—Sepárense —indicó el mayor.

Ella se quedó en su lugar sin saber a donde ir, hasta que sintió la mano de Neteyam empujar levemente su espalda baja, haciéndola avanzar junto a él.

—Debes hacer todo lo que te diga -indicó el. Ella frunció el ceño por la elección de palabras del macho.

—Podrías haberlo pedido amablemente —replicó sin poder evitarlo.

El macho se detuvo tirando con fuerza de su brazo para que ella girara y lo encarara. La molestia en su rostro la hizo tragarse otra replica mordaz, eso y la cercanía entre sus cuerpos.

Si respiraba, podía distinguir entre el olor de Neteyam y el del bosque, tan similares, pero tan diferentes. El lugar en donde la grande mano de él sostenía su brazo ardía, en sentido figurado. Esa sensación la asusto y aparto la mano de él de un manotazo.
El ceño ya fruncido de Neteyam se arrugo más por el enfado.

—Skxáwng —la insultó con los labios apretados-. Harás que te maten.

–Preocúpate por ti, yo me mantendré viva a mi misma.

Una risa corta salió de los labios del macho, dejándola sin palabras por unos segundos.

—Bien, pero no me pidas ayuda cuando te atrapen.

Y sin decir otra palabra, siguió rodeando el lugar de donde había salido la voz de Quaritch.

Ella lo siguió intentando hacer tanto silencio como él. No fue difícil mantenerle el ritmo y fue entonces cuando notó que él estaba yendo más despacio por ella. Eso la enojó.

Pero no pudo replicar porque comenzó a escuchar los disparos y gritos.

A su derecha, solo a 4 metros de distancia estaban Quaricth y su sequito del terror con unos niños na'vi, los cuales estaban siendo sometidos por Recom.

Neteyam se acercó a el primer soldado que encontró, aquel que sostenía a una niña pequeña y le enterró diestramente su cuchillo en el abdomen. Un trabajo limpio.
La niña gritó el nombre de su hermano y corrió hacia él, sin ver que Quaritch había puesto la atención en ella, jalándola de las trenzas y apuntando su cabeza con un arma.

Neteyam gruño sin poder acercarse para que no hirieran a su hermana.

Sin pensarlo dos veces, Cadete se posicionó junto a Neteyam e,trando en el campo de visión de Quaritch. El general abrió los ojos al observarla, sin imaginar que ella estaría con ese clan de na'vi.

—Suelta a la niña —pidió con calma-. No sabía que a esto te dedicabas. Atacando inocentes.

—No intentes ganarle a mi honor, Cadete —replicó Quaritch, apretando el agarre sobre la niña y haciéndola quejarse. Neteyam le gruñó-. No queda honor en mí.

—Neteyam —llamó la niña con miedo.

—Aquí estoy, Tuk, tranquila —la calmó él, aunque en su voz había un ligera toque de pánico.

Cadete se giró hacia Neteyam quien alternaba miradas entre ella y el general. Había frustración en su mirada, por no poder ayudar a su hermana. Una frustración que Cadete nunca había sentido, porque nunca había tenido a nadie más.

—Suelta a la niña y me entregaré —dijo ella, observando ahora al general que la había entregado-. Sabes que digo la verdad.

—No me importa si te entregas ahora o no —se burló Quaritch-. De igual forma te encontrare tarde o temprano.

Cadete siseo, enseñándole instintivamente los colmillos al general. Con un movimiento rápido le quitó el chuchillo a Neteyam y se apuntó a sí misma, justo en el pecho. El macho le gritó y Quaritch abrió los ojos al máximo. Eso si no se lo esperaba.

—Nunca vas a encontrar a otra como yo —se burlo ella-. Ahora, suelta a la niña.

—Bien —accedió Quaritch mientras soltaba a la pequeña, quien corrió a ocultarse detrás de su hermano-. Ganaste por ahora, Cadete. Pero es una batalla, la guerra la ganaré yo.

—Yaymak  —se burló ella. Ignorante. Ese era el peor insulto que podría usar contra el general-. Veremos si te doy oportunidad de librar la guerra.

No pudo apreciar la molestia de Quaritch pues Neteyam arrojó tierra sobre él, para luego agarrar el brazo de Cadete y tirar de ella muy lejos de ese lugar.

Escucharon el sonido del aerodeslizador que probablemente venia a buscar a los derrotados avatares.

Sentía que iba a desmayarse, aun sostenía con fuerza el arma de Neteyam con su mano derecha, eso ayudaba, pero lo que mas ayudaba era la mano de el chamo sobre su antebrazo izquierdo, alejándola del general.
Se detuvieron cuando llegaron a un pequeño claro donde estaban os padres de Neteyam y los que debían ser sus hermanos. La madre y el padre se arrojaron sobre Tuk.

—Mi hija. Ma'Tuk. ¡Gracias Gran Madre! —exclamaba la hembra.

—Estamos bien —aseguró el padre, abrazando a los dos jóvenes que habían salvado. Los que debían ser los hermanos de Neteyam.

Cadete se quedo apartada de la escena, viéndolos fascinada. La hembra mas joven se acerco a Neteyam con el rostro cubierto de lágrimas.

—Tienen a Spider. Se llevaron a Spider —lloró sobre el hombro Neteyam-. Debemos volver por él.

El padre de Neteyam se acerco a la chica y la abrazo.

—El es un chico fuerte, estará bien —la consoló-. Pero no podemos volver ahora.

Siguió a la familia que se alejaba a paso veloz del lugar en el que había sucedido todo. Corrieron lo que le parecieron horas, hasta que por fin se detuvieron a descansar. En ese momento, sintió la presencia de Neteyam a su lado, y su mirada como si grabara tatuajes de fuego en su piel.

—Gracias —le dijo él, con una inclinación de cabeza.

Ella suponía que le agradecía por ayudarlo a salar a su hermana.

—Skxáwng —se burló ella, llamando la atención de todos los demás-. La próxima vez pídelo amablemente.

Un amago de sonrisa se formo en los labios del macho, que parecía querer responder, pero fue interrumpido por su padre.

—Ahora sí. Se puede saber ¿quién eres tú?

—Un gusto conocerte, Jake Sully —lo saludó ella, había descubierto que era él después del ataque de Quaritch. El aludido levanto las cejas con sorpresa-. Explicar quien soy yo es muy complicado.

—Tienes suerte —respondió la chica que habían salvado, la mayor. Que tenia una sonrisa amable en su rostro-. Como habrás visto, a esta familia le gusta lo complicado.

Onism || Neteyam Where stories live. Discover now