D e s e o

77 8 0
                                    

Gustavo: Muchas gracias por su ayuda, señora y señor.

Mariana: Viejita.

Gigi: ¿Señora? ¿viejita? Estos chinos re...— indignada, se disponía a contestar, cuando Emma cubrió su boca.

Emma: Vamos Gus, aún te falta terminar de empacar— sonreía, extendiendo su mano para llevar al pequeño con su padre —Termine de limpiar, Líder. Por favor.

Cameron: Y no molesten al nuevo huésped, vino aquí por relajación, no para oír sus peleas— cargaba a la niña —Vamos Mari, tu tío te dará algo de dinero que encontró en una maleta en la entrada del edificio.

Gigi: Tantos años dirigiendo el grupo más importante del zodiaco para terminar lavando pisos— escurrió el agua del trapero —Esto ya no es karma, es odio y rencor contra nosotros.

Carlos: Lo que no entiendo es como terminamos juntos en la misma labor.

Gigi: Te dio un golpe de calor por estar tanto tiempo afuera con la mona, Debilucho.

Carlos: Pero con tantas opciones de compañeros para trabajar¿Por qué tenía que ser contigo?

Gigi: ¿Y yo que se? A mi tampoco me agrada usted, parce.

Carlos: Claro, te da remordimiento verme a la cara.

Gigi: Ya te pedí perdón, podrías dejarme en paz con eso.

Carlos: ¡Pero no quiero! Todo esta chingadera es por tu culpa.

Gigi: ¿Mi culpa? Yo te lo advertí, te dije que si no ibas a quedarte conmigo para siempre me dejaras en paz— se molestó.

Carlos: Estaba enfermo, Gigi. Yo no te abandoné.

Gigi: Si di lo que quieras, el caso es que mientras tú te diste por vencido, yo moví cielo y tierra para encontrar una solución.

Cancer guardo silencio por un rato, mientras observaba detalladamente el rostro de la muchacha, recordando su juventud junto a ella.

Carlos: Desearía no haberme enamorado de ti.

Gigi: El sentimiento es mutuo.

Carlos: Llevaste tú capricho por mi a otro nivel, esto no fue una decisión tomada por una mimada niña de sangre azul— bufó.

Gigi: Jamás fuiste un capricho, tu nunca quiste creer eso. Ser privilegiado no te convierte en un demonio, y ser pobre no te hace un ángel. Si la muerte no te enseño eso, entonces sigues siendo el mismo campesino iluso y estupido que conocí en ese río.

Carlos: Quisiera que hubieras muerto el día en que te conocí.

Gigi: ¡Pero no fue así, hijueputa, y si estamos aquí también es por tu culpa!— exclamó —Tu salvaste mi vida, yo salve la tuya.

Carlos: ¿Acaso esta chingadera de vida es salvación para ti?

Gigi: ¡Lo es, marica, para mí este es el paraíso!— jadeó —Tu lo dijiste, el infierno sería no tenerte a mi lado.

Carlos: Entonces déjame corregir mi error— dejo caer su trapero —Este es mi puto infierno, tu, la persona que más amaba en vida, me metiste en la prisión más oscura que encontraste.

Gigi: ¿Y lo que tú hiciste estuvo mejor?— golpeo el hombro de Cancer con su dedo índice, empujando su cueroo —Me pediste que viviera por ti, y lo hice. Yo te pedí que hicieras lo mismo por mi, y me abandonaste.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 06, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

La Cuarta BibliotecaWhere stories live. Discover now