Me río. -pues no es así.

Desvío la mirada de Marlene para ver detrás de ella. Alguien acaba de llegar

se me borra todo rastro de sonrisa.

Caso contrario en la otra persona. Al captar mi mirada sonríe ampliamente y se aproxima hasta mi mesa. -Vaya, que grata sorpresa verte de nuevo.

Marlene rápidamente voltea y le da un abrazo a su primo. -Hola- lo saluda alegremente.

Él acepta gustoso el abrazo, con la mirada clavada en mí.

Aparto la mirada en un punto neutro de la mesa. De pronto me intimidó su mirada divertida.

Carajo!

Lo que me faltaba.

Liam, el imbécil.

-no me dijiste que también vendría Lucia.- le reclama a Marlene. -habría traído una ofrenda de paz.

Imbécil.

-ah. Es que no sabía qud vendría. Ella ha quedado con alguien más.

Sigo con la mirada clavada en la mesa.

-bueno, entonces dejaremos la ofrenda de paz para otra ocasión. Hasta luego Lucía.

Levanto la vista encontrándome con su sonrisa juguetona.

Fuerzo una sonrisa. -claro.

Se ríe y sin decir más toma del hombro a su prima para irse.

-nos vemos luego- voltea Marlene para despedirse. Le sonrió en respuesta.

Para mi desgracia toman asiento en una de las mesas vacías de enfrente. Decido ignorar ese hecho y vuelvo a mi labor en el computador.

Un par de minutos después vibra mi celular sobre la mesa, supongo que será un mensaje de Daniel. Lo tomo y efectivamente es él.

Daniel: *llego en 3 min* y un emoji corriendo.

Yo: ok

Efectivamente 3 minutos después aparece frente a la mesa.

-Hola, espero no haberte hecho esperar mucho.- toma asiento en la silla frente a mí.

-no te preocupes, estuve todo el rato en el computador que ni sentí el tiempo- le resto importancia.

-menos mal- sonríe algo aliviado. -pedimos algo antes de revisar el proyecto?

-bueno.

Daniel llama a una de las meseras, ordenamos dos frapuchinos grandes.

Mientras preparan nuestra orden, guardo el laptop para charlar con Daniel. Me pregunta cómo estuvo mi día y como me fue en las clases, el me cuenta que uno de mis profesores también le ds clases a él en otro horario y que le cae genial, lw cuento que a mi no me agrada mucho su forma de ser pero que es bueno explicando los temas.

En menos de lo pensado nos llevan la orden. Él me pregunta por mis padres y luego de mi respuesta pide que los salude de su parte.

Mis padres conocen a Daniel porque su padre trabaja con los míos, es uno de los abogados mas importantes de la firma.

-tal vez algún día también trabajemos juntos.- comenta él después de decirme que su padre ganó un caso importante con mi padre.

Ni siquiera estaba enterada, pero no me asombra. Mis padres siempre están ocupados. Hace mas de un mes que no me han llamado, de vez en cuando me escriben para preguntar como me está yendo en la universidad y pedir que me porte bien. La distancia no tiene nada que ver. Cuando vivía en casa, casi no los veía, pocas veces coincidíamos para comer y cuando lo hacíamos ellos se la pasaban hablando entre ellos de sus casos, o nos preguntaban a mi hermana y a mí como nos iba en el colegio, Cuando mi hermana vino a estudiar aquí, no cambio nada.

Pero parece que Daniel tiene mejor comunicación con sus padres.

-tal vez- le respondi con una sonrisa forzada.

Mientras Daniel revisaba el proyecto, me di cuenta que Liam por ratos volteaba hacia nuestra mesa. Antes cuando platicaba con Daniel sentía una mirada pero no me percaté que venía de Liam.

Me quedé un rato observando hacia su mesa, viendo como habla con su prima. De pronto desvío la mirada encontrándose con la mía, le frunci el ceño esperando que la apartará pero no fue así, me sostuvo la mirada mientras seguía hablando con su prima.

-listo. creía haberme saltado unos puntos importantes pero ya vi que no fue así.

Rompí la absurda competencia visual con Liam para prestarle atención a lobaue Daniel dijo.

-que bien.- le sonreí. -si quieres llevátelo y lo entregas tú.- propuse para evitar que mas adelante tenga mas dudas. Aun faltan 2 días para entregarlo, tiempo suficiente para que le surjan nuevas dudas. Por mi parte estoy satisfecha con el resultado.

-me parece bien.

-bueno...- tome mi mochila para sacar la billetera y pagar la cuenta.

-espera.- me quede con la tarjeta en la mano. -y si pedimos un postre? Me han contado que hacen un buen pastel de 3 leches.

Justo en mi debilidad.

Acepté.

-queremos 2 porciones de pastel de 3 leches- le indicó a la mesera -y la cuenta, poe favor.

Minutos después llevó las porciones y la cuenta.

Tome la tarjeta para pagar.

-yo invito- me paro Daniel mientras le tendia su tarjeta a la mesera.

Un gesto muy caballeroso. Le sonreí en agradecimiento.

Efectivamente el pastel es una delicia. Mientras lo saboreaba vi que Liam me observaba de nuevo. Pero está vez su mirada era mas intensa, sus ojos azules brillaban. Aparte la mirada incomoda.

Pero ahora era Daniel quién me observaba atento. - está bueno verdad?- comentó con una sonrisa.

Bueno?

Quién?

Ah sí, el pastel.

Qué carajo? Por qué creí que se estaba refiriendo al imbécil?

Me aclaré la garganta -sí.

Daniel siguió sacando temas casuales para conversar mientras disfrutábamos el pastel.

A toda costa evite mirar hacia la mesa de Liam.

Al terminarnos el pastel, salimos de la cafetería rumbo a nuestros autos.

-me lo pase muy bien, deberíamos repetirlo otro día- me propuso Daniel abriéndome la puerta del auto.

-claro.

Yo también lo había paso bien, dejando de lado la presencia del imbécil. 

En escala de grises y luego tú.Where stories live. Discover now