053

250 32 8
                                    

FBI estaba nervioso, no había sabido nada sobre el felino en más de un mes, generalmente cuando pasaba, era porque el contrario estaba de mal humor y no había que molestarlo, pero incluso así este le llamaba y se quejaba de todo lo que pasaba.

¿Pero ahora? Solo respondía los mensajes una vez al día, y cada que quería ir a visitarle este de negaba y ponía diferentes excusas vagas que la mayoría no tenían sentido.

¿Había hecho algo mal?¿había dicho algo que le había molestado? Definitivamente no, Argentina siempre le decía que cualquier cosa que le dijera no le molestaría, ya que sabía que aveces el canino era un poco tonto a la hora de expresarse verbalmente en lo que quería.

En este momento estaba recostado en la cama de aquel maldito zorro, no lo miraba, sentía asco de sí mismo por no irse enseguida, pero en serio necesitaba esos papeles para poder tomarse unas vacaciones fuera del país por aunque sea una semana.

Estaba todo muy raro, pero no diría nada en ese momento, quería ver si ese lindo latino iba a contar el porqué estaba tan misterioso todo este tiempo.

- wake up you still have to sign my stuff (despierta, tienes que firmar aún mis cosas) - aunque todo lo que recibió fue una queja seguido de un gimoteo.

- stay, it's too late for you to go~ (quédate, es muy tarde para que te vayas~) - se quejó mientras se daba vuelta y abrazaba al agente como si de un koala se tratara.

El lobo solo gruñó en forma de queja, mientras solo miraba hacia arriba, con unas inmensas ganas de golpear aquel ser lleno de maldad. Odiaba cuando se ponía 'cariñoso' ya que le obligaba a quedarse hasta el día siguiente.

¿Lo peor? Si se negaba amenazaba con darle más trabajo, o aún peor, amenazaba con hundir aún más al pobre argentino en deudas.

Terminó resignandose y solo cerró sus ojos intentando dormir unas horas aunque sea, pero sería poco ya que la organización de paz no le dejó terminar las rondas semanales hasta que saliera el sol.

(<3<3<3)

Allí estaba Argentina, mirando el gran salón lleno de niños, algunos tenían como 15 años, o hasta 20, pero otros aun tenían entre 5 a 10 años apenas de vida.

No entendía como es que habían sido ocultados al ojo del mundo, ya que según tenía entendido, cada nueva nación tenía su continente, y sí que tenían gran territorio algunos.

El problema no eran los hijos europeos, ya que estos la mayor cantidad de territorio eran a lo sumo lo que media su padre. Pero sí que los problemáticos eran los hijos de las mayores potencias.

El hijo de Canadá y México era prácticamente una cuarta parte del territorio de su padre, solo que esta isla era ocultada del resto del mundo gracias a una tecnología poco costosa que la hacían pasar como cosas del estado de Sinaloa.

En los mapas del mundo no se sabe nada de estos, pero se entiende que están obsoletos. Todo lo que se sabe que los actuales mapas están hechos a mano por cada territorio.

También tenía entendido que no había ninguna mención tanto para los niños como en la historia que se les cuenta. Para ellos, sus padres son las parejas que se conocen entre los latinos.

Un ejemplo, lo único que sabe Canmex, el hijo de México, es que su madre tuvo un golpe de suerte sobre conocimientos y tecnología por lo que dejó toda la cultura Azteca y Maya detrás, todo sin mencionar que cierto español jugaba un papel importante en esto.

Urubielo, el hijo de Uruguay y Bielorrusia, sólo conocía que técnicamente su padre murió por ser un humano, y no que es un verdadero hijo de perra vivi- perdón me altere.

Lo que quiero de ir y demostrar, es que los diferentes niños existentes en este lugar ni siquiera sabían que habían más lenguas que la española o algún lenguaje antiguo por parte de sus madres.

Estaba aprendiendo bastante de ellos, por lo que se sentía bienvenido en ese lugar, hace tiempo se sentía excluido de algo, y ahora entendía que era ese pesado secreto.

- ¿ves porque hace tiempo no nos juntábamos tanto? - preguntó el uruguayo con pereza mientras apoyaba su peso a un lado de la ventana.

Habían salido un momento para fumar a escondidas, eran más unidos que los demás.

- ¿y porque no me lo dijiste? Ese niño es hermoso a pesar de que haya salido de vos. - ese comentario recibió una mirada avergonzada, seguida de una algo enojada.

- supongo que vergüenza, por dejarme preñar por ese pajero. - respondió, mientras daba una suave calada a su cigarro. - él es uno de los primeros, por lo que antes estaba oculto de todos y todo. Sentía que era un error las 24 horas del día.

Uruguay se demostraba algo resentido por su yo pasado, el cual pensó en más de una vez enviarlo hacia alguna de sus provincias y olvidarse de él para siempre.

- me la pasaba drogándome, no sabía como manejar lo, hasta que un día no soporté más y llame a Perú. - susurró, mientras una pequeña sonrisa acomodaba en mis labios. - resultaba que él y Cuba estaban pasando por lo mismo, así que me enseñaron como cuidarlo. - miro a su hermano mayor, más bien a su vientre. - él será el consentido, porque será el más pequeño por ahora.

Tras eso, terminó su cigarro, dejando el restante en la ventana, y luego se arrodilló delante del pequeño bulto que crecía día a día.

El menor acariciaba con sutileza ese lugar, mientras escuchaba risitas por parte del felino, el cual se maravillaba por ver esa escena de su hermano acariciando el que sería su futuro sobrino.

- ¿cuando será el bautizo de Urubielo? - pregunto con calma, mientras le hizo unos mimos a la cabeza del contrario. - para aparecer presentable ese día.

- después de que este chiquito se digne a nacer, no quiero que justo ese día paras y te hagas el centro de atención.

- eh, el que tiene una madre campeona del mundo nace cuando quiere. - tras eso, noto la mirada juzgadora y cansada de su hermano, cosa que le dió risitas. - tranqui, no voy a mencionar eso en el bautizo.

- en realidad no se hablar de ese tipo de fútbol, porque ninguno sabe quienes son con los que te enfrentarte, únicamente puedes decir que le ganaste a Mex, pero nada más.

Tras unas quejas, ambos terminaron de chusmear a escondidas, volvieron al salón, donde Argentina fue recibido con bastantes historias por parte de sus 'nuevos' sobrinos. Aunque algunos eran más sus hermanos por ser hijos de Itslia y demás.

Lo que si, que no podría negar, es que los que admitía eran hermosos, eran los hijos de Grecia, ese tipo tenía un jodido pincel en vez de pene.

-----------‐---------------------------------

Voy a proceder a decir que si me imagino a Grecia teniendo pendejos hermosos, y luego quiero meter que esos son los 'cotizados' en latinoamerica.

No se dibujar, pero imagínate un vato todo tierno pero re lindo el conchesumare.

Vayan a ver la nueva historia que hice! Se llama 'el doncel que odiaba el emperador'
¡Espero que la disfruten tanto como a esta!

oh, mierda. 3 TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora