Ella nació en la tierra y murió en el mismo lugar. Pero ahora ha regresado y se encuentra cautiva en manos de Quaritch, quien piensa usar sus habilidades para destruir Pandora, y con ello, a Jake Sully y su familia.
Neteyam ha crecido y ya no es un...
You've ruined my life by not being mine. – Gorgeous
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CAPITULO 9. Somos uno.
Cadete
Los hijos de Tonowari guiaron a los Sully y a Cadete hacia uno de los maroui, y aunque Cadete ya sabía que aspecto tenían por sus antiguas investigaciones, sabia que para un na'vi nacido y criado en el bosque, adaptarse a ese nuevo entorno representaría un reto.
Tsireya resulto ser tan amable y humilde como bella, los guiaba mientras hablaba con amabilidad y entusiasmo, no así su hermano mayor, Ao'nung, quien tenía un aura más reservada y observaba a los recién llegados con desconfianza. Su mano llena de tatuajes que hablaban de honor, triunfo y fe en Eywa recorrían el brazo derecho que se posaba sobre su navaja, envainada en un sostenedor hecho de perlas preciosas que Cadete tuvo que detenerse a admirar por unos segundos.
Sentía la mirada de el macho sobre ella, y en más de una ocasión tuvo que resistirse a encararlo y devolverle la mirada a esos ojos azul celeste, la viva imagen del océano que los rodeaba. Cadete se pregunto si el macho seria tan osco en personalidad como en apariencia, y se encontró emocionada por descubrirlo.
A su lado, sentía la presencia meditabunda y persistente de Neteyam, tan cerca como para que ambos cuerpos produjeran calor, pero no lo demasiado cerca como para llegar a rozarse.
Su compañero, así se había proclamado ante el clan Metkayina. Ella sabia muy bien que significaba para los na'vi el ser compañeros. Era lo equivalente a una relación amorosa en la tierra. Pero Cadete era tan inexperta en ambas situaciones que no pudo descifrar si Neteyam lo había dicho solo para vigilarla, aun desconfiando de ella, o si existía algún otro motivo del que ella no tenia conocimiento. Sea cual sea la razón, su corazón aun martillaba rápido y duro contra su pecho.
—Este será su nuevo hogar –les dijo Tsireya, deteniéndose delante de un maroui grande y espacioso, les lanzo una mirada llena de amabilidad a todos, pero Cadete observo como sus ojos se detuvieron más tiempo en Lo'ak, quien aparto la mirada con rapidez-. Pueden terminar de instalarse hoy, en la noche habrá una cena en el arrecife para darles la bienvenida al clan. Mañana los buscaremos al amanecer para iniciar con el entrenamiento.
—Pueden comenzar a desempacar sus pertenencias. Esperare aquí para que ustedes se reúnan con la Tsahik –dijo Ao'nung dirigiéndose a Cadete y dándole una larga mirada a Neteyam.
—Son muy amables, les agradecemos la ayuda y con gusto nos presentaremos a la cena –les respondió Jake cordialmente, antes de encabezar la marcha hacia el interior de su nuevo hogar.
Una vez dentro, todos guardaron silencio por un minuto entero, viéndose los rostros y tratando de comprender lo que se les venia encima. Un nuevo hogar, un nuevo comienzo. Tantas cosas podrían pasar y tantas otras que nunca sucederán.