No sabia que serias tu quien me salvaria

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No fue exactamente una decisión difícil para Vegas; ya se había decidido por los fideos instantáneos antes de entrar en la tienda.

Pero Pete parecía tener más dificultades para encontrar algo que deseaba. Entre el pasillo de dulces y el pasillo de comida instantánea, parecía que no podía decidirse por nada que quisiera, siguio caminando entre ellos.

"Sabes, ¿no tienes que tomar una decisión en este momento?" Vegas habló: "Solo consigue todas las cosas que quieras y lo que no termines, siempre puedes comerlo más tarde".

"Lo sé, pero urgh, ¿por qué es tan difícil decidirme?" Pete dijo frustrado causando que Vegas se riera un poco.

Por mucho que Vegas pensara en Pete como alguien inocente con un lado muy seductor, no se podía negar que el chico tenía un encanto adorable.

Después de agarrar un puñado de cosas diferentes, Pete y Vegas se dirigieron a pagar y luego se sentaron en una de las mesas cerca de la ventana.

Cuando Vegas le dio un mordisco a sus fideos, se volvió hacia Pete: "¿Cuál es el primer artículo en el menú de la cena?" preguntó sonriendo un poco.

Pete miró desconcertado los articulos. "No estoy seguro, ¿tal vez el pastel de chocolate?" trató de tomar una decisión.

"Suena como un plan", comentó Vegas mientras tomaba otro bocado.

"¿Cómo está tu cena?" Pete hablo. "Parecías saber exactamente lo que querías cuando entraste. ¿Son buenos esos fideos?" habló.

Vegas negó con la cabeza. "Quiero decir que no tienen nada de espectacular, solo solía comerlos a menudo en mis días de residencia y así me acostumbré al sabor", dijo, "¿Te importaría probar algunos?"

Pete parecía vacilante, pero estuvo de acuerdo cuando Vegas le entregó sus palillos. Luego también le dio un mordisco; sus ojos prácticamente brillaban ante el sabor.

"¿Te gusta?" Vegas preguntó riendo un poco por su reacción.

Pete asintió agresivamente, "¡Esto es tan bueno!" habló.

Vegas extendió su mano para alborotar su cabello, "Puedes terminarlos. Ni siquiera tenía tanta hambre en primer lugar", sonrió.

"Gracias, Dr. Theerapanyakun", dijo Pete mientras comía más fideos. "Por favor, puedes tomar cualquiera de los bocadillos que compré, no me importa".

Por cortesía, Vegas tomó una de las barras de chocolate que comió mientras observaba los autos que conducían por la calle desde la ventana. De alguna manera, tener a Pete a su lado lo hizo sentir mucho menos miserable y estresado. Habían pasado meses desde la última vez que se quedó despierto tan tarde y cenó en una tienda de conveniencia. Lo llevó de regreso a sus días de escuela de medicina; un momento más feliz en su vida antes de que ocurriera todo el drama con su ex.

"Voy a tomar una botella de agua, ¿puedo traerte una tambien?" Vegas le preguntó a Pete.

Pete asintió mientras vertía el resto del líquido en su boca. "Sí, por favor, doctor".

Cuando Vegas regresó, le entregó la botella al otro, "¿Terminaste de comer?" preguntó en broma mientras recogía la basura. Pete se mordió el labio avergonzado.

"Perdón por comerme tu cena". Dijo.

Vegas se limitó a sacudir la cabeza y alborotó el cabello de Pete antes de tirar la suciedad a la basura. 

"Está bien, Pete. Me alegro de que hayas encontrado algo para comer después de toda tu indecisión", agregó con una sonrisa.