Detrás de mí

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Al acabar de besarlo seguí con los ojos cerrados, no pude ni quise ver la expresión de Kyle después de lo sucedido. Los sentimientos se me habían quedado a flor de piel y todo había pasado demasiado deprisa. Habían explotado todos mis horrores y había besado dos veces al chico que odiaba. Era como despertarme con resaca, como si después de hacer locuras sin pensar volviera a estar en mí y comprender lo que había pasado y las cosas que había hecho. Suspiré un instante no tan arrepentida por aquello y lo miré fijamente durante unos instantes más, hasta que me levanté, sin decirle ninguna palabra a Kyle.

Después de toda aquella escena sin control no sabía qué decir, simplemente me fui de allí para volver a mi habitación.

Pero entonces pensé en mi novio, en mi león, al cual estaba engañando descaradamente, pero ni siquiera yo entendía mi situación con el tema de los novios. Entré a la habitación, pero descubrí que Noah no estaba allí, por lo que me dio un respiro y agradecí quedarme sola por unos instantes. Me metí en la cama hecha un desastre y no fui a cenar, tampoco noté que Noah pasara por la habitación en toda la noche.

***

Me desperté al día siguiente con un mal de cabeza horrible, miré la hora y ya eran más de las diez, estaba despeinada y me encontraba bastante mal. Recordé las locuras de anoche y me maldije a mí misma, quería volver con Noah de cualquier manera, lo de Kyle había sido un gravísimo error.

Escuché chillidos del patio exterior, supuse que las actividades ya habrían comenzado, pero eso no me importaba en absoluto en aquel momento. Tenía la cabeza llena de sentimientos confusos, no quería hacer nada. No sabía si Kyle significaba algo para mí, pero en realidad, lo único que quería era volver con mi león y olvidarme de todo.

Me senté en la cama de abajo y me puse las manos en la cabeza desesperada. No hice nada más que eso hasta la hora de comer.

***

Salí de la habitación en cuanto estuve hambrienta, en algún momento u otro Noah llegaría allí y no quería que me encontrase en aquel estado tan deprimente. Así que me quité tantas lágrimas de la cara como pude, hice mi mejor sonrisa en aquel momento, y salí hacia el comedor.

Noah estaba con Madison y otro chico sentados en una mesa de cuatro personas comiendo hasta reventar. Me fastidió mucho ver el rostro feliz y despreocupado de Noah, ni siquiera se había molestado en buscarme o ver como estaba. Decidí no darle importancia a nada y arreglar las cosas con Noah, así que salí disparada hacia esa mesa.

Al verme llegar, se hizo un gran silencio y todas las caras se callaron y cambiaron de felices a un tono neutro. Yo fruncí el ceño y sin darme cuenta hablé más tímidamente de lo que hubiera deseado.

— Em... Hola — Saludé mirando a Noah, pero este desvió la mirada, así que la fijé en Madison, cuyo rostro, por sorpresa mía, estaba igual que el de Noah — ¿Puedo sentarme?

Madison negó lentamente, pero desvió la mirada hacia Noah en símbolo de que le daba igual que yo estuviese allí. El otro chico también parecía estar enfadado conmigo.

¿Pero qué les había hecho yo?

Me aterroricé al pensar que Noah pudiera saber lo de Kyle, pero mi relación con la serpiente era mucho más compleja de lo que pueden llegar a ser las relaciones normales.

¿Además, que les había hecho yo a mi amiga y a un chico cuyo nombre no sé?

Lo dejé estar y me senté en la mesa con ellos, pero siguieron su conversación como si yo no estuviera. Noah no me miró en ningún momento. No había probado ni un bocado que me di cuenta de que yo no era bienvenida allí, por lo que me levanté de un golpe y sin decir nada más, me fui hacia una mesa bacía de un rincón.

Detrás De Cada AlmaWhere stories live. Discover now