Ella nació en la tierra y murió en el mismo lugar. Pero ahora ha regresado y se encuentra cautiva en manos de Quaritch, quien piensa usar sus habilidades para destruir Pandora, y con ello, a Jake Sully y su familia.
Neteyam ha crecido y ya no es un...
Baby, I could build a castle out of all the bricks they threw at me. – New Romantics TS'v
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
CAPITULO 3. El camino de Eywa.
Cadete.
Solo una semana después, se encontraban aterrizando en Pandora. Ella estaba aterrada, no iba a mentirse a sí misma, pero jamás había sido una cobarde, y por esa razón decidió enfrentar lo desconocido con la cabeza en alto.
Quaritch dirigió a su grupo de soldados hacia el interior de la inmensa Cede, y Cadete se sorprendió al darse cuenta de la destrucción en los alrededores, sintiendo una punzada de culpa. Ella había diseñado muchas de las máquinas y sistemas, en contra de su voluntad, pero lo había hecho.
La semana sirvió para ordenar sus recuerdos de su vida como humana, y aunque no se acordaba de la forma precisa en que murió, sabía que Wainfleet la había matado al tratar de escapar del laboratorio de la iniciativa Pandora.
Ese pensamiento la hizo estremecerse, por lo menos había intentado huir, y justo en ese momento, mientras fingía ser la cadete perfecta, acatando cada orden, su cerebro maquinaba las posibilidades de volver a huir hacia la inmensidad de Pandora.
No le daba miedo, tenía un cuerpo na'vi ágil y un cerebro que contenía todos los conocimientos habidos en la tierra sobre Pandora. Cada planta, cada animal, cada tribu. Lo conocía todo.
Por ese conocimiento era que Quaritch la necesitaba, y ella no iba a dejar que le pusiera la mano encima a su cerebro para destruir un a los na'vi y su cultura.
La posibilidad de encontrarse con nativos y poder vivir entre ellos la hizo estremecerse con la anticipación y la adrenalina corriendo por sus venas. No se dio cuenta de que estaba sonriendo hasta que Quaritch habló a su lado.
—Increíble ¿No? —ella observo su sonrisa orgullosa mientras observaba los aerotransportadores volar sobre sus cabezas en dirección a la espesura del bosque—. Todo esto es gracias a nosotros. Tú y yo. Lograremos que la humanidad sobreviva usando Pandora como reemplazo.
Cadete sintió ganas de vomitar ante aquella afirmación. ¿Acaso el creía que la destrucción de una especia, una cultura, la alegrarían? ¿Qué se sentiría orgullosa de la desgracia que provocaba la iniciativa Pandora?
Pero debía guardar las apariencias si quería escapar.
—Mmhum –fue toda su respuesta, lo que parecía bastar por los momentos-. ¿Qué haremos ahora?
—Ahora —Quaritch comenzó a hablar con una sonrisa peculiar, que enervo hasta el último sistema neuronal de Cadete-. Hablaremos con la General Frances Ardmore.
—¿General? ¿Que no eres tú el general? —pregunto ella haciendo reír a Quaritch, quien palmeo con cuidado la cabeza de la chica-. No se puede ser general en el infierno, cadete.
