La afirmación sirvió para recordarle a ella que habían estado muertos. Una abominación, no era normal regresar de esa forma. Podía considerarse incluso que no tenía alma.

No pudo terminar de divagar sobre ese escalofriante punto, porque Quaritch se detuvo frente a una mujer que conducía una extraordinaria y mejorada versión de las tantas maquinas que ella había diseñado. 

Parece que se divirtieron mientras no estuve.

—General Ardmore. —saludó Quaritch empleando el típico saludo militar y siendo seguido por Cadete y todo el equipo Recom.

—Miles Quaritch —fue todo el saludo que obtuvo de la mujer. Esta los observó a todos con una clásica mirada de evaluación, hasta que se detuvo en Cadete-. Veo que trajiste la computadora de la tierra. Bien.

Si cadete fuese portadora de un nombre propio, hubiera corregido a la General con sorna, pero ni si quiera eso tenía. Así que debía conformarse con cualquier apodo despectivo.

En ese momento su mente siguió la conversación de ambos adultos. En sus 20 años de vida, sin contar los años que paso muerto, jamás había imaginado que estaría intentado escapar de 2 generales tan jodidamente aterradores. Sin embargo, más miedo le daba el contribuir a una causa homicida, asi que escucho con atención para detectar cuál era su plan de acción.
Y fue entonces cuando lo escuchó, ese nombre.

Jake Sully.

Lo conocía, por supuesto. Ella, a sus 12 años de edad, había sido la encargada de realizarle todas las pruebas al gemelo que serviría de reemplazo para ocupar el avatar, antes de que este fuera enviado a Pandora.
Y su escape, el que le costaría la muerte a manos del Wainfleet, fue inspirado por la acción de Jake Sully, después de la guerra contra la gente del cielo.

Y su misión, era matarlo.

—•—

Neteyam.

Días después las heridas de Neteyam habían sanado por completo, todo gracias a la atención de Kiri y Mo'at, quienes no permitirían que el próximo Olo'eyktan pasara dolor. A pesar de que la vida de un Eyktan estaba marcada por el dolor desde el inicio.

Ese era el camino de Eywa.

El dolor físico era lo que menos le preocupaba a Neteyam, había tenido mucho de ese, y sabía que vendría muchísimo más.

Lo que mas lo consternaba era el silencio.

Era agradable, si, pero un bosque nunca estaba en silencio debido a la cantidad de vía que habitaba en él, sin embargo, desde la llegada de la gente del cielo el bosque parecía estar en un letargo infinito. Y eso lo preocupaba.

Además, la gente del cielo llevaba una semana sin enviar sus naves a sobrevolar la zona, eso no había pasado desde su llegada, y le preocupaba que el próximo ataque fuera mayor que sus habilidades para liderarlo.

Intentó controlar el ritmo de su respiración que había comenzado a acelerarse por todos esos pensamientos, y se concentró en el silencio del bosque a su alrededor. Pero ese silencio había desaparecido.

Función el ceño. Había demasiado ruido.
Se acuclillo en la rama del árbol en el que se encontraba en una posición de ataque, esperando cualquier cosa. Pero en definitiva nunca imaginó lo que iba a encontrar.

Una hembra na'vi.

No, una hembra jamás haría tanto ruido, y esa ropa se parecía a la que usaba Norm. Además, sus manos con 5 dedos le indicaron la realidad.

Onism || Neteyam Where stories live. Discover now