- Apoyo menos esperado -

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-entonces ella se voltea hacia mi y me dijo: ¿por qué lo hiciste? Yo no te he hecho nada malo y parecía molesta, y yo recordando lo mal que lo pasé cuando me hicieron lo que ella le hizo a su novio que ahora es su ex, le respondí: nunca lo podrías entender, y sonó el timbre del recreo y aquí estoy- digo contando el problema que se armó en la clase.

-ahora todo tiene sentido, por eso me dijo que ya no se sentaría con nosotros para no crear tensión- dice una de las chicas que está en mi clase.

-estoy un poco del lado de ella, ¿por qué lo hiciste? No es problema tuyo lo que hace- añade otra chica.

-bueno, esa es tu versión, ¿no?, solo tengo que escuchar la de ella- dice otra chica.

-claro, no hay problema, así también te enteras por su parte a ver que dice- añado fingiendo una sonrisa.

Son mis amigas desde hace mucho tiempo, les cuento algo importante para mí, algo que quizás me moleste y me hará daño y ellas ni siquiera me dicen un "no te preocupes, todo estará bien" Aunque sepa que no lo estará.

Me levanto en silencio a lo que ellas ni siquiera notan que me vaya, entro a mi clase y me siento en mi mesa a esperar que suene el timbre para seguir las clases. Saco un lápiz de mi cartuchera y empiezo a hacer garabatos en el cuaderno que había dejado abierto antes de salir al recreo.

-debes estar jodido- dice una voz a mis espaldas rompiendo el silencio y mi mano se detiene. Estoy completamente seguro que es él, el chico que siempre se sienta al fondo, ese que no habla con nadie, ese al que nadie quiere en sus grupos.

-no sé de qué estás hablando- respondo mientras sigo haciendo mis garabatos.

-que cuentes algo que te hiere, algo personal o algún problema, esperando a que se preocupen por ti y ni siquiera se molestan en decir algo para animarte o apoyarte- dice y siento que mi nuca arder, me giro para verlo sus ojos azules como el reflejo del mar en pleno atardecer con esa mirada penetrante y fría -y lo único que hacen es preocuparse por ellos mismos, mientras sus culos estén a salvo, el tuyo no les importará. Eso sí, el estatus y su vida social, más importante que tu- chasquea la lengua.

Me encojo de hombros y suelto un largo suspiro -al menos alguien, aunque seas la persona menos indicada, sin ofender, me entiende- digo haciendo una pequeña sonrisa -supongo que gracias, o eso se dice en estos momentos, ¿No?-.

-suele pasar, a veces las personas de las que menos esperas algo, hacen más que las personas de las que realmente esperabas- agrega a lo que asiento con la cabeza y una pequeña sonrisa se me escapa.

M. A. D. S. S

Historias de las que Casi Nadie quiere HablarWhere stories live. Discover now