Detrás de mis amigos

1 0 0
                                    

"Fisher"

Juraría que había oído ese apellido antes, pero no sabía dónde, me sonaba, me sonaba mucho, pero el rostro de la persona cuyo apellido llevaba no aparecía por mi cabeza.

Al fin, Kara, Matt, y yo llegamos a la zona de habitaciones, y nos despedimos de Matt hasta el día siguiente. Nos habíamos perdido la cena, pero eso me daba bastante igual, había conocido a un chico muy majo que me caía muy bien, era un gran amigo y me lo pasaba de maravilla con él, así que todo volvía a la normalidad. Ya ni me acordaba de Noah o de Kyle, sus malignos ojos de animales ya no aparecían por mi mente a cada segundo del día, ahora me sentía bien.

El amigo de Matt, Pol, se había cambiado de habitación y había hecho otros amigos, o al menos eso me había dicho Matt, al menos, esa era su excusa para estar más tiempo conmigo y con Kara. El día siguiente fue increíble, tranquilo y normal, hicimos unas actividades por equipos y todo fue bien. La buena noticia fue que Matt iba a mi grupo, casi nunca lo había visto por ahí porque siempre se colaba en otros grupos para estar con sus amigos, pero aquel día se lo pasó todo conmigo, y era feliz.

Por sorpresa mía, me encontré a Kyle en mi grupo, solitario, pero decidido, serio pero triste. Otra vez, podía ser feliz, y no iba a dejar que una maldita serpiente como Kyle lo estropeara otra vez, por lo que me pasé todo el día evitándolo, no quería hablar con él, la última vez que lo había hecho había acabado besándolo y explotando con todos mis horrores.

Si hablaba con él, no sabría qué decirle, no sabría qué hacer.

Así que me pasé el día con Matt, y de vez en cuanto Kara se venía a nuestro grupo y estábamos con ella, era más simpática y divertida de lo que pensaba, no se reía, pero nos hacía reír a nosotros, y tanto a Matt como a mí nos gustaba tenerla cerca. Notaba como a veces Kyle me miraba de reojo, celoso por mis nuevos amigos y mi repentina alegría, pero tampoco me importaba. Después de comer, Kara nos pidió que la acompañásemos a su grupo para no tener que estar ir y volviendo todo el rato jugándosela con los monitores, pero yo tenía un buen motivo para no ir hacia allí.

Noah.

Ese león sangriento formaba parte del grupo de Kara y no pensaba volvérmela a jugar a hablar con él solo para asegurarnos de que no pillaran a Kara cambiándose de grupo. Lo que me había dicho Noah sobre que fue a la cárcel por intento de asesinato y por casi suicidarse, me había marcado de por vida con él. Nunca olvidaría su sangriento rostro. Así que no, no pensaba irme allí. Les dije que en ese grupo estaba mi ex y aunque insistieron en que no era para tanto, acabaron por cediendo y seguimos igual.

Como Matt ya tenía diecisiete años le dejaron saltarse algunas actividades, por lo que nos dejó acompañarlo hacia otros lados, y nos pasamos el resto de la tarde en unos escalones junto a la entrada del bosque.

— Vale, que os parece esto — Dije levantándome y poniéndome frente a ellos.

Entonces empecé a hacer una mala imitación de la Laura, nuestra profesora de lengua. Kara movió la cabeza en señal de que lo hacía un poco bien, pero no sabía si le había gustado, entonces Matt sonrió e hizo que no con la cabeza.

— Por dios, Brook, tú no sabes quién es Laura.

— ¡Sí que lo sé! — Exclamé indignada — A ver como lo haces tú.

Matt se rio de mi indignación y mientras yo me sentaba donde él estaba, el chico moreno se levantó y empezaba a preparar su imitación. De repente un ruido medio ahogado empezó a salir sé sus labios, decía estupideces señalando a niños invisibles y se comportaba muy extraño. Aquello me hizo partirme de risa, no había visto nunca una imitación tan buena, reía y aplaudía, y a mi lado Kara dibujó una leve sonrisa, con lo que me hizo más feliz.

Detrás De Cada AlmaWhere stories live. Discover now