PRÓLOGO - 5

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Lumina 181 estación de florecimiento del 1615

Anya y Matt corrían por entre los frondosos arboles. A contra flujo, los trabajadores escapaban de algo que aun no podían ver los hermanos. Cuando al fin dieron con el origen de los gritos se encontraron con dos siluetas altas, amorfas. Matt sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo. Sin mayor explicación el cielo de la zona se había nublado y la temperatura pareció haber bajando considerablemente. Anya le gritó algo pero Matt no entendió. Sus oídos zumbaban al tiempo que veía como el cabello de Anya se erizaba. Entonces lo comprendió. Un haz de luz los cegó un instante para después temblar por un estruendo pero tanto Matt como un par de trabajadores rezagados estaban ilesos. Anya los había protegido de una serie de rayos que cayeron sobre ellos.

-¿Estan bien?- preguntó Matt a los empleados, ambos asintieron con la cabeza y con apremio los levanto.

-Son...espectros - dijo Anya en voz baja mientras miraba a los atacantes fijamente como hipnotizada.

- Avisen a mi abuelo en cuanto lleguen a la casa - ordenó Matt a los trabajadores quienes emprendieron su huida corriendo. Miró hacia todos lados, solo quedaban ellos y esos seres, "No se que hacer...¡no se que hacer!" pensó Matt entrando en pánico, si no detenían a los espectros podían llegar hasta la casa principal y hacer más daño, sin embargo cuando miro a Anya algo hizo clic

- ¡Pero tú sí! ¿Qué te enseñaron en la guardia? ¿Cómo se matan?- le dijo obligándola a reaccionar.

- Ahhh...Solo mueren si les cortas el cuello.

Matt miró de prisa el suelo buscando algo que pudiera servir pero Anya fue más rápida, vio como su hermana con un gesto de mano jaló unas grandes tijeras de podar que yacían al pie de un árbol, las abrió y ejerció presión en cada asa hasta que las separo. Anya no dijo nada y solo puso un filosa hoja en las manos de su hermano. Matt giró y gritó para llamar la atención de los atacantes. Uno de los espectros cayó en el truco. La piel de Anya se encrespo cuando la figura los miro, o al menos eso parecía estar haciendo, una capucha tapaba casi por completo el rostro de aquella cosa y solo dos puntos que simulaban ojos de un violeta intenso se podían distinguir. Anya levantó sus manos para tratar de inmovilizar al ser y darle esa ventaja a Matt para atacar pero para su mala fortuna no funcionó y con una racha de viento la joven fue lanzada por el aire. Su filo de tijera quedo clavada muy arriba de un árbol mientras que Anya se había estampado de lleno contra el tronco.

- ¡Anya! - gritó Matt y entre el aturdimiento del golpe Anya pudo ver que de las manos de su hermano salían unos chispazos dorados que dirigió hacia los dos espectros obligándolos a retroceder. Matt corrió hasta estar a su lado justo cuando una fuerte ráfaga con hielo los empezó a golpear. Anya se levantó apoyándose del árbol que tenía tras de sí, dolida de las costillas por el golpe, sin embargo no perdió tiempo y creó una pared invisible para protegerlos de los bolas de granizo. Se tenía que ir pero el joven parecía tener otros planes.

- Hay que distraerlos, usa este tronco contra los dos espectros y yo me enfocaré en cortar el cuello del de enfrente ¿entendido? - dijo Matt y Anya asintió mientras extendía su mano sobre el árbol que en un instante se hizo añicos.

Con un ultimo intercambio de mirada los hermanos se pusieron en acción. Anya lanzó todos los trozos del árbol contra los espectros, y con la velocidad y la fuerza que imprimió la joven, se encajaron como estacas contra el enemigo. Matt por su parte aprovecho la oportunidad para cortar el cuello del espectro más cercano con su pedazo de tijera. El acto causo un ligero estallido que hizo trizas su "arma" y que los aventó de espaldas al suelo.

Matt sintió un efímero alivio que termino cuando el otro espectro les empezó a lanzar un ataque de filoso granizo. Anya sintió como cada pedazo le quebraba la piel. Ambos estaban llenos de cortadas, con frío y empapados de pies a cabeza, en ese estado era evidente que su enlace ya estaba debilitado. No tenían ni la fuerza física ni el poder para seguir peleando.

