Cold As You

41 8 5
                                    

Samuel había estado teniendo una buena mañana. Se había visto con sus amigos antes de entrar y había tenido unas dos primeras clases tranquilas. Había tenido un día tranquilo hasta que escuchó a la profesora de física anunciar las parejas para los proyectos.

"Rubén Doblas y Samuel Deluque."

Sus ojos se abrieron como platos por segundos, dándose cuenta poco después de la exagerada reacción que tenía y volvió a su expresión normal. Algunos de sus amigos se habían reído de él. No le importaba. Lo único que estaba rondando por su mente era aquel chico.

Su familia siempre le había dicho que no se juntara nunca con ese tipo de personas. Que podrían pegarle "lo que sea que ellos tenían". Luego tenían la cara de decir que ellos respetaban.

Su familia, a decir verdad, no lo hacía. Declaraban apoyar y respetar. Solo ellos y las personas a las que habían despreciado por formar parte de la comunidad LGBTIQ+ sabían que eso no era cierto.

Samuel, en cambio, no apoyaba, pero sí que respetaba. No veía del todo bien que a un hombre pudiese gustarle otro de su mismo sexo, pero evitaba decir nada, no tenía por qué meterse en aquello.















Samuel es el típico chico que encaja con todos los estereotipos de un instituto americano. Es el heterito que juega baloncesto, es popular, lleva su pelo arreglado pero a la vez no, escucha música popular (aunque en el fondo es un gran fan de la música antigua y Shawn Mendes), está bastante metido en sus estudios y, sinceramente, tiene un buen cuerpo. Era un partidazo.

Eso era un problema.

Rubén, en cambio, era un chico bastante enérgico. Le gustaba el anime, los videojuegos, llevaba su cabello mal peinado, escuchaba Taylor Swift y Arctic Monkeys entre otros y el poco deporte que hacía era voleibol. Estudia lo suficiente para sacar una nota promedio y no solía estar muy pendiente en clase. Además, era homosexual.

Eran completamente diferentes.








Ambos estaban en el mismo pasillo, a centímetros de ir a la par caminando.

No es buena idea.

Debatía aún aquello.

Quédate quieto mejor, Rubén.

No dejó de caminar.

Te vas a arrepen-

¿Samuel? Quería hablar contigo para lo del proyecto.— Quiso darle una leve sonrisa. No pudo. Les había hecho caso a sus amigos y se había acercado a hablarle.

—Uh, sí. Podemos vernos mañana por la tarde en la biblioteca. Hoy no me viene bien. —Se notaba que no quería hablar con el otro.

—Bien. Nos vemos entonces.

Se fue corriendo a su clase. Ni siquiera le había dado el tiempo de contestar o preguntar alguna otra cosa al otro. De todas maneras, sabía que no lo iba a hacer. Si no se iba él se iba a ir Samuel rápido, así que prefería marcharse antes de arrepentirse de estar frente a Samuel.

Ya lo has hecho. ¿Y ahora qué? Ni siquiera sabes a qué hora debéis veros.

"Ya lo sé", se dijo para sí mismo. A veces, pensaba que estaba loco. Se hablaba y respondía solo. No le importaba ahora. Pediría su instagram o guardaría su número desde el grupo de la clase de física para poder escribirle. A lo mejor el contacto era una mejor idea. Pasaba de tener que soportar a un niñito asqueroso preguntándole como loco por qué tenia su instagram y cómo lo había conseguido.












Seis y media de la tarde. Samuel acababa de salir de la ducha. Había vuelto hace menos de media hora a su casa de su entrenamiento de baloncesto.

Se replanteaba quedar con Rubén el día siguiente. Podía escribirle y decirle alguna excusa como que tenía que visitar a su abuela o simplemente que no podían verse, que podían hacerlo en un Canva o PowerPoint compartido. O simplemente, hacerlo él entero y darle créditos. Rubén no era un chico demasiado trabajador, así que pensaba que no le importaría aquello.

Error.

Rubén, en cambio, estaba en su casa, con el teléfono entre sus manos, replanteándose por qué hacía eso. Tenía su chat (o el que tenía seguro que lo era) abierto. Le escribió un simple "Hola", ya no podía echarse atrás. "Soy Rubén, por si no me tenias agregado. ¿A qué hora puedes quedar mañana?"

Dejó, no, tiró su teléfono en su cama. Estaba nervioso, y creía saber el porqué.

No era nada extraño, en serio.

Estaba nervioso porque no quería una mala reacción de ese chico. Sabía que nada más por su familia no era buen visto. No quería tener otro "enemigo" por eso. Era lo único que le preocupaba.

Sí, lo único.

Hablando, o más bien pensando del Rey de Roma, le había escrito. Lo sabía por la foto de perfil y el nombre de un contacto no guardado. Ahora, le daba pena cancelar la quedada. Iba a serle directo.

"Rubén, si quieres puedo hacer yo el trabajo y poner tu nombre. No tengo problema con ello."

Mala decisión.

"Me niego a que lo hagas tú solo. Puedo no estar muy concentrado en clase, pero hago mi trabajo, ¿sabes?"

Boom.

Rubén era, en el fondo, un chico trabajador. No le importaban del todo sus notas, pero en pocos años debía hacer la famosa EVAU y se negaba a suspender o tener una nota menos a la que necesitaba para entrar a una buena universidad para estudiar lo que quería.

Samuel, por su parte, se había quedado algo sorprendido. No creía que el chico se negara a eso, pero no iba a insistirle más.

"Entonces, ¿quedamos mañana a las seis? No puedo antes."

"Bien, mañana nos vemos entonces."

Dejó el teléfono en su mesita. ¿Qué le diría a sus padres?

Papá, mamá, me voy a hacer un trabajo con un homosexual.

No.

Podía decirles directamente que tenía que verse con un compañero para hacer un proyecto.

Sí, eso sonaba mejor.

Aunque no tendría por qué preocuparse tanto por aquello. Solamente iban a verse una sola y única vez en una "quedada" para hacer un proyecto en el que han sido emparejados por obligación.

Solo iban a verse una vez.

...

¿Verdad?

¿Verdad?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
"I want to be with you." | 𝙍𝙪𝙗𝙚𝙜𝙚𝙩𝙩𝙖 𝘼𝙐.Where stories live. Discover now