Y te encontré

Capítulo 22

El domingo lo pasé en una nube, estaba tan feliz y contenta que nada podía arruinar mi vibra.

- ¿Cuándo vas a regresar al equipo?

- Disculpa...- traté de entender lo que Kate estaba diciendo.

- Te preguntó Alycia Voughan ¿cuándo vas a volver al equipo?

- Ummm... No creo volver, amo jugarlo pero no voy a seguir haciéndolo.

- Lo amas, ¿Por qué lo vas a dejar?

- Kate ¿Reglamente tú quieres seguir jugando?

Cerré mi libro y la miré, las dos sabíamos por qué había entrado a tennis.

- Me veo sexy con el uniforme.

- Oh, Dios. No hay remedio contigo.

- Tranquila, idiota.- empiezo mi hombro con el suyo, tratando de ser chistosa- Me gusta pero solo para ir a jugar un rato, creo que ya tuvimos demasiado, le hemos dado a esta universidad, nuestros mejores años.

- Uno más y nos largamos.

- Uff, la vida de adultas, lo que siempre soñamos...
En fin, ¿vamos a ir a la fiesta?

- Es jueves de verdad quieres ir a una fiesta.

- Vamos un rato, puedes llevar tu maravilloso coche y después te quedas en mi casa, no es gran ciencia.

- WOW, sabes de ciencia.

- Eres una idiota, me voy. Iré a buscar a mi chiquito bebé para que me dé amor.

- Suerte- sonreí. Una tontería que le diga así.

Jamás caeré en la trampa de cursilerías a ese nivel con Eleonor.

Bueno, probablemente lo mío sería con mucha clase y elegancia, mucha elegancia.

Terminé de hacer mi ensayo y guarde mis cosas, últimamente los días sin tennis se volvían un poco tediosos, tenía mucho tiempo libro pero sin nada que hacer.

Me dirigí a mi auto para cambiarme por ropa más formal para ir a buffete y continuar como becaria.

- Ya se va señorita Voughan.

Un escalofrío recorrío mi cuerpo.

- Hola- sonreí, probablemente desde afuera la sonrisa era la más tonta que se pudiera imaginar un ser humano.

- Hola- sonrió, dejando un gran espacio entre nosotras, teniendo cuidado de no demostrar mucho nuestros sentimientos.

- Te he extrañado- susurré, era tan difícil verla en clase y no poder acercarme a tocarla.

- Hemos hablado todo los días- alegó sonriendo.

- No es suficiente.

- ¿Ah no?- elevó su ceja dando un aspecto maquiavélico.

- No, necesito más, al menos un besito muy pequeño.

- Yo también, cariño.

- Bueno lo has arreglado.

- Tan fácil eres- sonrió.

- Solo contigo- soltó una carcajada- ¿Qué haces este fin?

- No sé, depende cuáles son tus planes

- Aburrido, necesito conseguir una departamento, ya va siendo hora de salir de la casa de mi hermana.

- Te puedes quedar en el mío.

Se rió con ganas.

- Muy graciosa- sonrió mientras mordía su labio- ¡Dios! - exclamó y suspiró- Me muero por besarte, eres tan adorable.