Una Mini Versión de Mí - Guns N' Roses

sixteen - Tu Juego

"Qué tonto que fui
Qué tarde caí
¿Cómo me mentiste?
¿Cómo te creí?"

Slash le dió un golpe en la cara al rubio, mientras volteaba nuevamente hacia Axl con lágrimas en sus ojos.

— ¡Axl, quiero terminarte ahora mismo...! Pero no puedo... —Logró pronunciar con la voz entrecortada.

— Yo menos... —Respondió obvio.

Steven:

No pude soportar la situación. Era demasiada la mierda que veníamos sosteniendo desde hacía tanto tiempo, era una mentira sobre la otra y ya todo se estaba desmoronando. Seguir con todo esto no tenía caso.

— ¡Está bien, estoy con Axl! —Exclamé mientras veía al mencionado, este asintió con su cabeza.

— A-así es —Tartamudeó nervioso—. He estado con Steven.

Slash se quedó callado por un momento.

Slash:

Me quedé totalmente callado por unos momentos. Yo sospechaba de esto, pero de todos modos quedé en shock. Sentí como hacían pedazos una parte de mi corazón con tres simples palabras.

Yo le entregué... todo. Jamás me guardé nada. Entregué ciegamente la desnudez de mi alma a sus brazos. ¿Así me paga?, todo lo que siempre quise fue lo mejor para él. ¿Qué hice mal?
Ahora sólo necesito empezar de cero, pero conmigo. Es increíble como los corazones pueden cambiar y dejarte en la nada, eligiendo lastimar a quien los ama sin una pizca de arrepentimiento. Ahora dime por qué tus manos están tan frías. En el fondo de mi mente, tú moriste. No puedo creer que esté diciendo esto, pero es la verdad: te odio.

"Parece que es
Fácil para ti
Hacerle a cualquiera
Lo mismo que a mí"

— A-así es. He estado con Steven.

— ...¿Desde cuándo? —Logré soltar después de mi silencio.

Axl se quedó callado, Steven contestó.

— Desde hace tres años.

No sabía qué hacer o decir, estaba destrozado. ¿Enserio pudo hacerme ésto la persona que alguna vez me juró amor eterno? Qué caros son los precios del amor...

— T-terminamos —Tartamudeé y me retiré del lugar mientras sollozaba.

                               (...)

Narrador omnisciente;

— De todos modos... No me importaba tanto... —Se sinceró el pelirrojo, aún así sintiéndose algo triste. Apoyó su cabeza en el hombro de Steven, quien le acariciaba el cabello—. Lo bueno es que podemos estar juntos, ¿No?

— Sí... —Respondió el rubio, quien se sentía bastante culpable por todo.

Ambos se unieron en un abrazo, hasta que Eisley entró en la habitación.

— ¿Qué haces aquí...?

— Papi, ¿la cagué..? —Preguntó acercándose.

— No, no... En algún momento se iba a saber.

— ¿Se van a separar...? —Nuevamente preguntó, ahora con notoria tristeza.

— Así es... —Respondió sincero. Creía que la pequeña ya tenía edad para saber ciertas cosas.

Ella se cubrió el rostro.

— Pero Steven está aquí, ¿Sí? —Le dijo en un tono suave— Vamos, nena, no llores.