—Quiero... no, necesito que me cuenten más detalles. —dije neurótica.    

—Deberíamos de ir. —dijo Adina, mirando tras de nosotros. Negué.

—Ellos pueden esperar. Esto no. —mire a Henar. —¿Cómo estuvo lo de tus padres? ¿Qué sucedió? Cuéntame todo.

—Después de que tú salieras de la dirección, Adina y yo nos quedamos ahí como una hora, esperando noticias. Llegaron Los Slora y Bryne, nos los encontramos justo cuando nos iban a ir. Ellos nos informaron que estábamos suspendidas por una semana, pero que esa semana, teníamos que pasarala con ellos. Los Bryne, intentaron hablar conmigo, los mande a la mierda y fui a buscar a mis padres, no los encontré. Ellos ya se habían ido y ni pío me dijeron. Tuve que irme a pie hasta casa. —Adina y yo hicimos un sonido de indignación.

La casa de la pelirosa, quedaba un poco lejos.

—¿Por qué no tomaste un taxi-rubo? O ¿por qué no me llamaste? —pregunto Adina.

La pelirosa no respondió.

—¿Hablaron con sus padres? —pregunto

Íbamos a responder, pero una cuarta voz se escuchó.

—Señoritas, parece que la soldada W, no dio bien el mensaje. —dijo la voz. Miramos al dueño de la voz. Era uno de los Bryne. —Lamentó interrumpir su plática, pero tenemos que irnos.

—¿Irnos? ¿A donde? —pregunto Henar, con un tono sorprendentemente tranquilo, como si confiara en él. El castaño la miró y su sonrisa creció más.

—Depende de a qué fracción acompañarán. Tu, irás con nosotros, a las oficinas de la justicia. —Henar se tenso, entendiendo que tendría que ver a sus padres.

—¿Podemos ir a otro lugar? —cuestionó la pelirosa lentamente. La miré sin comprender nada.

—Lo hablaremos con los demás. Vamos. —él le tendió su mano a ella, y la femenina la tomó.

Mire indignada como mi amiga se iba.

¡APENAS AYER LOS ODIABA!

Se acercó uno de los Slora.

—¿Nos vamos, Adina? —preguntó uno de los Slora, mire a mi amiga, esperando que no me dejara sola.

—¡Claro! —respondió entusiasmada y feliz.

Ya no entendía nada.

—Adiós, Samay. Que disfrutes tu dia. —me guiño un ojo y miro atras de mi, con una sonrisa. Se alejó con una mano del Slora en su cintura, ambos se iban riendo de un comentario de la rubia.

Mi vista también fue para mi espalda, donde estaban los quince Frensby Ajax mirándome.

Los detalles rápidamente: los quince vestían con camisas o pantalones color blanco o azul cielo... como mi ropa. Incluso algunos vestían con camisas Ralph Lauren.

Decidí ignorar eso y me incorporé bien en mi sitio.

—No pienso pararme hasta que estén aquí. —les grite y me acomode bien.

Escuche pasos, acercándose a mi.

—¿Estás lista, Sam? —preguntó Bastian.

—¿Qué haremos exactamente? —pregunte sin entender mi propósito de estar ahí.

—Hoy visitaremos los edificios de la OC y tal vez, si corremos con suerte, podemos ir a alguno de sus laboratorios o plantas. —dijo con una sonrisa Khaled. —No queremos que te aburras mucho, así que pedimos mas pum-pum, que bla-bla. —Intente contener la leve risa que ese muy mal chiste.

5 están bien, pero, ¿15?Where stories live. Discover now