Una Mini Versión de Mí - Guns N' Roses

Eight ; Pienso en tí

Dedicatoria:

Sinceramente, escribí este capítulo pensando en lo mucho que amo y aprecio a un par de personitas más que especiales para mí y en todo lo que haría por ellas. No queda mucho para decir, no soy una persona de sacar palabras fácilmente. Solamente quería que supieran lo mucho que los amo y aprecio <3

"You know that I remember when we met
It's funny how I never felt so good
It's a feeling that I know I know I'll never forget".

Luego de unas horas, finalmente llegaron a su destino.
Eisley permaneció calmada por todo el viaje, pues se la pasó en los brazos de su papá.
Duff y Steven bebieron y se drogaron todo el viaje, Izzy sólo se limitó a fumar.

Ahora se encontraban en el hotel, todos tenían habitaciones separadas. Sin embargo, Slash siempre se colaría en la habitación de Axl. Lo mismo con Duff en la de Izzy.

Axl se encontraba ordenando su ropa y cosas mientras Eisley dormía.
En un momento, la pequeña despertó bastante inquieta. Al no saber como calmarla, Axl optó por buscar su peluche.

- ...¿Dónde está? -Dijo mientras continuaba buscándolo por todos lados- ¡Slash!

- ¿Qué pasó? -Dijo este entrando en la habitación.

- ¿No viste el osito de Eis? No lo encuentro.

- ...No lo veo desde que estábamos en el aeropuerto -Confesó rascando su nuca.

- Eis... -Exclamó Axl mientras la alzaba.

La pequeña sólo intentaba zafarse del agarre del ya mencionado. Este comenzó a desdesperarse bastante por el simple hecho de no saber qué hacer mientras la pequeña seguía más que inquieta.

- Tranquila... Tranquila...Ya lo encontraré... Mí amor,La cuidarías un poco?...

Slash alzó a la pequeña, quién enseguida empezó a llorar desesperadamente -posiblemente sus gritos se escucharon hasta la china-.

- Tranquila, mi amor...

- Papi vuelve en tres minutos...-

Y así fue, Axl salió del hotel sin rumbo fijo intentando buscar un peluche igual. Digo, ¿Qué tan difícil sería encontrar un osito rosado con un moño alrededor del cuello y que ni siquiera sabía la marca porque posiblemente lo compró en el chino de la esquina? La respuesta es, imposible.
Entró a todas las tiendas y jugueterías posibles, sin encontrar nada. Sabía que uno "parecido" no bastaba, debía ser uno idéntico o que por lo menos difiera en el mínimo detalle para que Eisley creyera que era el suyo.
Ya desesperado de no encontrar nada, hizo lo que cualquiera en esa situación haría... ¿Comprar un peluche distinto y aceptar que el original ya estaba perdido? No.
Axl compró un peluche de color rosa, el cuál en vez de un oso, era un conejo. «Por Dios, es una bebé de seis meses. No va a notar la puta diferencia.» pensó mientras tanto.

Compró un moño de color celeste, lo más parecido posible. Compró también pegamento y lo pegó todo. Pero faltaba el detalle más importante, un cascabel.
Sí, aquel osito tenía dentro del relleno un pequeño cascabel, así que por ende, sonaba cada vez que la pequeña lo agitaba. Era un característico sonido que, además de entretener a la pequeña, le servía a Axl en la noche para darse cuenta si ésta se movía o algo.
Pero, ese cascabel desaparecería por arte de magia.

Con todo esto, le hizo una réplica muy pero muy barata del peluche.
Rápidamente, regresó al hotel con su obra de arte. Slash lo miró extrañado y contuvo una risa.

- Recemos para que lo agarre...

La niña lo miró de la misma forma en que Slash lo había hecho.

- Ten, preciosa, no llores, mi vida... -Exclamó mientras le daba el peluchito, con algo de miedo.