M o n s t r u o s

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Layla: ¿Ya se durmieron todos?— susurró, espiando desde la ventana de la cocina de aquel hotel.

Thalía: Les dije que ya era muy tarde.

Summer: Pero si tardamos porque paraste cuando un gringo te pidió la hora— reprochó —¿Qué no eres latina, pana? La regla básica para sobrevivir es que cuando alguien que parece un choro, se mueve, habla y huele como uno, te pide la hora, corres antes de que te chuce y te mandé a conocer al creador.

Thalía: Ándate a la quinta porra, loca.

Axel: Verga— maldijo buscando entre su ropa las llaves —Creo que perdí...

Layla: No jodas, busque y escarbe bien en esos bolsillos, pues, parce— tocó por encima de los pantalones del muchacho —¡Ay!, granito de amor. Este chino jediondo no tiene nada de nada, está más pelado que la colita del niño Dios.

Axel: Oiga, grosera.

Thalía: Si los otros se enteran de que apostamos la guita que ganamos con el primer cliente, tengan por seguro que somos boleta.

Summer: Pana, entremos por mi habitación, la babosa de Emma siempre deja las ventanas abiertas.

Layla: Pero Emma tiene el sueño ligero, además, dijiste que ella tiene una campana en la habitación que suena cada vez que se abre la puerta.

Summer: Chuta, lo había olvidado.

Thalía: Gigi es quien tiene el sueño más pesado, y Piscis también duerme con la ventana abierta.

Axel: ¿Y como sabes eso?

Thalía: Tarado, vos y yo sabemos que los de agua necesitan mantener una temperatura elevada si no quieren sufrir un golpe de calor en el verano.

Summer: Entonces menos charla y más acción.

Layla: Esperen, entonces yo necesito un poco de agua para hacer esto.

Summer: ¿Cuál agua?

Layla: Esta— levantó la pequeña botella que escondía en el bolsillo de su abrigo —El aguardiente.

Dio dos largos tragos para matar el pánico que sentía hasta ese momento.

Layla: Caminen pues, caremocos.

Thalía: ¿Me das un poco?

Layla: No, el exceso de alcohol es perjudicial para la salud y no se le puede dar a menores de edad.

Thalía: Yo no soy menor de edad.

Layla: La respuesta sigue siendo "no" cariño.

Axel: Listo— abrió el cerrojo con la tarjeta de presentación del casino.

Impresionadas, las chicas estaban estáticas observando como Aries abría la puerta y cedía el paso a las damas como un correcto caballero.

Layla: Tienes la habilidad de un ratero innato— tomo un tercer tragó de la botella —Es más rico en Colombia.

Thalía: Si podés hacer eso, ¿Por qué nos dejaste discutir?

Axel: Para que me dejen hacer mi trabajo sin presión— obvió — Entre los diez del zodiaco, ustedes son las más hostigantes cuando están preocupados.

Summer: Que cruel eres, ñaño.

Thalía: ¿Vos y quién más son la excepción?

Axel: Gigi, claro.

La Cuarta BibliotecaWhere stories live. Discover now