—Claro que podemos tener raviolis para la cena, en un rato le digo a Hana para que los prepare. —Atrajo a Jin aun más cerca a su torso, hasta que lo hizo recostarse en su pecho, y empezó a dejar largas caricias en la piel de la espalda por sobre la camiseta que el rubio portaba.

—Extraño a papá... a Mamá también la extraño. —Jin se separó un momento del castaño solo para volver a subir a su regazo pero esta vez a horcajadas, abrazándole con ambos brazos y apoyando su barbilla entre la unión del cuello y el hombro—. ¿Cuándo podré verlos de nuev...?

—Tu papá también te extraña, mucho —le hizo saber el peli castaño—. Entiendo que extrañes a Choi... O eso creo, pero tu mamá... Ella no te trataba muy bien, ¿o me equivoco? —Sus palabras hicieron que el menor enderezara su espalda y empezara verle a los ojos como solo él podía, pero esta vez con una mirada absorta proyectada. 

—No me trataba bien —afirmó—. Y mis hermanas tampoco, pero yo las quiero igual —Su tono de voz se hizo un poco más duro. —Papá me cuida, entonces no hay de qué preocuparse —razonó. 

—Bonito, dime algo, ¿tu papá siempre estaba ahí para defenderte de lo que dijeran tu mamá o tus hermanas? —Acunó entre sus dos manos el rostro delicado y bonito de Jin, haciendo que sus abultadas mejillas se vieran aun más bonitas. 

Jin negó con su cabeza. 

—No, porque él siempre está en Seoul muy ocupado con el trabajo, pero me cuida, así como usted también lo hace, Jonnie —dijo Jin—. Usted me cuida, se va y también me deja solo por algunos días —resaltó. 

—Mi amor, no creo que haya un punto de comparación. —Estuvo en desacuerdo—. Te hago otra pregunta, ¿por cuantos días me he ido yo? 

—Dos casi tres días, creo —respondió después de hacer cuentas en su mente. 

—¿Y Choi por cuanto tiempo se iba y te dejaba solo? —preguntó dejando un poco pensativo y con la mirada baja al de cabello dorado. —¿Ves? no hay punto de comparación —volvió a hablar después de largos segundos en los que Jin no respondió nada, e hizo que apoyara su mejilla izquierda en su pecho nuevamente. 

—¿Por qué no le decimos a papá que estoy aquí con usted? —volvió a hablar Jin después de un par de minutos en silencio—. No creo que se enoje, después de todo él es su amigo, y sí yo le digo que usted me ha tratado bien menos se va a enojar. 

—Las cosas no funcionan así, yo te traje sin su permiso, él no sabe que yo te tengo, pero está enojado con la persona que te sacó prácticamente de su propia casa —explicó—. Sí le cuanto que estás conmigo me va a odiar... También te odiará si le cuentas que te gusta como te trato. 

—¿En serio se enojará? —De nuevo se había enderezado y miraba expectante al rostro del moreno. 

—Sí lo hará, y mucho, además si le contamos yo tendré que irme lejos, ¿tú quieres eso? —Con parsimonia haló de las estrechas caderas al menor logrando que ambos abdómenes quedaran sin un centímetro de espacio libre que los separara. 

—No, yo no quiero eso —Negando repetidamente con la cabeza habló el rubio. 

—¿Entonces que debemos hacer? —Empezó a dejar caricias en la cintura de Jin, ahora por debajo de la camiseta. 

—No quiero que papá se enoje, y tampoco quiero que usted se vaya lejos. 

—¿Qué hacemos entonces? —insistió el castaño. 

—No hay que decirle a papá —concluyó Jin con un puchero pronunciado en los labios. 

 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Caja De Cristal   |Namjin|Where stories live. Discover now