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Amaba el clima, era realmente satisfactorio ver el cielo nublado cayendo leves gotas de agua, el viento fresco golpeando mi rostro junto con la suave brisa era mi momento favorito. Quería despejarme y olvidarme un rato de aquel hombre, necesitaba estar en mi lugar seguro. Al llegar a este dejé mi bicicleta a unos centimetros de mí, caminé hasta el viejo puente que se encontraba arriba de la preciosa laguna, en días de calor me metía a refrescarme un rato, era relajante
Hoy hace frío y opté por solo mirar, seguía pensando en mis emociones, realmente nunca me había pasado esto, ni siquiera con alguien de mi colegio. Una parte de mí quería volver a verlo y sentir ese escalofrío recorrer cada parte de mi cuerpo, por alguna forma me atraía su mirada, esa mirada tan seria y tan profunda que probablemente siempre tenía. Solo lo ví sonreír una vez y aún así quedé encantado.
Pasaron los minutos, comenzaba a oscurecer y decidí que ya era hora de irme, emprendí mi camino con la música en alto disfrutando del clima, nuevamente no me dí cuenta que al salir a la carretera un automóvil me chocó y caí terriblemente logrando raspar levemente mi rostro y mi rodilla.

Del auto no me esperaba que quien bajara fuese él, el hombre del cuál no dejaba de pensar. Rápidamente corrió hacia a mí asustado.

—¡Demonios Jimin!, ¿Te encuentras bien?— Preguntó alertado, yo quedé embobado por él, detallando cada parte de su rostro, sus orbes color negro que si él me lo pidiera podría perderme en ellos, sus delgados labios, su piel tan pálida.

—¡Jimin!— Yo reaccioné y lo miré confundido.

—¿Eh?— Respondí.

—¡Mierda!, Te he lastimado. Ven— Y así quedé totalmente perplejo por ver cómo me tomaba entre sus brazos para cargarme suavemente y caminar hacia su auto, yo solo me agarre de su cuello sin dejar de mirarlo.

—¡¿Por qué no te fijaste carajo?!— Preguntó en un tono preocupado y lastimero al mismo tiempo. No estaba acostumbrado a que me gritaran, no a menos que fuese mi madre...Me ponía sensible, odiaba esa parte, en especial esa...Cuando alguien lo hacía solo me echaba a llorar. Cuando eso sucedía Tae era quien siempre me consolaba hasta que pasara, pero él no estaba conmigo.

—Lo siento— Balbuceo cabizbajo.

—Te llevaré rápido al doctor, ¿Si?— La preocupación en su rostro se reflejaba, pero a mí me daba vergüenza mirarlo porque había comenzado a soltar leves gotas de agua saliendo de mis cuencas.

—Ay....No, no, no, no. No llores Jiminnie, no fue mi intención gritarte. Soy un idiota— Dijo arrepentido mientras trataba de abrazarme.— Iremos rápido y si quieres te compro algo.— Yo no respondí, solo ví como cerraba la puerta suavemente e iba por mi bicicleta para colocarla en la cajuela, al poco rato entró al vehículo y nos fuimos.

—En serio lamento haberte chocado, no te ví y tú saliste de la nada.— Se disculpó, pero yo seguí sin mirarlo

—No es culpa suya, es mía por no haberme fijado— Seguía mirando mis dedos juguetear inquietos.

—Discúlpame por haberte gritado.....Me preocupé por si te había lastimado— En ese momento mis lágrimas cesaron y comencé a pensar nuevamente, ¿Preocupado? ¿Por qué?, ¿Será porqué soy el hijo de su amigo y probablemente este lo asesinara cuando se entere?

—Hyung, ya le dije que no es nada. Fue mi culpa por- —No pude terminar porque él me interrumpió con algo de molestia

—Jimin deja de culparte. Ya te dije que no fue tu culpa, yo fui un idiota por no fijarme—

Al poco rato llegamos y él volvió a cargarme, me extrañaba su actitud pero no quería hacerme ideas antes de tiempo. Tal vez exageró, solo tenía leves raspones. Me curaron en un tiempo demasíado rápido. Nada que una buena pomada arregle. De pronto ya íbamos de regreso a mi casa.

The desire to be with you. [Yoonmin]✓Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang