TN abre sus ojos con sorpresa y sus mejillas se sonrojan.

-. Satoru... besame. - susurro suavemente. El siente como su mundo da una vertiginosa vuelta y su cuerpo se enciende; siente un calor intenso que no es capaz de contener.

El junta sus labios, el simple contacto de labios hace que los jóvenes sientan escalofríos por todo el cuerpo; ambos inconscientemente habían deseado con desenfreno besarse, lo habían añorado y necesitado tanto como respirar. El mueve sus labios lentamente en un beso apasionado y lento, sintiendo la suavidad de los labios contrarios, el sabor a fresas y melocotón; nunca pensó que existiese un sabor tan perfecto al cual podría volverse adicto. Tomo la cintura pequeña de la chica y ella se abraza de su cuello mientras el beso se profundiza más. Ella abre su boca dejando que el recorra con su lengua toda su boca, mientras que el contacto la hace sentir caliente y deseosa de más. El casi leyendo sus pensamientos se coloca encima de ella mientras recarga su peso en sus brazos, al tiempo que devora su boca con pasión y hambre. Ella suelta un gemido en medio del beso, cosa que hace que Satoru se exite y una poderosa erección comienza a formarse entre sus pantalones. El se aleja de ella al darse cuenta de ello. Ambos se miran con la respiración agitada y los labios hinchados. El se da cuenta de lo que hizo; beso a su estudiante. El se levanta de la cama sin decir nada, ella también parece sumamente sorprendida por lo que acaba de pasar. Ambos se miran entre si con los ojos llenos de sorpresa. En ese instante la puerta se abre dejando ver a Itadori, aunque no tiene las marcas negras, TN sabe que se trata de Sukuna por sus ojos rojos. El se acerca con una expresión sería en su rostro. Satoru no dice nada y sale casi huyendo de la habitación sin ver a ninguno de los dos. Sukuna le dedica una mirada aburrida y se acerca a ella.

-. Sukuna San. - dice ella. El pelirosa y lanza algo, ella lo toma y abre un sobre de manila, allí se encuentran unas flores aplastadas y enplasticadas de todos colores y tamaños.

-. Las estúpidas flores que te gustan. - le dice y voltea hacia otro lado, ella aún le mira con sorpresa, no se imagino que el recordaría algo así. Ella se intenta levantar pero su cuerpo no se encuentra aún en óptimas condiciones y ella se debilita, espera el golpe pero este no llega; el chico la ha tomado de la cintura pegando así sus cuerpos y evitando la caída. Ella se sonroja al tenerlo tan cerca, con sus ojos rojos fijos en ella.

-. Gra-gracias Sukuna San. - dice ella en un susurro. El con una mano levanta su mentón para verle a los ojos.

-. No seas idiota. Solo no hagas cosas imprudentes. - dice y en un rápido movimiento la toma en sus brazos. Ella jadea por el movimiento. El coloca su cuerpo con delicadeza en la cama y se sienta a su lado.

-. Yo... gracias, por todo, por las flores y por no salir a mi rescate. - dice ella en un susurro. El sonríe y no sabe porque, pero siente que esa sonrisa es extraña, con una malicia.

-. Yo no hago nada de gratis. - dice el. Ella le mira sin entender, entonces en un rápido movimiento el se acerca a ella y roba un beso casto de sus labios. El se aleja de ella con una sonrisa, ella tiene las mejillas sonrojadas y las manos tapadas con la boca. El suelta una risa.

-. ¡Sukuna San! - express ella con vergüenza. El rie.

-. Eres muy graciosa. - dice el y con eso sale de la habitación. Ella se queda en silencio mirando hacia la nada mientras piensa en lo que acaba de pasar;

Los dos seres más poderosos la habían besado...

La tristeza en tus ojos {Satoru Gojo x TN}Where stories live. Discover now