" Cuando estés lista, cariño"

534 36 1
                                    

Max.

Tres semanas después.

Nada ha sido fácil.

Sus pesadillas han sido menos frecuentes, han pasado semanas, y cada ataque de pánico o pesadilla que tiene, me destroza.

Últimamente como ya dije, todo ha disminuido, me permite tan solo tocarle la mano, pero joder eso es algo.

Ese cabrón la dañó demasiado, y la entiendo.
Poco a poco sanará, y me encargaré de estar ahí mientras lo hace.

(...)

Ahora mismo estamos desayunando.

Está sentada en la mesa.

Le compré algo, espero que le guste.

—Mara, sé que estas en un momento difícil y necesitas estar sola, por más que quiera quedarme contigo, no puedo obligarte a desear mi compañía...—Suspiro.

—¿Qué pasa Max?

—Sabes que siempre me sentiré culpable por lo que te paso, y se que si estoy muy cerca de ti te incomodas y recuerdas cosas indeseadas por eso mismo te compré algo—Saco unas llaves de mi bolsillo.

—Te compré la casa de al frente, está a tu nombre, puedes hacer lo que quieras con ella, si decides quedarte, me comprometo a no invadir tu privacidad si eso es lo que te preocupa. —Acaricio su mano.

Ella esta vez no se aleja de mi contacto y me siento feliz. Parece que lo está procesando.

—Tendrás mi número, me podrás llamar cuando desees, y si un día necesitas algún compañero o confidente, te aseguro que ahí estaré.—Tomo su mano y deposito un beso.—Por favor no rechaces mi ayuda...

Ruego con los ojos cerrados.

—Max no es necesario... si me querías fuera de aquí no tenías que comprarme una casa.—Se suelta de mi agarre, y se para de la mesa.—No la quiero, me iré nada más. Muchas gracias por todo.

—No. No, joder Mara te quiero, si fuera por mí te tendría viviendo conmigo aquí, joder. Pero no quiero asustarte cariño, te quiero a salvo y segura, quiero que estés bien, quiero que de a poco vuelvas a ser tú, tampoco quiero que te sientas encerrada aquí, no es una prisión cariño por favor no te enfades...

Ella se queda sin palabras.

—Por favor no te enfades, no me apartes...—Vuelvo a tomar su mano y no me aleja.

Coloco su mano en mi pecho.

—¿Lo sientes?—Pregunto y ella asiente.—Es la desesperación de que pienses que te quiero fuera de aquí, Mara, si te compre la casa de al frente es precisamente porque te quiero cerca...

—Está bien. Es solo que no estoy acostumbrada a esto.—Aclaró.

—¿Puedo darte un abrazo?—Formulo nervioso.

Ella baja la cabeza.

—No pasa nada, cuando estés lista, cariño.—Beso su mano, que hasta ahora es el único contacto que me ha permitido.

Y está bien, tiene que sanar, tiene que volver a ser ella misma, tiene que volver a ser la chica testaruda que ese cabrón me quitó.

Joder.

Me tiene loco esta mujer.

Mi querido accidente(NUEVA VERSIÓN)Where stories live. Discover now