Historias de las que Casi Nadie quiere Hablar

- ¿Dónde están ellos? -

El ambiente queda repleto de carcajadas después de contarles cómo me quedé encerrado en el ascensor con un señor el sábado.

-de verdad que eres de lo mejor- dice uno entre risas.

Sonrío y me dan ganas de ir al baño, después de literalmente media hora riendo, ya no puedo aguantar así que me doy la vuelta y empiezo a caminar al baño. Hasta que alguien se interpone en mi paso.

-oye, gracias por ayudarme con la crisis que tuve el lunes, no tuve a nadie más que me ayudara y gracias a ti pude seguir- dice a lo que le doy un abrazo y sigo mi camino, hasta que alguien me vuelve a detener. 

-Hey, perdón que te moleste, pero... ¿luego puedes pasarme la tarea de sociales? - pregunta ella pasando su brazo por detrás de mi espalda. 

-¿no es mejor que la hagas tú? Te puedo ayudar si quieres- pregunto un poco confundido.

-pero ya sabes, somos amigos, ¿y sabes lo que dicen de ellos?, que siempre se dan una mano- dice a lo que asiento porque tiene razón ¿no? 

-yo te la paso, tranqui- respondo guiñándole el ojo. 

Sigo caminando y alguien me vuelve a detener, este camino al baño se me está haciendo eterno

-estoy aburrido, hoy no vino nadie de mi grupo y no tengo a nadie más, ¿puedo ir contigo?- pregunta un chico de otro curso el cual conozco porque se va siempre en el mismo bus que yo.

-ahora justo estaba yendo al baño, pero si quieres espérame fuera y luego te viene conmigo y mi grupo- digo todavía con mi sonrisa.

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Estoy en la esquina de mi habitación, con las rodillas a la altura del pecho y mis brazos rodeándolas. Siento como las lágrimas resbalan por mis mejillas y algunas punzadas en el pecho me atacan, cómo si fueran flechas o cuchillos que me atraviesan desde atrás.

Esos momentos se repiten una y otra vez en mi cabeza, mientras sigo llorando intentando no hacer ruido para no llamar la atención. La noche es la dueña de mi habitación, no veo nada, solo somos mi mente, mi respiración y yo. 

¿Cómo puedo ser tan hijo de puta y permitir ser simplemente uno más, ser la segunda opción? A estas alturas, solo me usan para lo que les importa, cuando no tienen a nadie más, cuando están aburridos, cuando necesitan algo, cuando necesitan ayuda. Me hacen pensar que vienen a mi porque me prefieren a mi, porque tengo algo de importancia en sus vidas, pero la verdad es que sólo soy el que está por si acaso, el reemplazo, el que sustituye a... y simplemente quiero a alguien que realmente me quiera en su vida, pero nadie se da cuenta de eso,  ¿Cuándo yo los necesito, dónde carajos están todos ellos? . 

Mi respiración cada vez es más agitada, me cuesta respirar, mi habitación empieza a verse distorsionada, borrosa. Mientras poco a poco pierdo el conocimiento, dejo que mi cuerpo se desplome en el suelo y escucho un pequeño golpe en el suelo, intento centrar mi visita, y veo el frasco de pastillas vacío con algunas esparcidas en el suelo. Cierro mis ojos y la última lágrima resbala por mi mejilla. Ahora, cuando yo lo necesito, cuándo más me necesito ¿Dónde están ellos?, ¿Dónde carajos estoy yo? 

M. A. D. S. S