10,1. Desesperación y remordimiento.

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En el momento que Luis oyó el abrir de la puerta, se levantó de la cama de sopetón. Vio a Popola, pero había algo diferente en ella. Estaba sola y medio-coja. Lily se adelantó:

¿Qué ha pasado? —se acercó—. ¿Y los demás?, ¿y tu gemela?...

Popola la miró, era la primera vez que tenía tantas lágrimas en los ojos.

—Están muertos —dijo Popola—. Mi hermana ha sido secuestrada —inhaló su mucosidad—. No sé dónde están.

Luis se sobresaltó ante tales noticias. Su estómago se revolvió, un ardor recorrió su esófago hasta su garganta. Cayó de rodillas y se tapó su boca, se reclinó hacia adelante emitiendo unas arcadas de angustia. Vomitó el único líquido pegajoso que tenía dentro.

—Luis... —Popola cojeó un poco hacia él—. ¿Te encuentras bien? —sus ojos estaban muy enrojecidos y venosos.

Luis la miró tapándose su boca pegajosa. Su pecho ardió de la gran impotencia de no poder hacer nada, un montón de androides habían muerto, Devola estaba secuestrada y Popola había sido herida, no podía más, si seguía así se iba a desmayar. Luis negó con su cabeza y se arrastró hacia atrás, pensamientos suicidas nublaron su mente, su voz interna solo le dijo que se muriese y que dejara de ser un parásito. De su boca solo salieron balbuceos incomprensibles:

—¿Es mi cupa? —dijo—. ¿E po mi? —balbuceó—. ¿Debeía morime?

Popola abrió sus ojos de par en par. Estiró su mano temblorosa.

—Cariñ-

Luis corrió hacia la puerta con todas sus fuerzas y salió de la habitación. Lily y Jackass vieron sus intenciones, salieron detrás de él y miraron a un Luis que corría hacia la salida del patio interno.

¡¡Por dios, qué alguien lo pare!! —Lily lo señaló con su índice—. ¡¡¡NO DEJÉIS QUE EL HUMANO SALGA DE LA BASE!!!

Los pocos androides que habían por los alrededores demostraron una grata sorpresa en sus semblantes, el androide de pelos de pincho corrió primero.

¡¡Quieto!! —seguía a un Luis que salía por el callejón—. ¡No cometas una puta locura! —lo alcanzó por el cuello de la bufanda verde pero justo en ese momento Luis se la quitó y se la lanzó en la cara, el pelos pinchos se intentó quitar la bufanda mientras los demás androides pasaban de largo.

Luis corrió y corrió, no quería saber nada de esto, solo quería buscar a Devola y salvarla. Todavía no le había pedido perdón por lo que sucedió ayer, no quería quedarse con la culpa de haberla tratado cómo una basura. En el momento que salió del callejón, vio el campamento al lado del lago, el terreno tenía una inclinación muy pronunciada hacia abajo. Vio los androides que venían detrás de él, y entonces, caminó hacia atrás para esquivarlos.

¡¡¡CUIDADO!!!

Luis tropezó. Rodó por los suelos y se golpeó múltiples veces hasta que su cabeza se estampó contra el suelo. Se levantó sobre su pie e inmediatamente cayó de espaldas. No sentía las piernas. La sangre se impregnó por sus ropas verdes de camuflaje, los rasguños que tenía por todo el cuerpo no eran nada en comparación con el gran desgarro que se hizo en toda la cara. Los androides que habían por los alrededores se quedaron paralizados, un androide corpulento se acercó y se arrodilló al frente de Luis.

¿¡Te has hecho daño!? —lo alzó por el cuello—. ¡Tienes que tener más cuidado, androide! —se arrancó un trozo de pantalón y apretó las telas por las heridas que más sangraban.

Luis estiró su mano en dirección al portón principal, algunos de sus dedos estaban girados en posiciones antinaturales, de la yema de sus dedos goteó sangre.

—Devola... —masculló débilmente, sus ojos se cerraron poco a poco hasta que su brazo cayó de sopetón contra su barriga.

¡¡¡EY, NO TE DUERMAS!!!, ¿¡¡¡ME OYES!!!?, ¡¡¡NO TE DUERMAS!!! —sacó su cantimplora y le salpicó agua en la cara.

Todos rodearon a Luis y lo miraron con extrañeza. Se oyeron murmullos. Uno de ellos señaló y dijo:

¡Mirar, eso no es refrigerante! —dijo con su voz temblorosa—. ¿¡Acaso es una máquina infiltrada!?

Se oyeron todo tipo de improperios y descalificaciones, hasta que uno de ellos sacó su pistola y apuntó a Luis, justo en ese momento el androide fue acribillado a balazos. El androide cayó contra el suelo, todo su cuerpo había quedado cómo un colador. Los demás gritaron y corrieron para esconderse mientras los pocos androides que recibieron la orden de Lily llegaron con rifles de asalto en mano. Miraron lo sucedido con grata estupefacción.

¡Kin! —el pelo pinchos apuntó con su fusil de asalto—. ¡¡Qué mierda acabas de hac-!!

¡¡¡CÁLLATE!!! —gritó Kin, jadeando, apuntaba con su metralleta—. ¡He hecho lo correcto, joder, he hecho lo correcto!

¿¡Qué!? —el pelo pincho se acercó al humano mortalmente herido—. ¿¡Qué cojones ha pasado aquí!? —apuntó con su fusil de asalto al androide corpulento—. Conna, ¡respóndeme!

Kin apuntó al pelo pinchos con su metralleta y gritó:

—Wata, ¡¡ni se te ocurra!!, ¿¡¡me oyes,!!?, ¡¡baja la jodida arma!!

Todos los demás androides apuntaron a Kin. Todo el mundo se quedó así, quietos y apuntándose, Luis miró a Conna y le dijo:

—No puedo más... — sus ojos carecían de vida, no se podía mover, todo su cuerpo estaba malherido. Cerró sus ojos y solo se quedó apoyado en el pecho de Conna—. Por favor, mátame, que alguien me mate... —las lágrimas brotaron de sus ojos cerrados y se arrastraron por toda su cara desgarrada y ensangrentada.

Lily llegó a la escena junto a Jackass y levantó su pistola y disparó al cielo.

¡¡Calmaros!! —Lily apuntó a los presentes—. ¡¡O si no más de uno se convertirá en un sucio traidor!!

Los androides se miraron entre sí, nerviosos, hasta que el androide que vio todo tragó saliva y dio un paso al frente:

Se cayó por el barranco —se guardó el arma en su vaina—. No he podido hacer nada para pararlo.

Todo el mundo miró al androide. Nadie dijo nada. Wata tomó la iniciativa de bajar el arma y los demás hicieron lo mismo.
Conna se levantó con un Luis en brazos y justo en ese momento Wata se le adelantó:

Conna, perdón por desconfiar de ti —Wata le puso la mano en el hombro pero Conna le apartó violentamente y pasó de largo—. ... —miró hacía un lado, triste, apretó sus puños y agachó su cabeza, su semblante estaba ensombrecido—. Lo siento.

Los pocos androides que sabían de la existencia del humano, siguieron a Conna, la sangre seguía goteando del cuerpo de Luis, había dejado un rastro de muerte que nadie olvidaría jamás.

LA VERDAD PLAGADA DE DULCES MENTIRAS - Fanfic de NieR:Automata Ver1.1aNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