Capítulo: XVI

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[ • POV: Hefesto • ]


Estuve un rato más disfrutando de la fiesta, la mayoría de invitados quedaron demasiado borrachos hasta el punto de quedarse dormidos. Por lo que los que aún estaban medio sobrios fueron retirándose a sus casas/templos, yo también iba a retirarme a mi hogar sin embargo note como Hestia se quedó dormida. Un mito se me vino a la cabeza al acordarme de lo que casi-abuso que estuvo a punto de sufrir de no ser por ese burro, lo que me llevo a pensar.

¿Realmente Hestia es poderosa?…

Recuerdo que en la mayoría de historias (fanfics mayormente), escribían que Hestia era una de las más poderosas del Olimpo. Pero en la mitología decía que ella no se enfrentó, si no que más bien huyó de…

¿?: ¡Hey Hefesto ¿como te va?!

Una voz masculina se oyó a mis espaldas mientras me daba palmadas en la espalda en señal de "amistad", maldije en mis  adentros mientras rogaba que no sé quién estuviera pensando y para mí desgracia si lo era.

Yo:  hey priapo - hablé con un sonrisa falsa.

Priapo: vaya, vaya, vaya… veo que Hestia se quedó dormida - dijo mientras la veía dormir.

Yo: así es —hablé con desconfianza— ya me voy… - dije mientras me levantaba de mi silla.

Priapo: claro, buenas noches - dijo con una sonrisa.

Priapo no lo sabía pero podía ver sus pensamientos, ver sus verdaderas intenciones y de ningún modo pienso dejar que las cumpla. Sin más que decir sacudí un poco a Hestia para que despierte pero no lo hacía, estaba profundamente dormida…

Priapo: parece que no despertara (mejor para mí) - dijo con voz normal pero en sus adentros lo decía de forma pervertida.

Yo: eso parece… bueno no me deja más alternativa - me exprese con un poco de cansancio y frustración por la actitud de priapo.

Sin más levanté a Hestia en estilo nupcial ante la mirada sorprendida de Priapo, me dispuse a irme del lugar buscando a Atenea o Artemisa para que se encarguen de ella pero no las veía por ningún lado.

Priapo: espera te la vas a llevar - hablo con tono sorprendido.

Yo: si la llevaré con Atenea o Artemisa… que hay algún problema - con tono tranquilo pero mi mirada era amenazante.

Priapo: n-n-no… por supuesto que no… porque tendría problemas con eso… de hecho parece una decisión correcta - tartamudeo con mucho temor por mi mirada.

Yo: bien entonces - dije para retirarme.

A pesar de que estaba de espaldas pude notar como Priapo me lanzaba comentarios de odio, así de cómo maldecía su suerte. Preferí ignorarlo mientras seguía buscando con mi mirada a Artemisa o Atenea, mí fortuna las encontré, lo malo bueno. Artemisa estaba ebria apenas pudiendo caminar, (parece que bebió de más), Atenea estaba casi igual sólo que un poco más sobria.

Amabas caminaban abrazadas posiblemente para evitar tambalearse o algo parecido, mientras tenía una mirada en blanco por la incredulidad y reía en mis adentros ya que nunca me las imaginé verlas así. Me acerqué a ellas y bueno ya sabrán cómo actúa la gente borracha…

Artemisa: hefy… hip… si que la pasamos en… hip… grande en la… hip… fiesta de hoy cierto… hip… - me habló con un tono cariñoso.

Atenea: veo… hip… que llevas a Hestia… hip… gracias por ser el mejor amigo del mundo - me dijo mientras trataba de abrazarme.

El alcohol si que es de cambiarte de una personalidad a otra, trate de no reírme y la pregunta era que se supone que haga con las tres ahora. Podría llevarlas a sus respectivos templos así pero parece que esas dos se van a desmayar y bueno solo me queda una opción.

Mi vida cómo: "El dios de la forja" Where stories live. Discover now