Baji Keisuke - Party

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El antro con las luces apagadas y solo unos destellos neones, el alcohol haciendo que mi cabeza esté dando vueltas y el sexy pelinegro que está bailando pegado a mi.

La música explotandome los tímpanos y las manos de este chico en mi cintura era indescriptible, buscaba oro y encontré un diamante.

Era jodidamente guapo, educado, atractivo, elegante y descontrolado a la vez, su cabellera negra y sus mechones largos, su cabello sedoso me provocaba un deseo de besarlo y tomarlo del cabello para no separarnos más.

Sus manos con las venas resaltadas, unas cuantas cicatrices en ellas, según me dijo debido a peleas de joven, aruñones de gatos que cuida y trabajo manual, que me meta esos dedos, dios.

Su cuerpo, musculoso, alto, sus facciones, esas cejas gruesas, saben lo que dicen de las cejas gruesas, no? Y si no, lo sabremos más tarde, me encargaré de comprobarlo.

Lo más seguro con abdomen marcado, no lo sabía pero lo descubriré. Y sus colmillos, maldita sea, quiero ser de él y que me muerda cada que quiera, que me muerda las tetas con esos colmillos afilados y marcados.

Y ni hablar de su personalidad, tan valiente, tan respetuoso pero coqueto, tenía mucho, muchísimo más que el respeto básico y era un hombre que me hizo mojarme con unos cuantos roces.

Este hombre es seductor y lo sabe.

Sus manos se movían delicadamente y parecía que pedían permiso para llegar más lejos.

—¿Quieres ir a otro lado, linda?—

—¿A dónde exactamente?—

—A donde quieras, no importa, iremos al lugar que anheles—

—Ah si? Entonces ofreceme un lugar, pareces conocer muchos lugares—

—Si así lo desea con gusto llevo a la dama al lugar donde todo tipo de sueños se cumplen— dijo haciendo énfasis en la palabra todo—bueno lo especial no es el lugar, lo especial es su servidor—

—¿Su servidor? ¿No suenas muy confiado? Debería comprobar si su servidor es lo especial.—

...

Estábamos en una habitación de hotel, era carisimo y lujoso, ¿cómo tenía tanto dinero Baji Keisuke? Rentarla costo al menos dos veces mi sueldo.

—¿Te gusta lo que ves?— pregunto coqueto, ¿se refería a la habitación que lucía espléndida o se refería a él?

Baji estaba en una bata de hotel, simplemente ese lazo que la amarraba detenía a ver lo que yo tanto ansiaba.

—Se ve bien, bastante para ser sincera—

—Será mucho más bueno sin esto— anunció mientras señalaba el liston de la bata, es un egocéntrico estúpidamente sexy, cómo me gustan los egocéntricos.

—Hay que probarlo para saber—

Me tomo ligeramente de la mandíbula y elevo mi rostro para verlo a los ojos, tenía unos lindos ojos color avellana, me perdí en ellos y de repente sentí como sus labios me devoraban la boca.

Torpemente conseguí seguirle el ritmo de ese apasionado beso.

—Te ves bastante linda desde este ángulo, sabes?— Un simple sonrojo se formó en mi rostro, desviando la mirada.

Me tomo rudamente la mandíbula y me acercó a milímetros de su rostro —no desvíes la mirada, princesa— beso suavemente mi mejilla mientras aún mantenía mi rostro sostenido por su mano —Solo haces que quiera follarte más duro, te ves tan linda.

One Shots || Tokyo revengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora