Capítulo 32

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Darren

ㅡ¿Entonces fue Keira quien organizó todo el plan para hacer un desastre en el lugar de trabajo de Madelyn?

Asentí, mientras doblada una sudadera para meterla dentro de la maleta. Andrew hizo una mueca de disgusto.

ㅡBueno, eso da a pensar, sobre todo cuando Malcom me comentó aquello.

Liam guardó el celular, volviendo la vista en mi dirección, ㅡ¿Qué fue exactamente lo que te dijo?

Dejé a un lado el hacer la maleta, enfocándome en la presencia de mis dos mejores amigos. Aún recordaba la conversación con el exnovio de Madelyn, y la influencia que generó aquello para que pudiera finalizar mi relación con ella. En cierta parte, hubo tantos motivos que me llevaron a tomar esta decisión. El dolor de mi pasado seguía carcomiendo todo mi ser con el pasar de los años, consiguiendo así, lastimar y angustiar la vida de los demás.

Busqué muchas razones para saber si era lo correcto mantener lo formado entre nosotros dos, llegando a una conclusión de que aquello fue muy apresurado, sin siquiera llegarnos a conocernos del todo o pensar lo que significa estar en una relación de forma verdadera y segura. Tan solo fuimos guiados por la emoción del momento, disipando las situaciones a futuro a enfrentar. Los miedos y pesares continuaban, y, si no era capaz de poder sanar el sentimiento de culpa, no podría ofrecerle algo que ella merecía. Debíamos estar aptos para brindar el verdadero afecto y confianza para llevar a cabo si de ser una pareja se tratase.

El hundir en la oscuridad a alguien con tan solo de no soltarla, se volvía egoísta. Quería tanto a Madelyn en tan poco tiempo, inclusive hasta el punto de intentar ser mejor, y si, el destino nos juntaba de nuevo, iba a ser capaz de darle todo el amor con el que me hubiese gustado recibir en su momento al haber estado en una relación que no sólo me convirtió en alguien vulnerable, sino, aquello tuvo la decencia de encerrarme en un mundo entre mis pensamientos, siendo así la persona que siempre odié.

Cada día despertaba y se resumía en pequeñas cuestiones de la cual estaba dispuesto a hacer con tal solo de borrar mis pasos de la faz de la tierra. Me odiaba tanto hasta el punto de desfallecer en la miseria de la vida. No quería salir, ni cruzarme con las personas. Tampoco me emocionaba entrar en la cocina; lugar por el cual conocía mi verdadero talento, sintiendo la destreza por el cual anhelé durante el momento que supe a lo que me quería dedicar. Sin embargo, todo se esfumó cuando mi cabeza se llenó de inseguridades y dudas constantes de si hacía bien o no en mi día a día.

Largos años se tornaban lúgubres, deseando no volver a despertar. Pensar sólo en la persona que era la indicada para mí llenar mi habitación de sus quejas o comentarios que, al final me dejaba estancado entre todo el pesar de estar cargando con mi propia mierda.

Keira para mí fue todo. Aquella mujer que acordaba mi vida en algo más ligero y llevadero. Desde el primer instante que cruzamos miradas desde la secundaria, supe que ella sería la indicada. Pero no resultó ser así. No la conocía. Era sólo una visión del estar cegado, creyendo que era diferente, haciendo caso omiso a todas las advertencias de mis seres queridos hacia ella. No. Yo no quería creer todo esos comentarios, sino el seguir protegiéndola de quienes intentaban quebrarnos... Hasta que ella fue quien me quebró a mí.

El miedo exacto de saber que el telón cayó de su teatro, acabando así la obra de la cual ella siempre fingió. La persona que quise, y amé; desapareció, mucho. De forma exhaustiva, Keira terminó por afectar mi vida más de la cuenta, recordando el momento en que sus crueles palabras se convirtieron en un tormento para mí, quedando hasta hoy día entre mis recuerdos, acechando con salir en cada paso que daba:

ㅡSi piensas que te quise alguna vez, estás en un grave error. No puedo estar con alguien que asesinó a su mejor amigo e incluso hermano. Le has robado el sueño, Darren, tú mismo lo has hecho. Nadie podrá mirarte de una buena forma, ni tampoco eres digno de recibir amor, sobre todo, no mereces la vida que tienes.

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