Cena familiar

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—Luzu por favor, mantén la calma —Se escuchó la voz de Vegetta a través del teléfono.

Luzu se encontraba tirando con desesperación cada prenda de su armario, ya que no sabía que poner. Quería verse bien y presentable ante los padres de Quackity, no quería darles una mala imagen.

—No puedo Vegetta, no se que ponerme, y ahora que lo noto mis camisas son tan deprimentes.

Rubius siempre le ha dicho “emo” debido a su forma de vestir y la verdad no se consideraba de esa manera, solamente le gustaba usar ropas de esos colores, pero jamás pensó dar esa imagen y ahora temía que los padres de Quackity pensaran de la misma manera.

 —¿Qué dices bobo? Claro que no

—Estoy tan frustrado. —Se dirigió hasta su cama y se acostó boca arriba. Pasó ambas manos por su cabello, jalándolo con algo de fuerza al sentirse tan estresado —. No quiero dar una mala impresión.

—No lo harás, la forma de vestirte no es lo que te hará ganar su aprobación, recuérdalo —Vegetta le hablaba con tanta tranquilidad y lo agradecía —. Quackity te ama por quién eres y lo que tú debes de hacer es ser tu mismo frente a sus padres. Luzu, eres un gran chico, no pienses lo contrario.

Sonrió con un poco de tristeza.

Odiaba tener esos pensamientos tan negativos sobre si mismo, pero por mas que escapara de ellos no podía, lo mejor era enfrentarlos incluso si eso significaba pensar negativamente, al final terminaría en una lucha interna y sabía que terminaría ganando su positividad. A veces se necesita de una caída para volvernos a levantar.

 Lo bueno y lo malo estaban allí para mantener ese balance.

Quackity le quería así como era y eso le hacía sentirse bien consigo mismo.

—No es como que tenga otra opción —se rio de su propio comentario —. Además no tengo otras ropas.

—No puedo creer que te pasaste mi comentario por las bolas.

—Solo quería apaciguar el ambiente tenso que yo mismo creé. Lo juro.

—Si, claro.

—De verdad, agradezco tus palabras Vegetta, me han ayudado y más ahora.

—Yo lo se, pero eres tan idiota que siempre haces esos comentario en un mal momento, pero me alegra que mis palabras hayan ayudado.

Tomó su teléfono entre sus manos.

—Voy a colgar o se me hará tarde, nos vemos mañana y gracias.

—No es nada, llámame cada vez que necesites, suerte en la cena.

Agradeció una vez más y colgó.

Se volvió a poner de pie y buscó aquel conjunto que tanto le gustaba, con el que se sentía seguro.

Al carajo todo, se vestiría como a él le acomodaba.

Si iba a ganarse a los padres de Quackity lo haría siendo él mismo.






💫💫💫






—Quackity, por favor, no tires las cosas al suelo —regañó Staxx al verlo tirar nuevamente los tenedores que estaban acomodando en la mesa.

Quackity estaba muy nervioso, bueno, más que eso, estaba asustado por toda la situación y es que aún no sucedía.

Debió de comprar un ataúd por si acaso, un Staxx y Luzu juntos no parecía ser la mejor de las ideas.

Aún recordaba como el día de ayer estaba de lo más feliz, sin preocupaciones, hasta que su padre le habló para según él “comentarle una buena noticia”, aunque en lo absoluto era una buena noticia, hizo lo que pudo para no ser tan evidente ante sus padres con respecto a su nueva relación con Luzu, pero al parecer no lo hizo muy bien.

¡Pa, ya acepta a mi novio!Where stories live. Discover now