Solamente buscaba mi libertad. Quería ser libre. Pero gracias a ese estupida prueba que me obligaron a presentar, los encontre.
Volví a ser encarcelada.
Y ahora, con el triple de dolor.
Era como... una flor marchita.
.-.-.-
Espero y que la disfrut...
—Bebe la pastilla. Ha sido desarrollada para combatir los síntomas after borrachera rápidamente. —Mire el vaso y el plato que contenía la pastilla. Tome la pastilla y la trague, con ayuda del agua.
—Gracias. —dije y él negó.
—No hay nada que agradecer. Ve a bañarte, te ayudará a relajar el cuerpo y la mente. —dijo, mientras tomaba la bandeja con el vaso y el plato, y comenzó a acercarse a la puerta. —Me iré. Volveré en unos diez minutos. Sé que necesitas tu espacio. —pronunció y salió rápidamente.
Sonreí levemente. Él no era como los de su fracción.
En vez de transmitirme obsesión, el querer estar tras de mí todo el tiempo, inmadurez; él transmitía paz y confianza.
Tal vez y Anxton no me desagrada tanto.
Detalle la habitación: era igual de grande que la de Khaled; las paredes eran blancas y a comparación de la del castaño, el cuarto estaba más limpio y ordenado. No había demasiadas cosas: solo dos sillones, un gran armario, la cama, un escritorio (con papeles muy ordenados) y un balcón. Pero absolutamente todo estaba ordenado y limpio.
Dicen que tú paz mental se refleja en que tan limpio y ordenado eres con tus cosas y tú persona.
Me levanté por fin de la cama y entré al gran baño, que igual que toda la habitación, estaba absurdamente limpio y ordenado.
Aquí sí me daba gusto bañarme.
Abrí la regadera, esperando que el agua caliente cayera, mientras detalle el lugar donde me encontraba: de lado paralelo a la puerta había un tipo jacuzzi; la regadera estaba de lado derecho, con una puerta de vidrio; a lado de esta, estaba la taza, que parecía que valía más que mi vida; y por último, frente a ambas, estaba el lavabo, donde distinguí dos bolsas blancas (supongo que mi ropa). Absolutamente todo el baño estaba adornado de mármol y azulejo café.
Entré al agua, relajando todos mis músculos y muchos flash backs me golpearon de repente.
Recordé que había bebido mucho y tuve que ir al baño, en donde... oh mierda.
Abrí los ojos sorprendida y avergonzada.
Dios, no vuelvo a tomar.
Volví a sentir un leve dolor de cabeza, acompañado se un recuerdo: me caí sobre Yael.
Ay no puede ser.
Manosee todo la parte íntima y las piernas del ojiazul. Mire mis manos, recordando las sensaciones y un escalofrío me inundó.
¿Cómo los voy a ver a la cara? ¿Debería hacerme la indignada? ¿O la enojada?
Mierda y más mierda.
Suspire. Tome un poco del shampoo que había y me lo aplique, sumida en mis pensamientos.
Lo más prudente es ignorarlos.
Correcto, me haré la indignada por haberse acercado a mi mesa a intimidar a mis amigos y a los que bese, no les diré nada y si ellos abren su bocota, los bajo de su nube y los pongo en su lugar.
Sonreí satisfecha y continué bañándome.
Cuando termine, me seque y no me quedó de otra que ponerme de la crema con loción de Anxton.
Me acerqué al lavabo y tomé las dos bolsas. Ambas, estampadas con "Ralph Lauren", discretamente.
Saque la ropa. Era una camisa tipo polo, solo que, sin botones, haciéndome escote, de color azul cielo; unos pantalones blancos, anchos, que los más probable, es que me llegaran poquito más arriba del tobillo; había unos tenis y una bolsa, ambos de la misma marca.
Pero lo que más me sorprendió, fue la ropa interior: un brasier blanco de encaje (que, si de por sí el busto ya se me nota, con este se me nota el triple) y una tanguita blanca de encaje.
Esos malditos.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¡Gracias por los 100k!
Estoy muy agradecida con todas ustedes por apoyarme en este camino que apenas comienzo a recorrer. Es mi primera historia publicada. Mis primeros 100k. Mis primeras 400 notificaciones de votos o comentarios.
Gracias por formar parte de esto. Gracias por confiar en mí. Y yo sé que es medio dramático, pero de verdad, es muy especial para mí esto; no saben el tiempo que me tarde en decidirme a subir la historia. Gracias por todo y vamos por más.
Y como lo prometido es deuda, aquí está el primer capítulo del maratón. Disfrútenlo.
Gracias por leer, comentar, votar y llegar hasta aquí. Me causa una enorme satisfacción saber que mi historia les gusta.
