La Dormilona

355 21 18
                                    

POV Wanda

- Peque - llama Nat a Lena en un susurro, ella tan solo se gira hacia el otro lado y hunde la cabeza en el espacio entre sus brazos, intentando bloquear la luz que emana del coche -, hemos llegado - Lena gruñe mientras Natasha trata de apartar suavemente los bracitos que cubren su rostro. Sobra decir que no lo ha conseguido.

Acabamos de venir de ver los fuegos artificiales que había en un pueblo cercano. A Lena le han gustado mucho, Natasha la ha subido a sus hombros para que vea mejor, tengo incluso una foto que pienso imprimir para su cumpleaños. 

A mí también me han gustado mucho, y a Nat; los fuegos artificiales eran preciosos, de veras los más bonitos que haya visto yo en mi vida, y he ido a ver, que yo recuerde, cinco veces los fuegos artificiales en toda mi vida. Había de muchos tipos y muchos colores, iban en todas direcciones y todos muy brillantes. Mis favoritos son sin duda los naranjas, se ven preciosos y suben mucho.

Pero me ha encantado sobre todo porque han sido los primeros fuegos artificiales de Lena, y ella estaba muy ilusionada. Al principio se ha asustado un poco con la gente que había en el parque, había en serio demasiada gente y a Lena no le gustan las aglomeraciones. Si soy sincera, a mí tampoco, y mucho menos a Nat. 

Pero lo de Lena es otra cosa; hemos descubierto que le dan extremado miedo las grandes masas de gente, e incluso entró en una especie de pánico cuando llegamos para aparcar viendo desde la ventanilla del coche a todas esas personas caminando todos hacia la misma dirección. Al principio no quería ni bajar del coche, después Nat le prometió que no le soltaría la mano hasta que llegáramos de nuevo al coche. Lena confió y Nat cumplió del todo con su promesa, incluso cuando la quería cargar a los hombros porque no veía la tuve que subir yo porque no quería soltarse de su mano, y al bajar igual.

Sin embargo, aunque es verdad que cuando nos adentramos un poco en el parque Lena tenía mucho miedo y se quedaba abrazada a la cintura de Nat, y no voy a negar que yo también lo pasé muy mal por ella, en cuanto encontramos un sitio en la hierba para sentarnos, cada una se sentó a un lado suyo y debió de sentirse mejor, más protegida, porque se fue destensando poco a poco. El abrazo fue lo mejor.

Después de ese mal rato que pasó Lena (y también Nat y yo al verla así de afligida), la verdad es que lo pasamos muy bien. En especial Lena, pero las tres alucinamos con todos los colores que aparecían en el cielo oscuro de la agradable noche. Las explosiones de colores, la sorpresa de cuando empiezan a salir los primeros, el barullo, la impresión de qué tan alto suben... Hacía mucho que no lo pasaba así, ha sido alucinante.

- Lena... - seguía intentándolo Natasha - Arriba hay una camita esperándote - dice Nat con delicadeza, pero Lena sigue negándose -, muy cómoda...

- Déjala, Nat - ésta abre la boca para rechistar, pero la corto y no consigue pronunciar palabra -, puedo llevarla en brazos - susurro, aunque Lena me oye y noto que se contenta bastante -.

- Pero, amor...

- Shhh, la vas a despertar - le susurro mientras cargo a Lena en brazos, ella se aferra a mi torso y cuello como un koala -. Cierra el coche y ten las llaves listas para cuando lleguemos a casa.

Nat obedece, pasamos el camino hasta casa calladas. Lena al principio se remueve un poco en mis brazos pero después parece encontrar una postura cómoda y cae rendida. Ahora en serio parece que está dormida, y de una manera muy adorable.

Mi esposa abre la puerta con sumo cuidado, no sé cómo habrá hecho para no hacer ruido alguno al sacar las llaves. Pero bueno, es lo que pasa cuando estás viviendo una vida feliz con una espía rusa como pareja.

Al llegar a la habitación, deposito suavemente a Lena en la cama y Nat la tapa con la sábana. Ella se aferra y alarga su brazo hasta alcanzar su muñeco favorito, un perrito de peluche al que ha decidido llamar Maxi. Quizás no estaba tan dormida como parecía...

- Creo que nos ha engañado - susurra mi mujer en mi oído, y veo cómo Lena esboza una sonrisa -.

Me limito a encogerme de hombros.

- Vístela con el pijama, me voy a lavar los dientes y a la cama, estoy cansada.

Miro una última vez a mi pequeña, que sigue sonriendo, y me doy la vuelta camino al baño. Allí me lavo los dientes y me visto con el pijama, y después camino directa a mi habitación, esperando a mi mujer.

- Nada, que no hay manera de ponerle el pijama a tu hija - me dice Nat mientras entra a la habitación y cierra la puerta tras ella. Sin embargo, yo ni me inmuto; sigo con los ojos cerrados, pero la oigo y la escucho con atención. Ella parece percatarse de ello, y creo que en verdad ha pensado que estoy dormida por sus siguientes palabras -. Mierda, ¿tú también? - no obtiene respuesta - Sois unas dormilonas.

Volteo y ella se sorprende.

- ¿Dormilonas? - espeto brusca, no le da tiempo a responder - Pues a ver quién te abraza esta noche, Nataska - y, sin más, me doy la vuelta y me recuesto en el colchón de un costado, dándole la espalda -.

No pasan dos segundos hasta sentir sus labios en mi cuello, y que su brazo rodee mi cintura. Esbozo una sonrisa que en serio no he podido reprimir.

- Lo siento - susurra bastante cerca de mi oído contra mi cuello mientras sigue besándolo -, no era mi intención - sigo sin girarme -. No quería decir eso, ¿vale? ¿Me perdonas?

Me veo obligada a girarme ante su tono de voz suave y sincero, y me encuentro con sus endemoniados ojos de cachorrito, a ésos a los que no puedo decir que no.

- Te perdono si me abrazas esta noche.

No hizo falta decirle más; ya hace rato que la tengo con un brazo suyo sobre mi cintura y su cuerpo pegado al mío. Incluso ha añadido caricias en mi cabello. Le encanta acariciarme el cabello; dice que es muy suave y fino, que su mirada se pierde entre esos finos hilos que adornan mi dulce cabecita, palabras textuales. Y a mí, la verdad, me gusta mucho que juegue con mi cabello, que pase sus dedos por mis mechones... Es agradable, me relaja mucho.

- Buenas noches - susurra dulcemente contra mi hombro, pero a mí no me da tiempo a responder porque me estoy quedando dormida... Igual Nat tiene razón y sí soy una dormilona...


¡Holaa, nuevo OS!

Ya sé, quizás fue un poco demasiado corto, pero en fin, creo que quedó bonito y tierno igualmente, así que espero que les haya gustado. He disfrutado mucho escribiéndolo, espero que ustedes igual leyéndolo.

Por si se lo preguntan, sí, la inspiración viene de noche, y esta vez ha venido porque hace relativamente poco fui a ver unos fuegos artificiales y dije : "¿Por qué no? Quedaría súper bonito un One Shot con Wandita, Natasha y su pequeña Lena..." Creo que no me equivocaba.

¡Gracias por leer! Me contenta mucho saber que leen.

~Ani

One Shots WandaNat 💞✨Where stories live. Discover now