prologo

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El grito de la señora Bellis están grande, no deja de sostener de los brazos a mi hijo, ahora cree que es su nieto, debo aclararlo, que solo lo dije por una estupidez, Max nota mis intenciones y cuando estoy por decir algo, el arrebata a mi hijo de su madre para entregármelo.

—Mama debemos irnos, es tarde además ha sido una noche complicada, Andrómeda y yo hablaremos de esto.

— ¿Irnos? Te has vuelto loco.

—Tu madre tiene razón, tienes un hijo, cómo pudiste Max jamás te inculque ser irresponsable.

—Señor Bellis, creo que por hoy fue suficiente, vera habrá tiempo de explicar este mal entendió y decirle que... —intento remediar.

—Tuvimos problemas papa, por eso no comentamos nada, además me enoje con Andrómeda registro el niño con su apellido por mi estupidez deje sola en su embarazo.

—Te escucho no lo creo Max dejaste a esta muchacha sola con su embarazo y ahora te nace ser padre comprenderé si Andrómeda no quiere aceptarlo, eso no quita que sea nuestro nieto.

—Señora Bellis vera...

— ¡Basta mama! —expone el—Realmente no queria que esto pasara, pero bueno no s e puede tañar los secretos ¿Verdad Andrómeda? —Trago en seco—Soy el padre de Héctor, ya lo saben.

Me hace falta el aire, Alfonso me mira y conozco esa mirada de que no cree nada, pero también debo quitármelo de encima, así que la mentira solo empeora más.

—Max y yo no somos pareja, vera solo nos vimos una par de veces y bueno tuve a Héctor, solo puede decir eso.

— ¿Eso paso Max? —pregunta su madre.

—Vaya hermanita no pensé que Max se fijara en ti, no eres su tipo mírate—el veneno de mi hermana sale.

—Eso creí Venus—Max habla—pero Andrómeda me llamo la atención cuando nos vimos en cierta fiesta, al principio se negó en reconocerme pero bueno platicamos de cosas triviales y bebimos, hubo tensión así que tuvimos sexo.

Los padres de Max como mi madre se ponen rojos y yo solo quiero irme a mi habitación con mi hijo, él no me está ayudando en nada.

Esto está mal y tuve la culpa de crear una mentira, una que para Max no le importa seguirla.

—Max no creo que sea necesario los detalles.

—Tu madre tiene razón Max, ahora nos has hecho abuelos y no fue la manera correcta.

—Comprendo la situación padre, pero si no recuerdan Andrómeda siempre ha sido algo distante, y eso lo dejamos entre nosotros.

—Max por favor—suplico que no siga más.

— ¿Por favor? Cómo pudiste mentirnos todo este tiempo Andrómeda, como si Max fuera aun asesino para no revela que es el padre de mi nieto, no me salgas que te da vergüenza, el debería sentirlo, no puedo perdonártelo —mi madre me acusa como si cometiera un crimen—Max es un excelente hombre míralo, agradece que te hizo el favor—aprieta los labios.

—Señora Levitt, no hay necesidad de reprocharla en parte fue mi culpa, yo la orille supongo que mi mala actitudes y mi irresponsabilidad de no hacerme cargo en su momento.

—No tienes porque disculparte. —mi madre parece complicidad con su respuesta.

—Lo importante es que hay un niño, nuestro nieto.

—Lo que no entiendo cómo es que te fijaste en ella Max—mi hermana vuelve a preguntar.

—Andrómeda y yo no fue la única vez que tuvimos sexo, además he sido el primero en su vida, debo hacerme responsable de mi falla—mis mejillas arden— Bueno como ven tuvimos mas encuentros, le pedí salir y ella no quiso y me enoje, después me dice del embarazo y me tomo desprendiendo la verdad no estaba listo ara ser padre y ustedes saben que no me agradan los niños, y que ella diga que lo esta no lo tome bien, discutimos y deje de verla, y cuando mencionaste que visitarías a lo Levitt me llene de pavor y tal vez ella enojada diría lo que paso, pero ya lo saben y si madre tenías razón si querías que me fijara en ella, ahora tenemos un hijo.

Su padre se pone de pie y abro los labios como abofetea a su hijo, Max solo baja el rostro, todo se vuelve silencio, esto es una mierda.

Los ojos café de Max me ven cuando alza el rostro.

—Nos casaremos, al final le he dado vueltas al asunto y creo que será lo correcto para Héctor—lo dice como si la palabras no son nada, mucho menos significan para él.

—Es lo correcto y sano para mi nieto—el señor Bellis esta decidido y yo...

—Bien será en esta semana —mi madre comenta—Es más, Max deberías llevarte Andrómeda al final serán pareja tiene un hijo y ese malentendió que han tendido pude solucionarse, al final han estado juntos más de una vez como tú dices.

— ¡Mama! No puedes elegir mi vida.

—No, mírate cómo has hecho todo este desorden por tus irresponsabilidades, Héctor necesita a su padre y un hogar, debiste pensarlo. —veo a mi madre a los ojos no puedo creerlo es así como se va deshacer de mí solo me pregunto si en verdad soy su hija. —Max espero perdones la actitud inmadura de Andrómeda, sobre Héctor, sé que serás un buen hombre y le darás su apellido, mi nieto lo necesita.

Me lleno de impotencia, mi madre me arroga que vaya por mis cosas, doy una mirada a todos los presentes y salgo de ahí conteniendo las lágrimas, azoto la puerta y me arrepiento al darme cuenta que he despertado a mi hijo.

Recoger mis pertenencias y algunas las cosas no serán necearías ya hecho mis maletas con la intención de largarme de aquí.

—Lo siento cariño, no fue mi intención—cargo a mi hijo llevándolo a mi pecho—Perdóname, por decir esa mentira, solo quiero protegerte.

Lo clamo hasta que deja de llorar, vuelvo a ponerlo en la cuna, para preparar la pañalera, la puerta se abre entrando Alfonso.

—Así que te iras, solo así, como es posible que Max sea el padre, no puedo creerlo, ¿Con él? Andrómeda.

—No debe importarte.

—Claro que me importa—me toma del brazo—Sabes que no me agrada, después de lo que me hizo—rodé los ojos.

—Superarlo Alfonso, sueltamente.

—No puedo, no quiero dejarte ir, venir a aquí y verte es la única manera que encuentro paz, soy egoísta, te quiero a ti Andrómeda, dejare a venus, no me importa que Max sea le padre no lo aceptes.

—Y luego, no me digas que debo elegirte.

—Sí, elíjeme nos vamos ahora si quieres— el corazón se me acelera, porque me hace esto, solo me destabiliza —No me importa que sea el padre, yo le pudo dar mi apellido, Andrómeda te...

—Andrómeda estas lista—la voz de Max me hace temblar—Alfonso que haces con mi mujer—la cara de Alfonso se contrae.

—Ella no es tu mujer—Alfonso me suelta y lo reta.


—Lo es, tenemos un hijo, y eso no puedes hacer nada al respeto.

Mentiras de SangreWhere stories live. Discover now