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FBI estaba en su cama, trabajando como siempre en su vida de organización.

Era un caso poco importante, solo estaba intentando unir una posible conexión entre algunos traficantes de la zona oeste de Luisiana, era una peticon especial por el estado, ya que estaba harto de que los policias comunes no hagan nada y sean poco competentes... además del echo de que podrían darle seguimiento a un caso en Arkansas.

Escucharía su puerta ser abierta, por lo que solto un suspiro, no queria ser molestado mientras intentaba resolver cosas importantes que podrían llegar a encontrar a grandes dealers por lasa zonas.

- ONU, te he dicho mil veces que no entras a mi habitación mientras trabajo, o duermo, o por cualquier cosa. - gruñiria el agente, cansado de la actitud del zorro que tenía como colega en temas de organizaciones.

No levantaria la vista del monitor, enojado por las risitas traviestas que escuchaba detras de la maquina que tenia encima, no quería encontrarse con esa cosa que todas laas noches le atormentaba y no le dejaba tranquilo... mas que nada porque no tenía pastillas para dormirlo.

Unos dedos juguetones se posicionaron encima de la laptop, haciendo que casi inmediatamente la mirada del agente cambie de una enojada a una algo asustada y sorprendida al saber exactamente de los color de quien se trataba.

¿Cuantas veces había acariado esa mano y besado esos dedos cuando aquella persona estaba triste? había perdido la cuenta luego de 1.996.

Se puso nervioso, pasando saliva por su garganta mientras esa mano bajaba con lentitud la parte superior de la laptop y el agente se quedaba estatico en su lugar.

- y-yo...

- shh, sólo disfrutá. - dijo el latino, mientras apartaba el objeto de la entrepierna del canino para que no le molestase.

- m-mh yo.. - intentaria articular mientras que veía como el mayor tomaba completamente el control de la situación.

Argentina terminaria sentandose sobre sus piernas, de una manera provocativa, mientras que lentamente sus caderas comenzaban un lento vals sobre la zona erógena del agente. Le besaría de forma deseosa, mientras que un seductor ronroneo se escapaba por sus labios.

El agente no se lo podía creer, el contrarío besaba tan bien que lo dejaba en vergüenza, pero no quería que el felino haga todo el trabajo, él tambien quería ayudar un poco, poniendo de una forma algo tímida sus manos en la cintura del mayor y comenzando a ayudarle a moverse con mayor ímpetu sobre su etrepierna.

El latino comenzaría a jadear de forma silenciosa, mientras que el menor se sentó de mejor forma y comenzaría a besar el cuello del contrario quien comenzaria a acariciarle su cabello y comenzaría a susurrar su nombre entre gemidos.

- mmhg - escucharía por parte del mayor. - f.. - susurro, apretando y jaloneando de manera suave su cabello hacia atrás.

el canino comenzaría a tener una erección que le comenzaría a doler, siendo tratado por el lindo trasero del felino que muy humildemente le estaba restregando en toda la zona afectada.

Los gemidos comenzarían a ser más altos por parte del felino, el cual comenzaba a sentir como el agente se comenzaba a poner un poco ansioso y bajaría sus manos hacia su trasero, comenzando a manosearlo a apretujarlo como su fuera de goma.

FBI comenzaría a dar suaves mordidas a la zona del cuello en una especie de "marcaje de territorio" mientras sentía como las expertas manos del felino comenzaban a clavar de manera suave sus uñas a la altura de sus hombros.

- Argen.. - diría entre gruñidos de placer, sintiendo como grandes olas de placer golpeaban de manera brusca su cuerpo.

Despertó...

En ese momento miró en el contexto en el que estaba, su laptop aún seguía encima suyo, pero abierta y con el botón de apagar encendiendo y apagando una molesta lucecilla roja que era tan brillante como molesta.

Suspiró, encendiendo la luz de la lampara a su lado, para ver si era lo que temía, y si, había tenido, nuevamente, un sueño húmedo con el latino. Era el tercero en el mes, sinceramente se sorprendia que con el echo de no verle sus sueños subidos de tono se hacían más recurrentes de lo normal.

¿que hora serían en este momento?¿2-3am?

Debía dejar de soñar esas cosas, sabía perfectamente que el contrario le daría asco si alguna vez se enterase de todas las cosas que solo había soñado con hacerle desde hacía tanto tiempo. Y esta era una de esas ocaciones en las que sentía asco de si mismo.

Argentina era un ser para adorar y cuidar, no para querer tirarsele encima y follarselo en todas la posiciones posibles como la mente sucia del agente quería hacerlo.

Por ahora se encargaría de cambiar las sábanas manchadas y ponerse a acomodar todo para volver a la cama eh intentar dormir, o resolver el caso de drogas con el cual realmente estaba haciendo antes de quedar dormido.

(<3<3<3)

Argentina estaba leyendo un libro, las elecciones la verdad le habían tomado por sorpresa, primera vez que había visto como los K habían quedado en tercer lugar en la primer ronda, ni en el 2001 había pasado, pero no diría nada.

Ese día no quizo ni salir a la calle, así que miró todo a través de la t.v. pública, donde estaban todos los tipos de canales donde apoyaban o desfenetraban al candidato que había ganado esta ronda.

Pero, cuando se puso a escuchar a ese humano, pasó lo mas increíble.

Sintió no sólo una, sino una sinfonía de pequeñas patadas y movimientos dentro de su vientre, comenzando a soltar risitas y un pequeño llanto de felicidad.

Era la primera vez que los dos pequeños seres de su interior comenzaban a moverse como locos, por la voz ronca del tipo que tendría la vos y que tanta gente lo había apoyado.

- así que son de derecha... - susurro entre risitas, mientras acariciaba su panza en un intento de calmar los golpes. - ya, ya... el voto es secreto mis amores.

Quizás fuera porque estaba solo.. pero era la primer vez que les llamaba de una forma amorosa que no fuera insulto o algo así.

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⏰ Last updated: Aug 21, 2023 ⏰

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oh, mierda. 3 TemporadaWhere stories live. Discover now