cap.21

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Pov. Alexia

Mañana Alex hará dos años, ya es todo un hombresito. Está muy gracioso, es todo un charlatán aún que no se entiende ni la mitad de lo que dice y mas si mezcla tres idiomas, él no calla ingles, castellano o catalan, la cuestión es hablar. Serán los genes de Paula, si él quiere será un gran comunicador al igual que su madre.

Por su cumpleaños no haremos ninguna gran fiesta ni nada por el estilo. Esta tarde iré en tren hasta Londres, para mañana pasar el día con él y con Paula. Solo haremos una comida para celebrar su día junto a Sara y AnaMaria.
Lo que nunca imaginé sería en lo distinto que terminaría ese día en como lo habría imaginado...

Llegué a primera hora a la estación de Euston y como siempre allí estaba Pau con un Alex impaciente por salir corriendo del agarré de su madre.
-mamá!!!mamá!!!-intentaba soltarse sin éxito para correr hacia mí-.
-espera un segundo peque, que aquí hay mucha gente.- intentaba explicarle paula-.
-mamá!!!-seguía gritando-.
Cuando ya estaba cerca de ellos me agaché esperando que Paula lo soltara y él saliera corriendo para darme un gran abrazo.
-hola mi amor, que grande estás?- dije levantándome del suelo-. Me das un beso?-Alex no tardó en dejarle toda la cara llena de besos, mientras Paula solo podia sonreír viéndonos en la distancia-.
-estas preciosa!-me dijo Paula acercándose para darme un tierno beso-.
-tu si que estas guapa. Nos vamos?!

A las siete de la tarde Alex ya no dejaba de bostezar, se notaba que estaba cansado. No quería despegarse de mí, últimamente creo que se comporta así por miedo que al despertarse ya no esté, pero aun es muy pequeño para pensar así, verdad?. Su cansancio podía con el y antes de las ocho ya estaba durmiendo.
Desperté al sentir una patada en mi cara, aún era negra noche y me costó unos segundos descubrir que pasó. Paula seguía dormida y en medio de las dos un Alex revoltoso dormía plácidamente. 

-Buenos días!-dije al ver como intentaba despertar Paula-
-que hora és?
-Las 7am
-que raro que siga durmiendo, a esas horas ya tiene hambre.
-cuando lo trajiste aquí?- pregunté señalando a Alex-.
-a las dos aproximadamente, creo que tuvo una pesadilla.
-lo siento, no me he enterado de nada.
-últimamente llora hasta que lo traigo en la cama, creo que lo estoy mal acostumbrando.
Voy a preparar el desayuno, te ocupas tu de él?
-claro, pero estamos de fiesta, no hay prisa, Pau
-si que la hay! A las ocho y media vendrá Sara y se llevará a Alex hasta la hora de comer.- pensó si seguía hablando-. Dice que así tenemos la excusa de preparar la comida de cumpleaños y tenemos tiempo de disfrutar de "nuestra soledad" así entre comillas-siguió riendo a carcajadas-.
-vaya-conteste juguetona.- pues tendremos de hacerle caso.-dije acercándome a ella con claras intenciones-.
-A-ha! para eso tendrás de prepararte y ayudarme con el niño-.
Paula se fue como un cohete a la cocina, la veía rara, algo le pasaba... no la quise atosigar, así que desperté a nuestro niño, le puse bien guapo, me puse ropa cómoda pero que arreglara un poco y fui a donde Paula. Cuando me acercaba la escuche hablar por teléfono.
-si, a las cinco de la tarde estaremos allí. Seguro que la documentación está toda y no falta nada más? Te tengo de dejar que creo que ya baja?- dijo colgando el teléfono al escuchar mis pasos-.
-todo bien?- pregunté pensando que tenía algún problema con el trabajo-. Espero que le hayas dejado claro a James que hoy no trabajas
-que qué?...ah, sí... aj está ya se ocupa el de todo
-seguro no pasa nada? Estas rara, amor
-seguro. Venga vamos a darle de comer a nuestro hombresito.

