T i e r r a

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Ahora, los signos de Tierra, aquellos con la capacidad de vivir en cualquier tipo de climas, se veían azotados por una extraña ola de calor que había cobrado vidas en cuestión de días en Buenos Aires, Argentina. Solo Dios sabía lo mucho que estos jóvenes se esforzaron por no llenar una alberca con hielo y nadar sobre ella.

Cameron: Tremenda piña la que se van a comer los de Fuego.

Thalia: Sé que estamos molestos, pero tal vez, esto no fue culpa de ellos.

Víctor: Si, tal vez, a los salames finalmente les arrebataron sus poderes— bromeo —De ser así, me muero de ganas por ver la jeta de Axel

Thalia: Pibes, somos un equipo y debemos dar nuestro mejor ejemplo. No quiero oírlos armar un quilombo, no puedo bancarme otro castigo.

Cameron: Siempre y cuando esos boludos se mantengan a raya, no habrán más problemas.

Víctor: Che, Thalia, ¿de verdad era tan importante para vos que hicieramos camisas iguales para los doce?— observaba su camisa rosada —Porque creo que nos van a bardear en cuanto nos vean, yo lo haría.

Thalia: ¿Creen que fue una mala idea que gastar la guita en esto?— triste.

Cameron: No escuches a Vic, solo le gusta romper las bolas en los momentos menos indicados.

Víctor: Pero, tu también pensas lo mismo.

Thalia: ¿Es de posta, Cam?

Cameron: No.

Víctor: Mentira.

Cameron: Atorrante, tomátelas.

Víctor: Bueno ya, me calló— hizo un puchero.

Thalia: Che, ¿creen que finalmente podamos llevarnos bien con los otros?— ilusionada —Realmente quiero poder pasar tiempo con las chicas.

Víctor: Pero si nos llevamos bien con los de Agua, ¿que no sos amiga de Emma?

Camarón: Se refiere a ser amigos de los demás Signos.

Víctor: Oh, entonces no. Bueno, tal vez si la cana interviene no sería imposible.

Thalia: No te refieras de esa forma sobre Lena y Gabo.

Víctor: Andas muy amorosa con Gabriel— pícaro —No me digas que te gusta.

Camarón: No la molestes, Vic.

Víctor: Solo te estaba bardeando un poco, Thalía.

Thalía: Bien, tomen sus cosas por favor— levantó su llave —Voy a abrir la puerta.

Víctor: ¿Creen que los de Aire ya llegaron?

Camarón: ¡Más les vale que sí! Es agotador que siempre lleguen media hora tarde a cualquier evento.

Thalía: No seas tan estricto con ellas, cumplen bastante bien con sus roles— ingreso la llave en el cerrojo, y lo giro lentamente —La puerta se atascó.

Camarón: Déjame ayudar.

La cerradura no cedía.

Camarón: Espera un segundo— saco la llave y la observó cuidadosamente —Virgo, boludo, danos la verdadera llave.

Víctor: Ja, debieron de ver sus caras de confusión— contenía su risa —¿Cómo no fueron capaces de reconocer la llave falsa?

Camarón: No lo puedo creer, la madre que lo parió— refunfuño.

La Cuarta BibliotecaOnde histórias criam vida. Descubra agora