[⚠️TW] FreakShow

Acto 26

Fede daba pequeños saltos mientras acompañaba a Félix hacia el cuarto de Jackson. El menor parecía distraído, puesto a que seguía pensando de donde y como salieron las almas perdidas, y el cómo una corrupta era tan diferente de una normal. -¿Que crees que haya sido? ¿Su compuesto químico?-. Preguntó Félix al contrario. El albino sólo lo miró confundido. -Estamos igual...-. Suspiró el peli-rosado. Mientras seguían el rumbo, en un momento dado se hicieron a un lado, puesto a que se podía oír desde lejos a Puppet. -El día que deje de correr será el día en el que este muerto-. Rió Félix. Una vez pasó, al volver a caminar se detuvieron. No había aparecido únicamente Puppet, sino que Osmar también se asomó. -¡Hombre tío! ¿Que tal las cosas con tu padre?-. Sonrió Félix. El chico se acercó. -Bueno, lo dejé a solas para que vaya explorando más libremente el lugar-. Respondió el peli-morado. -¿Que tal ustedes? ¿A donde van?-. Félix le puso una cara pícara. -A ver a tu novio-. El contrario le tapó la boca. -¡No lo digas tan alto!-. Se podía dar cuenta de que el peli-rosado se estaba riendo con la boca tapada. -Bueno... Yo también iba a ir a verlo...-. Confesó Osmar, con algo de vergüenza en su rostro. -Guay, te acompañamos si quieres-. Agregó Félix. El peli-morado aceptó la propuesta.

-Por cierto, ¿No tendrás alguna sobra por ahí? El enano me dejó muerto de hambre...-. Susurró Félix. Osmar se rió. -Toma, me lo dio Joy cuando volvimos-. Acto seguido saco un par de caramelos de su bolsillo. -Algo es algo-. Sonrió el peli-rosado. -Oye... Cuéntame más de Joy. Es la prima de Gadiel ¿No?-. Osmar asintió mientras Félix devoraba los caramelos. Realmente tenía hambre. -Es un amor de persona. Siempre dispuesta a ayudar a cualquiera. Pero Gadiel... No la deja socializar mucho...-. Explicó. -¿Un celoso de mierda?-. Reprochó Félix. -Bastante-. Añadió Osmar. -Si alguna vez te encuentras con ella, sólo saludala... Si Gadiel te ve hablando con Joy eres pollo frito-. Finalizó. -Gadiel no debería aplicarle un poder a su prima, eso es ser un puñetero controlador-. Refunfuñó Félix. El peli-morado asintió y dejó escapar un suspiro. -Lamentablemente aquí todo se rige por poder. Fede también lo aplica contigo-. Comentó. Félix se quedó pensando, puesto a que su amigo tenía toda la razón y no quería aceptarla así de simple. -Bueno... A veces puedo controlarlo...-. Añadió Félix. -A veces...-. Recalcó el contrario. El peli-rosado se quedó callado, mirando de reojo de vez en cuando al albino, quién seguía dando pequeños saltos al caminar, distrayéndose de todo en el proceso. No puede ser que alguien tan inocente sea tan malo ¿No?. Paso un buen rato antes de llegar al cuarto de Jackson; cruzaron de nuevo la oficina de Puppet, cerraron algunas puertas que algunos despistados se dejaron abiertas y se toparon con algunos otros integrantes del circo, los cuales se presentaron más formalmente con Félix. -¿Entonces te llamas Byron? ¿Y regalas globos por aquí?-. Preguntó el peli-rosado. El chico contrario, quién llevaba un gorro y camisa a rayas de colores azul y rojo asintió, ofreciéndole uno de sus globos en el proceso. -Oh, que agradable sujeto-. Sonrió Félix, tomando uno de ellos. -Gracias...-. Fue lo único que soltó de su boca. -¡Un placer Byron!-. Finalizó Félix, alejándose para continuar su camino. -Que curioso, no se le veían los ojos con todo el pelo que llevaba en la frente-. Comentó. Osmar asintió. -Sólo Nozomi le ha visto la cara-. El contrario alzó una ceja. -¿Quién era Nozomi?-. El peli-morado volteó a verlo. -La chica partida en dos-. No tuvo que pensar mucho para deducir de quién se trataba. -Oh... -. Fue lo único que soltó Félix. Los pensamientos del chico se cortaron al ver en frente la puerta metálica del cuarto de Jackson. -Estaba lejitos ¿eh?-. Osmar rió. -Yo me hospedo al lado de él, tu cuarto está en el otro pasillo-. Explicó. -No vale...-. Respondió el peli-rosado. Dicho esto, Osmar tocó la puerta con bastante fuerza, pero a pesar de ello, nadie respondió. -Perfecto, vinimos aquí para nada-. Rió Osmar. -¿Como que para nada?-. Preguntó Félix. El contrario se dirigió a él. -Jackson salió-. Félix no respondió, sólo de quedó refunfuñando en su interior. -Peeeeero, se donde puede estar-. Comentó guiñando un ojo. -No es muy lejos, sígueme-. Finalizó. Félix y Fede se miraron entre si, subiendo y bajando los hombros tras lo confuso del asunto, y sin más dilación, volvieron a prender ruta junto a Osmar.

-Oh wow... Que bonito-. Comentó Félix. Fede alzó una ceja con un tono molesto. No le agradaba que alguien más entretuviera a Félix. Osmar, quién parecía en shock, retomó la compostura y se acercó a Jackson, quién observaba la vieja guitarra que portaba. El chico no tardó en darse cuenta de la presencia de Osmar, pero antes de siquiera poder emitir una palabra, Osmar colocó una de sus manos en las frías mejillas del contrario. -Te extrañe... Demasiado... -. El chico no respondió.

-Que bonito es el amor-. Suspiró Félix con voz pícara. -¿No lo crees Fefi?-. agregó, volteando a ver a su pareja, quién se veía molesto y aburrido por la situación. -Que dramático...-. volvió a suspirar, esta vez con un tono burlón. Félix se esperaba que Fede le pateara o le chillara de alguna manera rara como respuesta, pero en vez de eso, el chico se pegó a él y lo tomó de la camisa, ocultando su cara en ella. -Aww, que lindo-. soltó Félix. Al voltear de vuelta a la otra pareja, noto que ambos se arrimaban a él, en especial Jackson, quién parecía que quería hablarle. -Gracias Félix... Por todo... -. Soltó el chico, colocando una leve sonrisa con algo de esfuerzo. Félix reaccionó por impulso, y le dió un abrazo casi instantáneamente de que terminara su oración. -Gracias a ustedes... Por todo... -. Comentó. Osmar sonrió al ver que ambos chicos se comenzaban a llevar bien, después de todo, parecía que Félix había encontrado a un grupo de amigos de verdad. Fede se quedó mirando, con una rabia interna que se le iba acumulando en cuanto más tiempo pasaba. Jackson lo notó, y para no armar peleas se separó de Félix discretamente. -Gracias... -. Finalizó. Félix le devolvió una sonrisa. Poco después, alguien picó a la puerta de manera brusca. -¡Cuida las puertas Puppet!-. Chilló Osmar, aún que la cara de él y de todos en la habitación cambió rotundamente en cuanto la persona abrió la puerta, puesto a que no se trataba de nadie más ni nadie menos que Gadiel, con cierta preocupación en su rostro y un nerviosismo que tardó poco en pegarle a los demás.