Emociones dormidas

Ella

Luz y Ainhoa habían compartido una noche llena de intimidad y pasión en el hotel junto al lago. La cálida luz del amanecer se filtraba por las cortinas, bañando la habitación en una tonalidad dorada. Ainhoa estaba recostada junto a Luz, observándola mientras dormía, con afecto en su mirada.

El sonido del teléfono móvil de Ainhoa rompió el silencio del cuarto. Un número desconocido alumbraba la pantalla.

—Hola, Ainhoa. ¿Cómo estás?

La voz de Sara, tímida y cargada de emoción, resonó a través del teléfono. Ainhoa sintió un nudo en el estómago, preguntándose qué estaría pasando.

Ainhoa notó el miedo en su voz, como si estuviera preocupada por una mala reacción de su parte. No podia creerlo, había pasado tanto tiempo desde que no escuchaba su voz.

—¿Sara?

—He estado pensando en ti. En cómo estarias y he hecho lo posible por conseguir contactar contigo. Espero que no te haya molestado.

Las palabras de Sara hicieron eco en la mente de Ainhoa. Recordó los momentos que compartieron, la ayuda que le brindó para escapar de Hugo. La sorpresa y el desconcierto la invadieron.

—No importa si no quieres hablar conmigo. Solo necesitaba saber que estás a salvo.

Las palabras de Sara tocaron algo dentro de Ainhoa. Era como si una parte de su pasado que había dejado atrás, repentinamente volviera a su vida.

—Ainhla te he extrañado mucho —confesó, suspirando profundamente, sabía que la pelirroja estaba en shock y por eso no contestaba a sus súplicas, pero ella necesitaba decirle tantas cosas.

La llamada había desenterrado recuerdos, emociones que Ainhoa había mantenido a raya durante mucho tiempo. Pero, a medida que la conversación continuaba, una pregunta comenzó a formarse en su mente.

—Sara, ¿por qué me llamas después de todo este tiempo?

Sara no parecía segura de cómo explicarlo. Había algo urgente en su voz, como si hubiera tomado una decisión importante.

—Ya te lo he dicho, necesito verte, Ainhoa. ¿Podemos encontrarnos? Solo para hablar, para asegurarme de que estás bien.

Ainhoa sintió su corazón latir más rápido. La idea de reencontrarse con Sara después de tanto tiempo la dejó confundida y emocionada.

—Sara, no creo que sea una buena idea.

Ainhoa habló con más determinación, como si hubiera superado sus propias inseguridades.

—Si cambias de opinión, este es mi teléfono.

El corazón de Ainhoa se aceleró. Sara siempre había sido alguien significativo en su vida, pero ahora mismo no podía permitirse remover el pasado.

—Sara, lo siento, pero no puedo.

Con el corazón encogido, Ainhoa colgó el teléfono, sintiéndose abrumada por todo lo que la conversación había desencadenado. Luz, que había estado escuchando desde la habitación, la miró con cierta confusión y celos en su mirada.

Luz:"¿Quién era?" Preguntó aún sabiendo de quien se trataba.

Ainhoa se sintió atrapada. Las emociones de confusión y preocupación se entrelazaron en su interior mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas.

Ainhoa: "Spam". Comentó la pelirroja aún sabiendo que Luz había escuchado algo y que sabía que no era verdad.

Ainhoa y Luz intercambiaron una mirada cargada de tensión, sus emociones palpables en el aire.

Empezaron su camino de vuelta hacia Vera en el coche, el silencio era incómodo. Luz se bajó del coche sin decir una palabra, al llegar a Vera,su mirada llena de emociones no expresadas. Ainhoa la siguió, sintiendo que tenía que abordar el problema de frente.

Ainhoa: " ¡Luz!"

Luz se detuvo, pero no se giró para enfrentarla.

Luz: "¿Qué? "

Luz finalmente se giró hacia ella, su mirada cargada de una mezcla de emociones.

Luz: Habría sido más fácil si hubieras respondido a mi pregunta, y no me hubieses mentido, Ainhoa, te ha llamado ella, ELLA y me has mentido.

Ainhoa se sintió atrapada por la mirada de Luz, sus ojos llenos de dolor y duda.

Ainhoa: Luz, yo... No sabía cómo explicarlo en ese momento.

Las palabras se atascaron en su garganta. La emoción de la conversación con Sara y la tensión acumulada en el coche habían llegado a un punto crítico.