Matt entonces tomó su mano, la levantó y empezó a correr en dirección contraria a la casa esperanzado de que el espectro los siguiera. Anduvieron unos minutos de prisa, "por fortuna" con el espectros tras ellos, quien los acechaba mientras se adentraban más y más en el área boscosa de la finca. Anya se dejo guiar, terminando finalmente en una construcción que lucía bastante resistente. Agotados buscaron cobijo dentro pero mientras trataban de retomar la respiración un ruido los estremeció.

- Matt... - dijo Anya en voz baja, con la mirada clavada en la figura alta y obscura frente a ellos.

- Corre - dijo Matt y la empujo más hacia adentro del lugar. Haciendo su mejor esfuerzo Anya se apresuró pero una ráfaga la golpeo por la espalda disparándola hacia la pared, a unos metros de ella terminó Matt. El espectro caminaba lentamente hacia ellos, o al menos eso pensó Matt ya que no podía ver si tenia pies. Trato de incorporarse pero estaba mareado, Anya por su parte estaba noqueada. Nervioso empezó a palmar el suelo. Tomo algunas piedras y las lanzo. El esfuerzo era en vano, la extraña amenaza seguía firme en su andar. Matt contuvo el aliento cuando la cosa camino junto a Anya sin embargo no le prestó atención, la paso por alto para luego doblar en una esquina. Matt volvió a respirar.

- Ah...- escucho quejarse a Anya. Apoyándose en la pared Matt llego a ella.

- Tenemos que irnos, rápido - dijo Matt jalándola del suelo. Anya lucía confundida pero no herida de gravedad.

- Nos estamos inundando - dijo Anya al sentir que su pantalón se empapaba. Matt no hablo, tenía su atención centrada en salir del lugar. Tan solo habían dado unos pasos cuando un frío recorrió su espalda, sin necesidad de voltear supo que la figura había regresado. Apresuró su marcha pero al ver una habitación tomo la decisión de refugiarse allí. El lugar no tenía techo y el suelo se sentía diferente, Matt indicó a Anya que se agazapara en una esquina, mientras que él se quedó al lado de la puerta. Su pulso estaba muy acelerado, cerró los ojos tratando de calmarse pero su concentración se acabo cuando la puerta explotó. Astillas volaron por toda la habitación. Matt quien se había agachado de la impresión, tomo un trozo algo grande de madera para usarla como una suerte de arma. Anya había hecho lo mismo, la joven ya estaba de pie empuñando un desecho como una estaca. La figura pareció notarlos por primera vez y lanzó un chillido tan agudo que los dos jóvenes se retorcieron de dolor, entonces el suelo tembló. Matt tardó un instante en procesar que estaba cayendo.

- ¡Matt! - grito Anya quitándose escombros de encima.

-¡Aquí! - respondió Matt atrapado entre un par de losas. Anya llego pronto a su auxilio y sacando fuerzas de quién sabe dónde logró liberarlo. Entonces Matt analizo el entorno, habían terminado en una cueva. No se veía su atacante.

- Busquemos una salida- dijo Anya palpando la pared para empezar a andar, hasta que un brillo llamo su atención. Al fondo del pasillo incrustado en la pared parecía haber algo, cuando se acercaron lo suficiente pudieron ver que eran unas dagas. Anya estiró su mano para tocarlas.

- ¿Las puedes sacar? - preguntó Matt emocionado, unas verdaderas armas les vendrían bien si se topaban con el espectro.

- Lo intentaré...- respondió Anya, después levantó sus manos y se concentró, muy lentamente las armas se empezaron a despegar de la pared, eran dos pares de dagas, con las hojas de un brillo plateado que rompía con la oscuridad del lugar. Una vez libres, Matt tomo un par y Anya el otro. Eran ligeras y con empuñaduras que aunque no se podían ver se sentían con relieves grabados y piedras. Las armas se ajustaba como guantes a la medida. Completamente distraídos por su descubrimiento ninguno de los dos noto que tenían compañía. Otra vez un chillido precedió un centelleo pero antes de que pudieran girar y atacar alguien se puso entre ellos y la figura, lanzando de sus manos unos latigazos de fuego que hicieron retroceder al atacante. Luego de nueva cuenta oscuridad y finalmente un ligero estallido. Los hermanos cayeron de bruces. El salvador se acercó a ellos, se hincó y fue cuando Matt puedo ver que llevaba la cara cubierta por una capucha. El joven hizo por pararse pero el hombre le puso la mano en la cabeza, susurró algo, y Matt perdió la conciencia al instante. 

Reinos y Eras - Libro 1Where stories live. Discover now