CAPÍTULO 8

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Azrael

Cyrus me habla del plan que tiene pensado para bajar al inframundo sin llamar la atención. Según él cada año se organiza un baile de fin de año en diciembre que simboliza el mes de la reconstrucción del inframundo después de la guerra de los brujos. Después de esa guerra ningún vampiro o demonio quería involucrarse con los brujos hasta que se firmó el tratado de alianza que fue antes de que Lucifer fuera el propietario del trono.

Cyrus seguía hablándome pero mi mente solo vagaba por el recuerdo de ayer con Deanna. Mi pequeña no sabe dónde se ha metido pero disfrutará de cada segundo que la haga rogar por mi.

Sonrío.

—¿Estás escuchándome? —interviene Cyrus, chasqueando los dedos.

Asiento con la cabeza y me recuesto en el sillón de mi gran mesa de comedor. Todos los habitantes de Bloodbound piensan que el castillo de Satanás es una leyenda, que no existe. Pero se encuentra a las afueras de Bloodbound junto al bosque, el castillo a simple vista no se conserva en buenas condiciones pero su interior es todo un lujo.

Este castillo fue la única propiedad que tuvo Lucifer fuera del inframundo, se construyó antes de que yo naciera y durante esos años vivieron Lucifer y mi madre.

Es un recuerdo borroso que tengo pero lo mínimo que recuerdo es que fue la mujer que más amé en mi vida, era una simple campesina italiana que se mudó a Bloodbound en su juventud y conoció a un apuesto caballero, Lucifer, se enamoró de él sin saber que era un monstruo, un demonio pero él solo la uso para crear al heredero de su imperio y luego acabo con ella en un abrir y cerrar de ojos. Y así fue como nací yo.

Recuerdo que cuando me desterraron del inframundo por no cumplir la orden de Lucifer vine al mundo mortal y me hice con el apellido de mi madre, Ricci. Deje de lado lo que era y lo que iba a ser, el heredero del trono pero ahora estoy listo para tomar lo que es mío y empezaré por el inframundo.

—Cuáles son las normas del baile de diciembre. —interrumpo a Cyrus.

—Hay que ir con pareja, irán los brujos, los demonios y los vampiros —explica. —, y tal vez también esté Lilith. —añade en un susurro.

Cierro los ojos con fuerza dejando caer mi cabeza entre mis manos.

Lilith es una demonio muy mayor pero su belleza es persistente y se podría considerar la demonio más bella del inframundo. Años atrás intento seducir a Lucifer para ser reina y meses antes de que me desterraron hizo lo mismo pero la diferencia fue que en esos tiempos era un joven cachondo y me acosté con ella.

Me hicieron un favor al desterrarme.

El mayor problema ahora es que cuando vuelva intentará hacer lo mismo pero esta vez con el propósito de reinar el infierno a mi lado. No lo permitiré porque llevaré conmigo a Deanna como pareja, sabe bastante sobre nosotros y podría pasar desapercibida la cuestión es que aún no sabe nada de mi y creo que tampoco sabe que soy. Y digo creo porque es una mujer inteligente podría haber descubierto que no pertenezco a este mundo hace tiempo.

—¿Irás con alguien como pareja? —inquiere, sirviendo un sorbo de whisky para ambos.

—Sí. —digo, sonriente. —Es humana. —Cyrus abre los ojos de par en par y se atraganta con el líquido de color ambar.

—¿¡Humana!? ¿Eres estúpido? La mataran nada más pisar el terreno, sabes que Lucifer detesta a los de su raza.

Lo sé. Pero ella es diferente. Ella es mía pero aún no lo sabe.

—¿Y tú, a quién llevarás? —pregunto con una sonrisa en mis labios. Cyrus es un hombre con gustos diferentes, mientras a mí me gustan las mujeres morenas e inteligentes, a él le gustan los hombres altos y morenos de piel.

The Death Temptation [+18] (En Proceso)Where stories live. Discover now