Flowers - Quackbur

Perdón

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Había pasado una semana desde aquellas reuniones con los tres reyes, Philza estaba sumamente nervioso, está bien considerando que los tres cayeron en su plan sin siquiera hacer nada más que ponerles un contrato en sus caras.

El pensaba que tardaría mínimo un mes para poder convencer a los reyes, ni siquiera fue cuidadoso, prácticamente les puso su plan en la cara, ¿Cómo esque ni siquiera se dieron el tiempo de leer las pequeñas letras?, Sam y Vegetta fueron los únicos que se dignaron a "hacerlo" y aún asi los convenció a los dos.

Tenía miedo de que los tres se hayan dado cuenta.

¿Realmente valía la pena hacer todo eso solo por poder?, Aveces pensaba que era un mounstro sin capacidad de sentirse satisfecho, ni siquiera con sus hijos, sus queridos hijos, se sentía completo.

Quizá si daba la mejor, si conseguis tener todo lo mejor, se sentirá completo. Quizá estaría satisfecho de nuevo.

O tal vez simplemente sin su querida esposa no pertenecía a este mundo, sin ella no encajaba perfectamente en este universo, nunca lo haría.

Odiaba este puesto de obligaciones, dónde si no eres perfecto te matarían, dónde tenía que obligar a sus jóvenes hijos a hacer cosas que no querían, dónde ellos no podían ser felices por una estúpida regla.

Igualmente, era su culpa, si no les exigiera tanto tal vez serían un poco más fácil convivir juntos, como antes lo solían hacer.

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Un pequeño joven de cabellera azabache, de encontraba regando sus numerosas plantas en su jardín, aún pensaba en lo que pasado días antes, cuando lo dejaron plantado.

Se sentía un poco mal, pensaba que Wilbur aún con todas sus obligación quizá podría venir, igualmente no le importaba mucho, sabía que como príncipe tenía muchas obligaciones que hacer, y estarse viendo con un niñato de baja sociedad, cosa que no le permitían, solo haría que su preciado tiempo se desperdiciará.

El seguía regando sus plantas hasta que escucho un grito que mencionaba su nombre.

—¡QUACKITYYY!— grito aquel castaño corriendo hacia el.

—¿Wilbur, Que haces aca?—pregunto

— ¡Venía a verte!, Perdón por dejarte solo antes, mi padre me negó salir—

—Está bien, no te preocupes —respondió el azabache con una sonrisa

-Mira, como recompensa te trate un sorpresita, duckling! -

—Encerio?, ¡Muchas gracias! —

Wilbur, saco de su gabardina oscura una cajita, no muy pequeña, de color azul pastel, está tenía un pequeño lazo echo un moño de color blanco.

—Toma para ti— Lo miro con una sonrisa

El azabache solo se limito a sentirse nervioso y emocionado, abrió la cajita y de quedó sorprendido al ver un collar de oro blanco, con un gran corazón azul oscuro de piedra colgando, el collar se veía realmente caro y valioso

El pequeño azabache se sintió algo mal,
Por aquel gran regalo que el le había dado.

Miro al castaño con una enorme sonrisa, un muy dulce, le dió un gran abrazo, uno cuál no se despegaron por un rato.

—Muchas gracias, encerio no era necesario.. —

-No es nada, simplemente quería pedirte perdón con algo-

—No todo es necesariamente material, sabes? —

—No me importa. . . ¡Cierto!, Ven quiero mostrarte algo— lo agarro de la muñeca

Quackity aún así con su pequeño delantal, guantes y botas sucias, fue arrastrado con wilbur, no alcanzo a decir nada respecto a eso.

—Mira, tápate los ojos!—

Cuando wilbur se dió cuenta de que el azabache, curioso trataba de mirar por arriba de sus dedos, estado atrás de él lo agarro por la cintura y le tapo los ojos, apretando muy levemente sus manos, haciendo que el menor soltará un pequeño gruñido por no poder ver.

Al llegar a su objetivo quitó suavemente sus manos de los ojos de Alex.

Era un pequeño bosque de cerezos, con varias plantas sobre todo tulipanes, en su mayoría eran rosas y blancas.

—Venía acá con mi madre y mi hermano, es un lugar oculto, realmente nunca traje nadie acá —

— Creo que nadie a encontrado este lugar, eso espero —

—¡Wilbur esto es hermoso..!— exclamó el azabache mirándolo

- espera, ¿no as traído nadie más que Ami acá?, Me haces sentir especial - Soltó una pequeña risa después de lo dicho

-—ven — lo guío hacia un pequeño picnic

—esto es lindo, ¿Cuando lo hiciste? —

—haces muchas preguntas, solo disfruta es muy relajante estar acá —

Ambos chicos se miraron mientras sonreían, definitivamente sería una buena tarde.

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No revise, si hay alguna falta ortografica me avisan :1