Dancing With Our Hands Tied

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Habían pasado toda la noche juntos. Bebían, reían y cantaban ya bastante ebrios. No estaban en sus cinco sentidos.

Se habían besado, varias veces, de hecho. Ninguno había forzado al otro a hacerlo, incluso se correspondían encantados.

En un punto de la noche, ambos habían desaparecido.

No para hacer guarradas, lo prometo.

Se habían ido a seguir con lo suyo a un lugar más desolado, pero no llegaron a más que besos y algún que otro toqueteo.

Se despertó casi a las dos de la tarde. Su cabeza dolía muy fuerte y no sabía hacer otra cosa que quejarse por eso.

Su teléfono no paraba de sonar. Mensajes de su grupo de amigos llegaban a la bandeja de notificaciones a montones. Sus amigos llevaban escribiéndole desde casi las once de la mañana.

"Rubén despierta ya"

"Anda que contestas"

+9 llamadas perdidas.

¿Qué cojones queréis?— Había contestado a una de las llamadas constantes que hacían. Ellos tres ya estaban en ella, y en cuanto escucharon la voz cansada de Rubén, empezaron a preguntarle casi gritando todos a la vez. —¿Queréis callaros?

Rubén, que nos expliques.— Alex ni saludó.

¿Qué queréis que os explique?

¿Todo lo de ayer?

¿Qué se supone que debo explicaros?

Aquí las preguntas las hacemos nosotros.— Irina intervino en aquello.

—Es que no tengo ni idea de lo que habláis. Ayer no pasó nada.

¿No? ¿Y tú y Samuel besándoos ayer?

¿Qué?

¿Qué cojones? ¿De qué mierda estáis hablando?

Claro, tú ibas más que borracho, Rubius.— Mangel había hablado también.

—Yo no me he besado con Samuel en ningún momento.

Espera, que mando fotos por el grupo.

¿Fotos? ¿Cómo que fotos?

Irina mandó las fotos por el chat. Había varias. Estaban algo mal enfocadas por la lejanía en la que sus amigos se encontraban, pero se veía perfectamente que eran Rubén y Samuel. En una, estaban ambos colorados hasta las orejas por el alcohol, ambos agarrados bastante cerca y sonriendo. Imaginaba que estaban bailando, pues estaban en la pista de baile.

Algunas fotos ambos juntos, unas sentados bastante cerca en una de las mesas que había allí, otras en la pista de baile y... efectivamente, otra en la que ambos estaban completamente pegados y con sus labios completamente juntos.

Se había quedado en blanco. Su piel pálida dejaba completamente ver que estaba igual de rojo que la noche anterior, pero esta vez no por el alcohol.

¿Qué, Rubén? ¿Tienes que opinar algo de esto?

Yo, uhm...

No sabía que decir. Era tarde y con esa excusa, hizo un gesto como si lo estuvieran llamando.

—Lo siento chicos, mi madre me llama, tengo que irme.

Y antes que de que ellos pudieran contestar, colgó la llamada.

Se levantó de su cama. Dirigió su andar hacia el baño para poder lavarse la cara e intentar despejar sus ideas y queriendo que ese dolor que tenía también se pasara, aunque fuese un poco.

"I want to be with you." | 𝙍𝙪𝙗𝙚𝙜𝙚𝙩𝙩𝙖 𝘼𝙐.Where stories live. Discover now