8. Año 4: Somos los campeones II

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Descargo de responsabilidad : abril es el mes más cruel. Aquí está la esperanza de que desatar un poco de alegría mejore las cosas. ¡Disfrutar!

Fleur Delacour estaba teniendo un día apenas tolerable. Cierto, había sido elegida para ser campeona de los Tres Magos, pero ¿a quién más podría haber elegido el cáliz de fuego? ¿Esa zorra Eva Marie? No seas ridículo.

No, claramente Fleur estaba muy por encima de su competencia. Al mirar a los dos chicos que la rodeaban, tampoco pensó mucho en ellos. El chico inglés era bastante bonito, pero demasiado afeminado para su gusto. El hombre de las cavernas de Durmstrang ni siquiera tenía buena apariencia, pero Madame Maxime le había advertido que la escuela estaba dirigida por un asesino, por lo que no debería tomar ninguno de ellos a la ligera. Pero entonces, ¿qué esperaría ella de esos bárbaros escandinavos sino un bruto sin sofisticación?

Al menos había un fuego para calentarse por el momento. Era una pena terrible estar en un lugar tan atrasado y primitivo como Hogwarts. Tal vez si fuera arqueóloga, el castillo podría haberle interesado, pero considerando todas las cosas, estaba contenta de que los vagabundos británicos al menos tuvieran plomería interior.

Entonces entró un tercer niño, y la diversión de Fleur aumentó cuando vio que era el joven salvaje que le había cortado las mangas de la camisa el día anterior. Se rumoreaba que se trataba de Harry Potter, el niño famoso que vivió. No se había acercado lo suficiente para ver si tenía la cicatriz, pero algunas de las chicas del lugar se reían de él a la hora de comer. Normalmente, Fleur estaría por encima de preocuparse por esos chismes, pero había algo muy agradable en esos músculos ondulados, inusual también en el mundo mágico.

Él se acercó pavoneándose hacia ella, y ella se obligó a no reírse de su mirada obviamente deslumbrada.

"Harry, ¿qué está pasando?" preguntó el otro chico de Hogwarts.

"Disculpe", respondió Potter mientras empujaba entre los otros dos para llegar a Fleur. Ella pudo haber estado sonriendo mientras miraba. Él asintió hacia ella con una sonrisa. "Hola niña, ¿cómo estás?"

Si ella no fuera una dama tan refinada, Fleur habría resoplado ante su descarado intento de coquetear. Aun así, era más divertido que la mayoría. Ella levantó la mano y él la tomó y se inclinó para besarla justo por encima de los nudillos.

"Harry Potter, a tus órdenes", agregó con una sonrisa.

Una mujer menor habría estado encantada, supuso, tal vez incluso sintiendo un cosquilleo en algún lugar inapropiado para mencionarlo en compañía educada. Fleur simplemente aceptó con un resoplido casualmente altivo, "Te aseguro que el placer es todo tuyo".

"Podemos arreglar eso más tarde", se encogió de hombros, pero siguió sonriendo.

Hubo una ráfaga de emoción cuando varios adultos inundaron la habitación.

"¡Asombroso!" uno de los cerdos británicos brotó mientras caminaba dentro. "¡Un cuarto campeón! ¡Y nuestro propio señor Potter, nada menos!"

"Es bastante dulce", estuvo de acuerdo Harry. "Tendré que agradecer a quien haya puesto mi nombre".

"¡Pero por supuesto que está mintiendo! ¡El mocoso arrogante!"

Fleur levantó la nariz hacia el campesino sucio con dientes amarillos que comenzó a despotricar. Pero un momento después, Harry Potter le dio un puñetazo al grasiento monstruo en la boca, lo derribó y le hizo volar un par de dientes. Es posible que se le haya escapado una risita mientras observaba el espectáculo.

"Hombre, ha pasado demasiado tiempo desde que hice eso", sonrió Harry antes de volverse hacia una bruja británica mayor que estaba tratando desesperadamente de contener la risa. "¿Qué está haciendo Snivellus aquí de todos modos? No se escogió a ningún Slytherin. ¿No debería, um..."

TRADUCTOR_¿Voldemort incluso levanta, hermano?_COMPLETOWhere stories live. Discover now