León

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*Noah*

Al final había decido perdonar a Brook.

Era por la mañana y Brook me había dicho que entre su amigo Kyle y ella no había nada, Brook me besó y eso me hizo ser el chico más feliz del mundo.

Después de lo de Sofía pensaba que nunca volvería a amar, pero con Brook todo cambió. Me había enamorado de la chica de mis sueños, Brook, y no dejaría escaparla por nada en el mundo. Por mucho que estuviera jugando conmigo, pensaba hacer que solo estuviera yo en su vida, hacerla mía.

Cada vez que estaba con ella me daban ganas de besarla y no parar nunca, cogerla de su suave cabello, bajar por su espalda. Besarle el cuello por todas partes y tratarla como la diosa que era para mí.

Así que hice eso durante la mitad del día sin importar quien estuviese alrededor, me encantaba besarla, y pensé que a lo mejor esos campamentos a los que había tenido que ir obligado, no serían tan horribles. Tenerla entre mis brazos me daba paz y tranquilidad, pero no puedo negar que no me fijé en que cada sitio donde nos tocábamos el amigo de Brook estaba allí.

Kyle, si no recuerdo mal.

Había sospechado de él un millón de veces, desde que mi novia se puso tensa al hablar de él, he creído que habían tenido algún lío. Vale que yo me había enrollado con otra, pero eso no significaba nada para mí, yo solo quería a Brook. Todo iba bien, mi novia me besaba con pasión y amor, aquello era un sueño... hasta que volvimos a la habitación. La estaba besando tranquilamente cuando ella se paró en seco, sin motivo alguno, aquello me empezó a preocupar en más de un sentido. Brook se fue al baño, y yo me quedé perplejo en la habitación sin entender qué había pasado, y esperé.

Seguí esperando, y esperé aún más. Toda mi cabeza se llenó de preocupación por ella y decidí ir a buscarla para ver si estaba bien, pero entonces...

Me encontré a mi novia con ese Kyle en el suelo del baño besándose. Joder, besándose.

Me sentí tan confuso y engañado que salí corriendo de ese sitio, no me podía creer lo que habían visto mis ojos. Toda la furia de mi cuerpo corría por mis venas. Había estado pensando en esa posibilidad, pero... pero una vez vi que era real, que yo no le importaba en absoluto, mucho dolor volvió a mi mente.

Pero me sentí más triste que furioso, no me podía creer que me hubiera vuelto a pasar... no era tan fuerte como lo de Sofía, pero la chica a la que quería me había engañado durante casi seis días, todo ese tiempo en el que la besaba como mi novia... cuando ella tranquilamente tenía otro lío con otro chico.

No quería volver a hablar con Brook, estaba tan enfadado que ni pude volver a entrar a la habitación para esperarla como un gilipollas mientras ella se daba besitos con su novio secreto. Salí fuera y me encontré a la gente haciendo actividades despreocupadamente, noté como alguna que otra lágrima silenciosa bajó por mi rostro, hasta que vi a Madison y a Will acercándose a mí, y me quité las lágrimas del rostro en un segundo.

— ¡Hola Noah! — Gritó mi amigo dándome un golpe en la espalda, pero en cuanto vio mi rostro cambió totalmente su expresión — ¿Qué te ha pasado tío?

Yo intenté hablar, pero las palabras no me salieron de la boca. Tartamudeé. Simplemente desvié la mirada y me senté a un banco que había detrás. Maddie y Will se sentaron junto a mí sin sacarme su mirada empática de encima.

— Noah... — Dijo Maddie — ¿Estás bien?

Yo hice que no con la cabeza y suspiré un instante.

— He encontrado a Brook besándose con otro chico, ¡Joder! Pero, ¿qué le he hecho yo...?

Noté como las miradas de mis amigos se cruzaron un segundo, pero luego volvieron a mí.

— Joder tío, no lo sabía, lo siento — Susurró Will a mi lado.

— Bueno, no pienso volver a hablar con ella en mi vida, lo nuestro definitivamente se acabó.

Vi como Madison suspiraba desesperada, sabía que Brook y ella eran amigas, y supuse que le había desmontado la fiesta a Maddie, pero yo no podía con Brook. Will y Madison sabían lo de Sofía, y me comprendían más que nadie en el mundo, los quería muchísimo.

Me pasé el resto de la tarde deprimido, mis amigos me apoyaron, pero lo único que quería era buscar a esa idiota de Brook y destruirla con mis propias manos, lo que me había hecho era imperdonable, después de Sofía todo como lo de Brook podría acabar destruyéndome por completo.

Como si me hubieran leído la mente, a la hora de comer Brook se presentó en nuestra mesa, pero no le hice el mínimo caso, la odiaba, la odiaba con todas mis fuerzas y no pensaba perdonarla jamás.

Pensé en las cosas que le diría si no hubiéramos estado rodeados de gente, pero agradecí que ni Madison ni Will le hicieran ningún caso.

Cuando se fue, solté alguna que otra lágrima y mi rostro se enrojeció sin sacarle la mirada de encima, ella comió sola, eso me gustó. De repente me vinieron a la cabeza los mismos pensamientos que la otra vez, y me asusté tanto que el corazón casi se me sale del pecho.

Madison lo notó y me puso una mano encima de la mía con una expresión empática y agradable, se lo agradecí muchísimo. Si volvía a hacer lo de la última vez acabaría aún peor, acabaría matándome de verdad.

***

Acabamos de comer silenciosamente y salimos al patio exterior, dónde las actividades empezaron. Will me animó a jugar un poco para olvidarme de Brook, y aquello me ayudó bastante, hasta que en el último juego, Brook apareció. La vi llena de furia, y me pareció del todo injusto, yo era el que más había sufrido, Brook no tenía ningún derecho a estar enfadada.

Pensamientos sangrientos se me pasaron por la cabeza en cuanto la tuve delante, pensamientos que hacía mucho que no tenía, pero por suerte estábamos rodeados de gente, y aquello me controló mucho. Tenía ganas de decirle y hacerle un millón de cosas, pero me controlé y simplemente corté con ella de la forma más suave que se me ocurrió, pero tanta furia encerrada tenía que salir de mí, y corrí hacia otro lado.

Me encontré frente a un pequeño estanque de detrás de la casa, y me imaginé a mí debajo del agua helada, por un momento deseé la paz y volví a pensar en aquello.

Negué con la cabeza, desesperado, y volví a la habitación buscando paz y tranquilidad, dormir y olvidarme de todo, hacía tanto tiempo de todo aquello, tanto tiempo en el que por fin había reconstruido mi vida, y Brook lo estropeó todo. Volví a sentir las mismas cosas y a tener los mismos deseos, estaba tan horrorizado que ya no sabía ni quien era yo mismo. Entré en la habitación buscando paz y consuelo entre las sabanas, pero entonces la vi a ella, sentada sobre mi cama, el motivo del regreso de mi tortura.

Detrás De Cada AlmaWhere stories live. Discover now