"Soy la esposa para presumir"

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Mara.

Ha pasado tiempo, un año específicamente desde que mi vida cambio.

Perdí mi granito de libertad y me convertí en una esposa
Perfecta.

Mi matrimonio es un fiasco. No aguanto estar siempre con la misma persona.

El día de mi vida fue totalmente aburrido, jamás creí que sería así.

Bueno.

Básicamente odio mi vida.

Soy la esposa para presumir, nada de negro en mi armario, y tengo que servirle en todo a mi esposo.

Tampoco me deja trabajar, aunque más de alguna vez me he escapado para hacerlo, me termina encontrando igual, es como si tuviera ojos en todas partes.

Odio esto.

Odio cuando el hombre que dice ser mi esposo llega a la casa borracho, y como buena esposa tengo que complacerlo.

No se me permite ser rebelde, es irónico que para mi edad, ya esté amarra da a un hombre que si hago algo que no le gusta, me castiga.

Y créanme, no quieren saber de los castigos.

Tengo que ser sumisa.

Jodidamente sumisa.

Vestir de rosa o colores pastel. Sonreír en las cenas con persona importantes.

—¡Mara!—Grita simón, mi esposo— ya llegué que ¿has hecho de almuerzo?

No lo aguanto.

Antes de que se ponga a gritar como loco, corro a la cocina para servir el almuerzo.

—aquí está—le pongo el plato más grande a él. No se me permite comer de más.

—¿tanto vas a comer?—señala mi plato, a lo que miro su plato.—no quiero una esposa gorda.

Joder no es ni la mitad de su plato. ¿Acaso quiere matarme de hambre?

No puedo "subir de peso"

O eso también merece castigo.

—Lo siento, me excedí, ahora lo cambio—digo con notable desprecio.

También tengo que siempre darle la razón, o si no castigada me iré.

Cuando él está pendiente a su plato, le dedico una mirada de "Rosalía" la mirada de desprecio.

Cambio mi plato por uno aún más pequeño, por lo que me sirvo menos comida. Con mi plato en mano me voy a la mesa.

—¡Mara!—vuelve a gritar, el muy imbécil no se ha dado cuenta de que esto a su lado.

—¿si?—tenso la mandíbula.

—oh, aquí estas, mañana me tendrás que acompañar a una cena con un cliente, tendrás que ir presentable.—dice y se dedica a ignorarme el resto de la cena, cosa que agradezco.

Este imbécil me hará explotar, y cuando lo haga sé que cabaré mi propia tumba

Mi querido accidente(NUEVA VERSIÓN)Where stories live. Discover now