Samantha Frazzetto, Una mujer hermosa que todo hombre anhelaría; Ella ve mas alla de la superficie, muy inteligente con otras cualidades que te harían caer en la perdición... La Reina De La Mafia Italiana.
Nikolay Romanov, Un hombre que haría tú mun...
Notó a Angelo acercase a mí, este se ve más relajado que antes.
— ¿Estás bien? — el sonríe.
— Bene, solo un poco pensativo — este parece estar en conflicto con sus pensamientos — ¿Me acompañas a tomar un poco de aire? — lo noto nervioso.
— Si, claro... vamos — este comienza a caminar hacia lo que parece ser el patio hay una linda fuente con un ángel pequeño en el medio.
Angelo se sienta en una esquina de la fuente y su mirada va hacia la fuente.
— Este es mi lugar favorito en todos la casa, no creí volver aquí — este comienza a jugar con el agua.
— Es hermoso... — el me ve y se ve que tiene una mirada triste, este dirige su mirada de bueno a la fuente.
— Ya se quien mató a mi padre — veo asombrado a el rubio.
— ¿Quien fue? — las palabras salen por si solas, este voltea de nuevo y una lágrima sobresale.
— Alessandro Franzzetto — eso me toma desprevenido... ¿Alessandro?, Mi suegro.
— ¿Estás seguro de lo que estás diciendo? — digo un poco nervioso a la respuesta que dará.
Este tiene los ojos llorosos, no se ¿que hacer?.
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— Si, he tenido una discusión con el... Y lo escuché hablar con alguien más — me siento al lado de este tratando de pensar, pero las palabras de este no deja de resonar en mi cabeza.
— ¿Y por qué han discutido? — este me ve.
— Porque he venido, antes no era así conmigo — veo a este se trata de limpiar las lágrimas que caen.
¿Por qué Alessandro le molestaría tanto la presencia de Angelo?, O ¿Por qué lo haría si el lo ha criado?... Hay algo en esto que no me gusta.
— No sé que decir, ni como actuar Angelo — este coloca su mano en mi hombro y sonríe.
— Quisiera justicia pero... — este piensa lo que va a decir — pero por los momentos no quiero actuar sin estribos, y pensar bien las cosas — dice este rubio limpiando las lágrimas.
— Puedes contar conmigo para lo que sea, y cuando quieras hablar — este sonríe y me abraza.
El me hace acordar a mis hermanos menores.
— Eres un buen cuñado, Grazie — me comienzo a reír y este también lo hace.
— Si bueno, debo de serlo jaja tienes que ser el padrino en mi boda — este me ve sorprendido.
— Espera... — este se ve emocionado — ¿Seré el padrino? — este se levanta y ya no hay una pisca de tristeza en su rostro sino una sonrisa.
