TRADUCTOR_¿Voldemort incluso levanta, hermano?_COMPLETO

12. Año 5-- Tú y cuyo ejército

Descargo de responsabilidad : No soy dueño de estas cosas.

Nota del autor : una buena cantidad de preparación para este capítulo, pero quería poder publicar algo sin demasiada demora. Feliz Día de Acción de Gracias, a todos los que lo celebran.

Minerva se sentó en la vieja y polvorienta cocina de Grimmauld Place y suspiró mientras el resto de la Orden del Fénix entraba lentamente, más de la mitad de ellos ya llegaban tarde a la reunión. Ella solo sabía que Albus sería el último en llegar, su talento necesario para llegar elegantemente tarde , como si todo lo que hiciera estuviera a la moda para las personas con decencia o buen gusto.

Sirius Black se sentó al otro lado de la mesa frente a ella y ella levantó una ceja hacia él. "¿Cómo está Harry, Sirius?"

"Se va a Francia mañana, así que me imagino que está empacando", respondió el viejo perro callejero. "Estoy pensando en pasarme de visita por la época en que llegaron a la Riviera francesa. Ya sabes lo que dicen sobre Veela y las playas en topless".

"Eres un réprobo tan asqueroso que me sorprende que no hayas sido una peor influencia para tu ahijado", resopló.

"Gracias, Minnie", sonrió. "Esa es una de las cosas más bonitas que me has dicho. En cuanto a Harry, lamentablemente está demasiado comprometido con esos gemelos suyos. Por un lado, puedo entender porque son gemelos idénticos, pero por otro lado, yo Ojalá no hubiera seguido el ejemplo de James de engancharse desde el primer año".

Dumbledore apareció en un estallido de fuego cuando Fawkes lo dejó caer al suelo en el otro extremo de la mesa. Gimió mientras se ponía de pie. "¡No iba a llegar demasiado tarde, pájaro tonto!"

Un graznido enojado fue la respuesta antes de que el fénix desapareciera.

Cuando el director llegó a su asiento, la puerta se abrió de golpe cuando Snape irrumpió, con la capa ondeando detrás de él y burlándose como siempre.

Dumbledore aplaudió. "¡Maravilloso Severus! Levántate por favor."

"¿Qué?" Snape levantó las cejas con incredulidad pero hizo lo que le pedía.

"Sí, ahora haz un pequeño giro".

"¿Un turno?"

"Sí, da un pequeño giro y sal de la habitación".

"Pero-"

"¡Severo!" La voz de Dumbledore se volvió profunda y enojada y el hombre puesto finalmente lo hizo. "Sí, ahora puedes volver a entrar".

Sirius y Lupin se reían entre dientes cuando Snape regresó, la túnica todavía ondeaba pero su sonrisa habitual fue reemplazada por una mueca sin gracia.

"¿No es eso extraordinario?" Dumbledore le dijo a su viejo amigo Dedalus Diggle con una sonrisa. "Nunca he sido capaz de hacer que mi túnica gire y se ondule así".

Minerva exhaló y dejó pasar algunas risitas antes de ponerse de pie para tomar el control de la habitación. "Muy bien, todos, es hora de un informe de estado. ¿Nymphadora?"

"¡Sí, profesora McGonagall!" La joven auror saltó de su asiento y se golpeó la rodilla contra la mesa. "Um, hemos estado tratando de hablar con la gente en el trabajo, tratando de que escuchen sobre ya-sabes-quién, pero-"

"¡Pero todos son un montón de cobardes e idiotas!" Intervino Ojoloco.

"¿Negocios como de costumbre entonces?" Sirius resopló.

"Bastante," Minerva frunció el ceño. "Sni-Severus, ¿alguna noticia del otro campamento?"

Si notó su desliz al casi llamarlo su apodo menos favorito, lo ocultó bien mientras se ponía de pie y se abalanzaba por la habitación. "El Señor Oscuro está conspirando. Siempre conspirando. Parece estar tratando de idear una manera de matar a Harry Potter".