Decidí creerla y no volví a preguntar nada. Mis alarmas se volvieron a encender cuando Sara recogió a Alex. Las vi cuchichear un par de veces, callandose de golpe cuando yo me acercaba. Para al final, a escondidas darle una bolsita blanca parecida a la del supermercado. Volví a preguntar que estaba sucediendo, segui sin respuesta, al menos ninguna que me convenciera o sonara creible. Sabía que si insistía más, Paula se cerraría en banda y luego seguro que no conseguiría nada. Así que me propuse disfrutar de la mañana y hacer que Pau disfrutará tanto o mas que yo. Y así lo hicimos, regalándonos todo el cariño y amor que tenemos. Ya descubriría que le pasaba.
-Guau!!-dije al verla salir de la habitación con un vestido azul marino que remarcaba su silueta-. Tu quieres matarme!?
-te gusta?-dijo acercándose a mí con mucho peligro, yo tragé fuerte y ella se rió al ver el efecto que seguía causandome-. Espero que te pongas a mi altura. Yo también quiero presumir de mujer. No pensaras ir en vaqueros? Porque no te pones ese vestido que tanto me gusta?
Yo seguía mirándola embobada, negué sin ser capaz de decir nada. Y fui a la habitación  a cambiarme. La verdad es que lo note exagerado, ir tan arreglado para una comida con Sara y AnaMaria por muy aniversario del peque que fuera...pero si a mí Paula le hacía ilusión, quien era yo para no hacerla feliz?!. Me puse el vestido negro, un poquito de maquillaje y me ondulé el pelo.
Sara y AnaMaria también se pusieron preciosas Sara con un vestido rojo y Anamaria con un mono ajustado de color marrón.
-Las obligarte también con su vestimenta?- Le dije a Pau al verlas-.
-Pues claro!-contestó obvia-. En el día de hoy se tiene de ir bien elegante.
-donde está mi niño bonito?- dije con intención de sacarlo del cochecito-.
-espera Ale!-dijo AnaMaria alejándome del niño-.
-que os pasa hoy a todas?-dije pues cada una tenía un comportamiento más raro-.
-nada! Que nos va a pasar- decía mientras aún me frenaba-.
-bueno, tranquila- dijo al ver a Paula detrás de mí-. Si tanto quieres ver a tu niño...
-locas- le dije a Paula señalando a nuestras amigas-. Están todas locas.-Paula sacó una risa nerviosa, algo pasaba y yo era la única que no sabía el qué y eso me tensaba-. Mi amor que haces tan abrigado-le dije al niño que estaba con su abrigo bien abrochado con el calor que hacía dentro de casa-. Ven que te saco el abrigo.
Lo desabroche y le saqué el abrigo. Que raro pensé, lleva una blusa distinta a la que yo le puse esta mañana. Esta era blanca con unas letras negras. Mis ojos fueron a leer su camiseta. (Mama, quieres casarte hoy con mama). Casi me desmayo al leerlo, me doy la vuelta para saber que era eso y Paula estaba con su rodilla izquierda en el suelo y con una caja roja en sus manos donde dentro mostraba un anillo de plata precioso.
-vas a contestar a nuestro hijo?- dijo intentando sacarme de ese trance-. Quieres casarte conmigo?
Me lance encima de ella y le di un gran beso en sus labios.
-eso es un sí?
-claro que es un sí!-decía sin parar de besarla-. Siempre em casaria contigo.-mientras Sara y AnaMaria estaban gritando euforicas haciendo participe de la celebracion a Alex, un recuerdo me vino a la mente-. Pau, pero esta vez vamos a hacerlo bien, porfavor, que la última vez...
-no pasará!-dijo convencida cortando mi frase-.
-la última vez tampoco tenía de pasar... no soportaría volver a perderte.
-no pasara- dijo agarandome de la cara para darme un pico.-
-como puedes estar tan segura
-porque no tendremos tiempo para estropearlo- dijo con una gran sonrisa-. Vuelve a leer la camiseta.
Me giré para ver a nuestro hijo y volver a leerla. Hoy ponía hoy!!! Me gire de nuevo encontandome a una Paula ahora ya más tranquila y sonriente.
-si quieres, hoy a las cinco en el ayuntamiento nos casamos.
-pero! Y nuestra gente, tus padres, tu hermano, mi madre y mi hermana...nos mataran.
-no que va!! Lo saben. Sara está obligada a enviarles un video y nosotras en hacer una celebración a lo grande en Barcelona donde renovaremos los votos.
-madre mía! -Dije al darme cuenta- que me caso! Jajajaja AnaMaria que me caso!! -Salté abrazando a mi amiga-
-si, ya lo veo ya- decía riendo-. Y como regalo de boda, Sara y yo nos quedamos esta noche con el peque. Así podéis.. pasarlo bien.

No se hasta que punto me sabía mal por el niño, le habíamos robado todo el protagonismo en su día del cumpleaños, pero como dice Paula con dos años no te enteras de nada y nuestra boda es solo este año los demás se celebrara solo su cumple. Así que preparamos el pastel, pusimos dos velitas le ayudamos a soplar, para luego ya presa de los nervios dirigirnos a ese ayuntamiento y convertirme así en la mujer de Paula. 







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