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Narrado por Lili📍
El tiempo había pasado muy rápido.
Parecía que ayer Roier y yo nos comprometimos, pero realmente habían pasado seis largos meses.
Seis meses de preparación, buscar vestidos, trajes, el lugar de la boda y la recepción, la comida, invitaciones, el pastel, había sido una locura total.
Los primeros días previos a los preparativos, Roier y yo nos sentamos a charlar sobre como haríamos para poder salir con todo a tiempo, en un principio pensamos en contratar a algún experto en bodas, pero luego nos dimos cuenta que podíamos ahorrarnos ese dinero si lo hacíamos por nuestra cuenta, asi que eso fue lo que hicimos, ahi es donde entran nuestros amigos y familia quienes nos ayudaron con todo
Creo que sin ellos nos hubieramos vuelto locos.
Roier y yo organizamos una reunión en mi casa para asi poder ponernos de acuerdo con todo, necesitábamos estar muy organizados para que el resultado fuera el mejor, queriamos que nuestra boda fuera perfecta.
Tras contarle a nuestros amigos y familia el plan sobre los preparativos, Aldo sugirió que se hicieran grupos y que cada uno de ellos hiciera una cosa o varias, haciendo eso se podría trabajar mucho mejor y el estrés para nosotros sería menos.
Tomamos esa idea y la pusimos en marcha.
Mi madre y los padres de Roier se harían cargo del lugar de la boda, la recepción, las tarjetas y la decoración, ellos nos conocían muy bien asi que sabían nuestros gustos.
Ari, Ama, Rivers, Rocío, Monserrat y yo, nos haríamos cargo de la comida, el pastel y los vestidos, opté por tomar esto ya que estaba yo en el grupo y mi paladar podría funcionar bastante bien con el tema de la comida y el pastel, también escogimos los vestidos ya que mis amigas tenían un buen gusto cuando se habla de ropa.
Roier, Aldo, Osvaldo, Juan y Filis se encargarían de los trajes y las bebidas, les dejamos eso para que no hicieran tanto desmadre, no quería errores, ni uno solo.
Tras aquella reunión cada grupo comenzó a trabajar arduamente, por Whatsapp nos envíamos las actualizaciones y cositas extras que íbamos hacer, cada día se volvía cansado y eso que no solo Roier y yo estamos trabajando en los preparativos.
Preparar una boda es cansado, estresante y agobiante, pero al final el resultado de todo ese trabajo duro es excelente, obtienes una boda de ensueño.
Por mi parte me tomé el tiempo de buscar el vestido, el pastel y el menú, no quería hacer todo a prisas, las cosas nunca salen bien si lo haces rápido. Fuimos a muchas tiendas, me probé muchos vestidos, ninguno me convencía, ni a mis amigas tampoco, quería algo sencillo pero único, algo que no fuera ni tan formal ni tan informal, quería un vestido que gritaba "Lili".
Pasé muchos días sin poder encontrarlo, pero gracias a Rocío se logró.
