25: Tormenta

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"Me gustas tú."

Jimin frunció su ceño y se concentró en su reflejo. Sus brazos se movieron con fuerza de un lado a otro mientras intentaba que la música que inundaba el lugar nublara sus pensamientos. Pero estaba fallando.

"¿Era eso lo que querías escuchar?"

Pudo sentir la presión en sus oídos de nuevo. No importaba cuántas horas hubiesen pasado desde la conversación del día anterior, su recuerdo era suficiente para que su corazón se volviera insoportable. Sus latidos se aceleraban y sus manos comenzaban a cosquillear.

Vio como su cuerpo se movía en conjunto con la música, pero no lograba conectarse con ella. El resto de los chicos a su alrededor parecían tan concentrados como él; eran solo tres los que despegaban la vista de su propio reflejo para ver a los demás.

Cuando la coreografía terminó, el chico que quedó en el centro para la pose final soltó un gruñido.

—M.B —Hoseok frunció el ceño—, el baile está mal.

M.B, que había pasado los minutos analizando a la fraternidad en conjunto, alzó sus cejas en sorpresa. El sudor se concentraba en su sien y su pecho se movía en un agitado vaivén.

—El baile está bien —corrigió con incrédula molestia—. No puedes culpar a los pasos por tu descoordinación.

—Rocky —volvió a hablar el líder, ahora más irritado—. ¿Por qué él hizo la coreografía? ¿Crees que estos movimientos reflejan a un Aurum? Es evidente que no la has hecho tú.

Ante la acusación, M.B apretó su mandíbula y apartó la mirada. Era consciente de la presión que existía sobre cada uno de ellos ahora que el final de la competencia se acercaba, por lo que sabía que Jung Hoseok no era más que una bomba contrarreloj.

—Tiene talento —respondió Rocky señalando al chico—. M.B siempre-...

—¡No lo suficiente!

—Hoseok —Jimin habló con seriedad desde una esquina de la formación. Su voz salió grave y rasposa, amenazante—. Si hay algo que falta aquí no es el talento de M.B. Es la presencia de un líder.

Normalmente, Park solía guardar silencio durante las peleas fraternales; no le importaban y sabía que M.B podía defenderse si era necesario. Pero hoy su mente era más caótica de lo que podía soportar.

—Tú no hables —Hoseok se acercó a él desafiante y lo empujó por los hombros—. ¡Llegas tarde sabiendo la importancia de esta noche! ¡Los Exploziv están una posición bajo nosotros! ¡¿Sabes lo que significa?! ¡Es por ti que nos no tenemos coordinación!

—¡Sácame si no te gusta! —Jimin le devolvió el empujón, presionando su pecho con fuerza. Hoseok dio unos pasos atrás para no perder el equilibrio.

El ceño del líder se frunció como nunca y volvió a acercarse al chico, tomándolo por el cuello de la camisa y pegando su espalda a la pared agresivamente. El lugar quedó en un tenso silencio ante la escena, expectantes. Los chicos estaban inmóviles, echándose fuego con la mirada. Jimin observaba a Hoseok desde abajo, sin una pizca de inferioridad.

—No te necesitamos, no te sientas importante —murmuró Hoseok, igual de amenazante—. Cuida lo que dices, Park.

Jimin apretó su mandíbula y tomó las muñecas del chico, apartando sus manos con brusquedad.

—Pruébalo —lo desafió antes de caminar fuera de la sala de ensayo, empujando a Hoseok con el hombro.

El líder quedó inmóvil, odiando la fascinación con la que el resto de los chicos observaba la osadía de Jimin. Cuando la puerta fue cerrada, el silencio los rodeó por unos segundos.

—¡¿Qué creen que hacen quietos?! —ladró— Tenemos una coreografía que presentar.

De inmediato, volvió a plantarse en frente de la formación y retomaron el ensayo.

Park Jimin pudo escuchar la música comenzando desde cero mientras caminaba por el pasillo. Llevaba sus puños apretados y murmuraba incoherencias a regañadientes. Estaba frustrado, su mente era un caos. Cerró la puerta de su habitación tras de sí y se sentó en la cama. Estaba acostumbrado a la actitud problemática de Hoseok y aunque no acostumbraba a explotar de esa manera, en cuanto dejó la sala de ensayo todo pasó a segundo plano.

No le importaba la frustración del líder, ella era quien lo tenía fuera de sus casillas. Keith no había dejado su mente desde el día anterior; sus palabras se repetían una y otra vez en su interior.

"Sí, estamos juntos."

Por algún motivo, no podía avanzar. Estaba atrapado en la sensación de ese momento. Era algo inexplicable que nunca había sentido. Como si acabase de perder en un juego que desconocía estar jugando.

"¿Era eso lo que querías escuchar?"

Claro que no. ¿Pero qué quería escuchar? Quizás nada. En solo unos minutos Keith le había hecho experimentar diferentes sensaciones, haciéndole pensar de más. Demasiado.

"Sabes dónde encontrarme."

"Pero no esperaré por ti, Jimin."

Pasó las manos agresivamente por su rostro y gruñó, estaba acorralado. Había pasado años ignorando su interior; su cerebro y corazón yacían bajo un telón. Pero repentinamente, una chica sin miedo a enfrentarlo se infiltró entre la pesada tela y su indiferencia.

Estaba jodido.

Jimin se levantó y salió de su habitación. Podía sentir que la nube negra que flotaba sobre él comenzaba a expandirse, generando una neblina a su alrededor. No estaba conectado con su presente, sus pensamientos estaban tomando el control de todo, y no le gustaba.

Caminó abrumado por el pasillo y salió de la casa Aurum. Necesitaba conseguir algo de aire fresco, algo con lo que pudiera despejar su visión, calmar su pecho.

Sin embargo, cuando abrió la puerta, sus ojos chocaron con la figura de un chico.

Kihyun estaba esperando por él a unos pasos de la entrada. Jimin notó la carpeta que llevaba bajo el brazo y frunció el ceño. La nube sobre su cabeza comenzó a relampaguear en cuanto lo vio sonreír.

LONE WOLF «Park Jimin»حيث تعيش القصص. اكتشف الآن