TE AMO, PERO NO ERES MÍO.
Cada Halloween, Camilla Wilson se vuelve un año mayor. Otro año de su vida esperando a que James Potter la ame.
[traducción autorizada. obra original de rxmione.]
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CAMILLA SE SIENTA EN LA ESQUINA DE LA HABITACIÓN JUNTO A MARY. A través de la habitación, en el medio del gentío, están James y Lily. Están juntos desde el pasado abril. Camilla no se ha acostado con James desde el pasado abril. Lily no lo sabe y, si James puede evitarlo, nunca lo sabrá.
Camilla está feliz por ellos. Aunque se siente ligeramente traicionada. James le dijo que ella era de él y él de ella, pero todo eso había cambiado cuando Lily había dicho «sí».
Duele. La está matando. Está feliz por ellos, de verdad lo está.
Está contenta de que sea Lily con quien James termina y no alguna otra chica. Si no va a ser Camilla, pensó que sería mejor que fuera alguien a quien James realmente ame. No le está rompiendo el corazón a Camilla solo porque sí. Ella puede respetar eso.
—Te mereces a alguien mejor que él —dice Mary de la nada, haciendo que Camilla apartara la mirada de Lily y James.
—Desearía que me lo hubieras dicho eso hace mucho tiempo —suspira ella.
—Ella lo sabe, por cierto. Todo el mundo sabe que tú y James se acostaban. No le importaban.
—Bueno.
Mary continúa.
—Desearía haber dicho algo antes para ayudarte a superarlo. Soy una pésima amiga. ¿Quieres vivir conmigo cuando termine el colegio? Nada elegante. Un apartamento barato en Londres será suficiente hasta que seamos ricas y famosas.
Camilla ríe entre diente.
—Me encantaría. Y también soy una pésima amiga. Nunca dije nada durante toda esa situación con Sirius.
—Si lo hubieras dicho, te habría ignorado de todos modos. Pero ya no importa ahora desde que decidí renunciar a los hombres por el resto de mi vida.
Camilla lo considera una proposición interesante para una chica como Mary. Mary siempre ha tenido novio desde que tenía, quizás, trece. Chicos siempre salían trastabillando de su habitación a horas aleatorias. Aunque Mary nunca parecía feliz con todo el asunto. Ella era de las que prefería pasar tiempo con sus amigas.
—¿Te gustaría que tengamos un gato? —pregunta Camilla.
—Llamémoslo Victor. —Mary asiente.
Camilla tiene dieciocho años ahora. Necesita dejar ir los sentimientos infantiles. Nunca va a dejar de amar a James, pero está llegando a la realización de que ella no es despreciable y puede encontrar a alguien que la ame.
Su madre nunca la quiso, su padre nunca la quiso y James nunca la quiso de la forma en que ella quería. Pero sus amigos la quieren. Mary la quiere, y Marlene la quieren, y Sirius y Remus y Peter la quieren, e incluso Lily la quiere, a pesar de todas las razones por las que no debería.
El amor no es una sola cosa y Camilla es ignorante si cree lo contrario.
Así que en su cumpleaños dieciocho, ella decide amar más que a James. Ella ama la lluvia, y la nieve y el sol. Ella ama ver a sus amigos jugar Quidditch y especialmente ama verlos ganar. Ella ama la comida que come a las horas de comer y entre medio. Ella ama que decidió que, después del colegio, quiere trabajar en El Profeta cuando termine el curso. Ni siquiera quiere escribir... tal vez tomar fotografías o algo. Camilla quiere ajetreo y bullicio en su vida porque además de la soledad, el aburrimiento es su peor temor.
Hay algo llamado la Orden del Fénix a la que ha sido invitada a unirse. Está destinado a ayudar en la guerra y Camilla está emocionada de ser parte de ello.
La fiesta se ha calmado y de nuevo el perenne grupo de amigos está sentado en el suelo en círculo en una noche de Halloween. Han caído en cuenta de que están creciendo y las cosas van a cambiar.
—Yo siempre hablaba de lo emocionado que estaba por irme de este lugar y crecer y ahora... Creo que no me quiero ir —dice James.
—Habla por ti mismo. —Peter ríe entre dientes.
—Estoy de acuerdo con James. —Camilla asiente—. Este lugar nos ha mantenido a salvo por tanto tiempo, y no sé qué vamos a hacer sin él.
—Valernos por nosotros mismos, supongo —dice Sirius mientras presiona una petaca metálica a sus labios.
Camilla no quiere valerse por sí misma hasta que se da cuenta que eso es lo que ha estado haciendo por dieciocho años. Tuvo que criarse a sí misma. La vida le había dado a Camilla una mano de cartas de mierda y aún así todavía estaba funcionando.
Se enamoró de James, quien se enamoró de Lily, y tenía los peores padres y fue puesta en un mundo que no entendía realmente en medio de una guerra. Aún así, había logrado hacer grandes amigos, y sacar buenas notas y ser una persona amable. Eso era todo lo que realmente importaba.
Ese verano, Camilla se muda con Mary, se une a la Orden del Fénix y consigue un trabajo en una pequeña revista llamada El Quisquilloso. No es exactamente El Profeta, pero el ajetreo y el bullicio son iguales.
