Luego de asistir a un concierto, Miriam se verá envuelta en un altercado que la dejará muy mal herida.
Al recuperar la consciencia se sorprenderá al ver que no está en su cama, ni en su casa... ni en su universo.
Con una nueva vida y trabajando con...
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[TW: contenido sexual]
* ˚ ✦Bill✦ * ˚
El golpe de mi palma contra su trasero resuena en una habitación repleta de gemidos excitantes sin detener mis movimientos haciéndola soltar un profundo y gutural quejido proveniente de lo más hondo de su garganta. Enredo su largo cabello negro en mi puño jalando su cabeza hacia atrás casi pudiendo juntar nuestras miradas.
—No pares, no pares, no pares, por favor no pares... —suplica con la voz entrecortada a causa de mis bruscos movimientos y, por supuesto, lo exhausta que está. Sus puños se cierran en la sábana por sobre su cabeza aplastada contra el colchón en cuanto mi mano deja su cabello y empuja su espalda más abajo humedeciendo aún más mi palma con su sudor—. Bill, Bill, Bill, ¡Aahgg!
—Bill —Me despierto de un salto sentándome en el sofá completamente estupefacto al escuchar su voz mucho más real que hace tan sólo unos segundos—, lo siento no quise despertarte, venía a ver como estábas... ¿Bill? —Asiento inmediatamente cubriendo aún más mi cuerpo con la suave manta, cohibido por su repentina presencia—, ¿Estás bien? —Vuelvo a asentir apresuradamente—. Perfecto, porque tengo una mini reunión y los chicos quieren ensayar ¿Te apuntas? —Continúa hablando pero pierdo la concentración escuchando sólo balbuseos en cuanto se agacha para recoger un par de cables por debajo del piano. Inconscientemente mis ojos se van a su falda que se sube por sus muslos dejando a la vista más de lo que de seguro ella quiere que se vea.
«—...Más rápido, más rápido, Bill, Bill, Bill...»
—Bill —Sacudo mi cabeza desviando la mirada de su cuerpo, llevo una mano a mi boca cubriéndola al no lograr que se cerrara de inmediato tragando saliva duramente—, ¿Te apuntas al ensayo? ¿Ya te sientes mejor?
—Y-yo —Carraspeo intentando que mi voz no suene tan ronca y temblorosa— si, por supuesto, ya todo está bien —Sonríe ante mi respuesta.
—Perfecto, nos vemos en un rato entonces, le avisaré a los chicos que vengan.
—Mir... —llamo su atención algo apenado—, lo... lo siento por lo que pude haber causado.
—Hablamos después ¿Si? —Asiento entendiendo que no he actuado tan bien al parecer a juzgar por su repentina expresión de seriedad.
En cuanto sale de la sala dejo escapar un pesado suspiro soltando las mantas que hasta el momento tenía aferradas a mi cuerpo.
Estoy muy sudado, apesto a alcohol y mi cabeza duele como los mil demonios pero nada de eso se compara con la enorme erección que tengo en estos momentos entre mis piernas a causa del sueño húmedo que acabo de tener con... con Miriam.
