Capítulo I

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Había pasado tres años después de que las ninfas me llevarán a lemnos, era una isla no tan habitada había un que otra casa (de la época). Yo vivía en una de ellas apartadas del pequeño pueblo que tenía, la isla no era la más grande pero tampoco la más pequeña. Contaba con cuevas, montañas, había un que otro mini volcán, no eran peligrosos siempre cuando no se acercaran tanto.

Todos estos volcanes se encontraban dentro de algunas cuevas, era un suministro de lava natural, lo que sin dudas era lo que llamaba mi atención y curiosidad a pesar de ya tener una omni-ciencia de nivel ¿Multiversal tal vez?.

La vida que tenía en este lugar era muy tranquila como la que tendría un niño normal, ahora yo tenía tres años de edad me encontraba en una cueva de la isla. Me dedicaba a practicar mis habilidades en la herrería pero no fue nada fácil, el trabajo de herrería llevaba mucho práctica y paciencia para que los resultados fueran satisfactorios.

No hacía falta explicar que al principio todas las armas pequeñas y joyas terminaban siendo objetos inservibles e incluso horribles, me llevo mucha práctica para poder dominarla hasta que simplemente un día ya me empezaron a salir a la perfección.

Practicar con mis poderes también fueron como un reto para mi, ahora podía usar tanto el poder del Beyonder como el del Alien X a un 75%. Aún me falta practicar para manejar bien mi poder, pero aún faltan cosas que debía solucionar ya que una idea había cruzada por mi mente.

Yo: ¿podré volver a casa?…

Recordé que el Beyonder al igual que el Alien X, tenían la capacidad de viajar por diferentes universos. Entonces eso significa que podría volver a mi universo…  no lo sabía y tampoco sabría que consecuencias podría traer esto.

Yo: sea lo que sea, es mejor dejarlo en la incógnita… -dije serio- ahora yo debo concentrarme en otra cosa…

Estuve pensando en alguna forma de obtener la omnipresencia del Beyonder, tengo en cuenta que el Beyonder solo es omnipresente en su dimensión pero saliendo de ahí ya no sé nada en lo absoluto. Si así era así la cosa como yo podría obtener la omnipresencia, la única manera sería ir a esa dimensión.

Si bien no era omnipresente eso no significa que fuera lento, soy capaz de moverme a velocidades muy superiores a la mismísima luz. Pero se me acaba de ocurrir algo, que tal si utilizo mis poderes para tratar de obtener omnipresencia.

Podría funcionar estaría usando una especie de aura o no se como lo llamen para obtener omnipresencia, utilizando la manipulación de la realidad, tiempo, espacio y materia. Primero trataría de ver si eso funcionaba en la isla de lemnos, si tenía resultados positivos comenzaría a expandir toda esa aura por el planeta y luego por el universo.



[ … ]


15 años después

Ya había pasado un largo tiempo actualmente ya tenía 18 años, mi plan que había propuesto tiempo atrás había funcionado, yo ya soy casi-omnipresente si digo casi porque solamente lo soy cuando estoy en la isla de Lemnos. Todavía no había esparcido toda el aura por el mundo, la razón era porque me estaba intentando acostumbrar a esto de ser omnipresente.

Se sentía demasiado extraño… sería muy díficil explicar con palabras que se siente estar por todos lados al mismo tiempo, estoy en mi taller, en mi casa, en la playa de la isla, etc. Llegue a un punto que pensé que me volvería loco, tanto mi presencia al igual que mi conciencia están por todas partes. Por ende se muy bien que están haciendo todos los habitantes de Lemnos, ahora físicamente hablando estoy en mi taller haciendo unas joyas que unas ninfas me habían pedido y a la vez le hacía regalos a Tetis y Eurinome.

Mi vida cómo: "El dios de la forja" Where stories live. Discover now